En el marco de la discusión por la polémica ley de bosques
provincial, un grupo de especialistas expuso sus críticas a la norma. Apuntaron
a las secuelas sociales, económicas y productivas que tendrá.
Con la intención de concientizar sobre los efectos nocivos
de no proteger los bosques nativos en la provincia, especialistas en medio
ambiente y participantes de la
Comisión de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo, que
formaron parte del debate previo a la sanción de la polémica ley de bosques,
realizaron ayer una jornada de discusión sobre la nueva normativa que aprobó la Legislatura provincial
el 5 de agosto pasado.
Con fuertes críticas al articulado de la ley 9.814, los
especialistas abordaron las posibles consecuencias que en corto y mediano plazo
comenzarán a percibirse si finalmente el bosque nativo sigue siendo arrasado.
“Esta nueva ley aprobada en la Legislatura lo que
hará es incrementar los procesos de degradación ambiental que ya estamos sufriendo
y en eso hablamos de pérdida de suelo, agua, de recursos, de comunidades
regionales, lo que implica consecuencias también sociales y económicas. Por
ejemplo, si hablamos de agua lo que pasó en Salsipuedes el año pasado y en
Cosquín ahora, se va a ir agravando”, aseguró el doctor en Ciencias Biológicas
e integrante de COTBN, Fernando Barri, quien junto a la ingeniera forestal
Natalia De Luca, el doctor en Ciencias Biológicas, Marcelo Zak, y el licenciado
en Trabajo Social, Gustavo Peyroti, fueron mostrando distintos análisis de la
pérdida del recurso natural.
La jornada, organizada por el Instituto de Desarrollo
Regional, se realizó en el aula magna de Ciencias Económicas y contó con una
importante asistencia de universitarios.
“Esta ley tiró por la borda la posibilidad de generar una
buena ley de ordenamiento, que asegurara la sustentabilidad ambiental, social y
productiva a la provincia en el largo plazo. Habilita los desmontes en las
zonas donde hay acuíferos por lo tanto no se valora el recurso agua. Pero no
sólo no se valora sino que a lo poco que queda propone gastarlo. No se protegen
los bosques en cuenca de pendiente que son los que regulan la producción de
agua. Sacaron la protección de especies en peligro o en riesgo. Ya el paisaje
cordobés se ha convertido en homogéneo de cultivos intensivos y eso se agravará”, dijo Barri.
El especialista explicó que “cuando perdemos el bosque
perdemos todos los bienes y servicios que genera. Una cosa muy importante que
provoca este proceso es favorecer el calentamiento global, que puede afectar
zonas productivas como la de Río Cuarto. Por eso es realmente una locura lo que
han hecho porque tiraron por la borda esta posibilidad de sustentabilidad, al
no reconocer la integralidad de los fenómenos ambientales con los sociales, los
económicos y los productivos. Cuando a uno no le importa destruir el bosque, es
como suicidarse a largo plazo. Ya podemos notar por ejemplo que cada vez baja menos
agua de las sierras”, remarcó.
“Creemos que la sociedad debe ser más consciente de esto
porque cuando tengamos problemas con el agua, cuando los suelos se deterioren,
cuando haya economías regionales colapsadas, hay que entender que estará
directamente vinculado a la pérdida de los sistemas naturales. Esto no quiere
decir que haya que conservar todo, quiere decir que debe hacerse un
ordenamiento del territorio”, indicó.
Por último Barri destacó que “si vamos a defender la
democracia hay que defender la escucha al conjunto de la sociedad y que se
legisle en favor de los intereses comunes, no de los intereses particulares.
Porque lo ambiental no entiende de lógicas económicas, cuando colapsa, colapsa.
Se acabó el agua y se acabó. No hay estrategia política o económica que lo
resuelva”, concluyó el biólogo.
Fuente:
El Puntal de Río Cuarto, 10/09/2010, “La falta de agua es una consecuencia clara de la pérdida de bosques nativos”.
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