Cientos de indígenas y campesinos protestaron en Brasilia contra la construcción de una gran represa hidroeléctrica en el Amazonas.
Belo Monte es un proyecto que ha causado intensa polémica a nivel nacional e internacional y que está a la espera de su aprobación por las autoridades brasileñas. La represa, que el gobierno quiere construir en el corazón del río Xingu, en el estado de Pará, será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, después de la represa de Tres Gargantas, en China e Itaipú, en la frontera entre Brasil y Paraguay.
Los manifestantes entregaron a la presidenta Dilma Rouseff documentos respaldados por al menos medio millón de firmas. La campaña de protesta cuenta con apoyo de figuras internacionales, como la actriz Sigourney Weaver, quien estuvo en Brasilia en una protesta anterior el año pasado.
Flujo migratorio
Flujo migratorio
El proyecto contempla el desplazamiento de al menos 50.000 indígenas y campesinos, según organizaciones no gubernamentales. "No queremos Belo Monte", dijo Raoni Metyktire, de la tribu Kayapó, agregando que la obra devastará áreas vitales para indígenas y campesinos.
"La creación de empleos significará un enorme flujo migratorio a esta región, con nuevos pueblos y caminos que ejercerán una presión inmensa sobre los pueblos indígenas", dijo Fiona Watson, experta de la organización de defensa de los pueblos indígenas Survival International, con sede en Londres.
"Es probable que se genere conflicto y estamos además extremadamente preocupados por una tribu aún no contactada... que está especialmente en riesgo, porque no tiene inmunidad para enfermedades que pueden ser fatales".
La construcción de la represa causará, según Survival, no sólo devastación en el bosque, sino que reducirá las reservas de peces de las que dependen los grupos indígenas para sobrevivir. La organización señala que lo que suceda en el Amazonia concierne además a todo el mundo, "por el efecto de la selva en estabilizar el clima del planeta".
Licencia parcial
Mientras se aguarda un informe definitivo sobre el posible impacto a nivel local, la agencia ambiental de Brasil, IBAMA, anunció en enero la polémica concesión de una licencia parcial a la empresa Norte Energía SA, permitiendo la deforestación de 238 hectáreas de bosque para abrir caminos y crear infraestructura básica para los futuros trabajadores. Las obras generales han sido adjudicadas en subasta pública a un consorcio liderado por la estatal Compañía Hidroeléctrica do São Francisco (Chesf) y en el que también participa la constructora privada Queiroz Galvão.
La represa tendrá un costo de más de u$s 10.000 millones. El gobierno defiende el proyecto señalando que la represa tendrá la capacidad de generar 11.233 megavatios y crear 18.700 empleos. El ministro de minas y energía, Edison Lobao, defendió la construcción de Belo Monte como "uno de los más importantes proyectos de generación de energía".
Impacto sobre el medio ambiente
Para alimentar la central eléctrica es necesario que el 80 % del río Xingu se desvíe de su curso original, causando una sequía permanente en la áreas que antes regaba. Para hacer esto posible, se excavarán dos grandes canales de 500 metros de ancho por 75 km de largo, descubriendo más tierra que la que se quitó para construir el Canal de Panamá. Monte Belo inundará un total de 668 kilómetros cuadrados, de los cuales 400 son de bosques.
La energía hidroeléctrica se promociona como una solución a los periódicos apagones de Brasil y como 'desarrollo limpio' para el cambio climático global. Sin embargo, Philip Fearnside, del Instituto Nacional de investigaciones del Amazonia (INPA) ha calculado que los bosques inundados por el embalse Belo Monte van a generar enormes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero que es 25 veces más potente que el dióxido de carbono.
Un poco de historia
El complejo Belo Monte se remonta a la dictadura militar de Brasil y el gobierno ha tratado de construirlo a través de varias series de programas de inversión nacionales. Los planes originales incluyeron seis represas: Kararaô, Babaquara, Jarina, Ipixuna, Iriri y Kokraimoro. Sin embargo, cuando los pueblos indígenas del Xingu rechazaron las represas y defendieron el río en 1989, el gobierno cambió su enfoque: el nombre Kararaô (un grito de guerra Kayapó) se convirtió en 'Belo Monte', el nombre Babaquara se convirtió en 'Altamira', y etc.
En el Segundo Encuentro Histórico en Defensa del Xingu, en mayo de 2008, el gobierno brasileño anunció que Belo Monte en realidad consta de tres presas: la presa principal en la Ilha do Pimentel, un refuerzo complementario llamado presa Bella Vista, y la casa de la turbina principal de Belo Monte do Pontal. Sin embargo, debido a las variaciones importantes en el flujo del río Xingu, entre la estación lluviosa y la temporada seca, el gobierno brasileño sabe que la construcción de Belo Monte es económicamente inviable a menos que se construyan más represas aguas arriba.
Graves omisiones en la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)
El EIA oficial de Brasil para el proyecto Belo Monte ha recibido duras críticas de los expertos nacionales e internacionales. El EIA apenas cubre hasta la cantidad mínima de información requerida por la legislación brasileña. En señal de protesta, dos técnicos superiores en el IBAMA, Leozildo Tabajara da Silva, Benjamín y Sebastião Custodio Pires, renunciaron a sus cargos en 2009 después de citar el alto nivel de presión política para aprobar el proyecto.
Un poco de historia
El complejo Belo Monte se remonta a la dictadura militar de Brasil y el gobierno ha tratado de construirlo a través de varias series de programas de inversión nacionales. Los planes originales incluyeron seis represas: Kararaô, Babaquara, Jarina, Ipixuna, Iriri y Kokraimoro. Sin embargo, cuando los pueblos indígenas del Xingu rechazaron las represas y defendieron el río en 1989, el gobierno cambió su enfoque: el nombre Kararaô (un grito de guerra Kayapó) se convirtió en 'Belo Monte', el nombre Babaquara se convirtió en 'Altamira', y etc.
En el Segundo Encuentro Histórico en Defensa del Xingu, en mayo de 2008, el gobierno brasileño anunció que Belo Monte en realidad consta de tres presas: la presa principal en la Ilha do Pimentel, un refuerzo complementario llamado presa Bella Vista, y la casa de la turbina principal de Belo Monte do Pontal. Sin embargo, debido a las variaciones importantes en el flujo del río Xingu, entre la estación lluviosa y la temporada seca, el gobierno brasileño sabe que la construcción de Belo Monte es económicamente inviable a menos que se construyan más represas aguas arriba.
Graves omisiones en la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)
El EIA oficial de Brasil para el proyecto Belo Monte ha recibido duras críticas de los expertos nacionales e internacionales. El EIA apenas cubre hasta la cantidad mínima de información requerida por la legislación brasileña. En señal de protesta, dos técnicos superiores en el IBAMA, Leozildo Tabajara da Silva, Benjamín y Sebastião Custodio Pires, renunciaron a sus cargos en 2009 después de citar el alto nivel de presión política para aprobar el proyecto.
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