FUNAM distribuye en Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay un Plan Ciudadano para actuar ante accidente nuclear.
Córdoba (Argentina), Montevideo (Uruguay), Santiago (Chile)
y Asunción (Paraguay), martes 10 de mayo de 2011. La Fundación para la
defensa del ambiente (FUNAM), una ONG con status consultivo en Naciones Unidas,
comenzó a distribuir un "Plan Ciudadano para actuar ante accidente
nuclear" en Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay.
El Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM y profesor
titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional
de Córdoba (Argentina) indicó que el Plan se elaboró y distribuye "porque
los ciudadanos de los cuatro países están desprotegidos".
FUNAM sostuvo que las autoridades nucleares de Argentina
"pese a un largo historial de fallas graves en sus reactores de potencia e
investigación han preferido no preparar al gran público para evitar que se
debata la cuestión nuclear y sus riesgos reales. El peor enemigo de un programa
nuclear costoso, sin control social y peligroso, como el de Argentina, es la
información. Por eso se prefirió siempre el secreto".
El Plan resulta de un esfuerzo conjunto de FUNAM y la Cátedra de Biología
Evolutiva de la
Universidad Nacional de Córdoba (Facultad de Psicología) y su
distribución es posible gracias a la colaboración de organizaciones no
gubernamentales de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay.
Las dos centrales nucleares de potencia que tiene Argentina,
Atucha I en Buenos Aires y Embalse en Córdoba, "pueden sufrir un accidente
o acto terrorista pero en nuestro país solo se hacen simulacros de accidente
menor en un radio de apenas 10 kilómetros . Si ocurriera un accidente nivel
7 –como los de Chernobyl o Fukushima- el impacto podría extenderse en un radio
de hasta 500
kilómetros e incluso más", sostuvo el Dr. Raúl
Montenegro, presidente de FUNAM.
Agregó que las centrales nucleares de potencia "tienen
dos fuentes de riesgo extremo, en primer lugar los materiales altamente
radiactivos contenidos en el corazón de los reactores, y en segundo lugar los
depósitos -también altamente radiactivos- de combustible nuclear agotado".
En Embalse y Atucha I "ambos están muy próximos, pero los depósitos están
menos protegidos que los reactores".
Advirtió que ante el peor accidente posible "se
afectarían varias provincias Argentinas, parte de Uruguay e incluso Chile, pues
las nubes de material radiactivo podrían contaminar los glaciares andinos que
proveen de agua potable a ambos países". Montenegro explicó que el Plan
también se distribuye en Paraguay "porque los gobiernos nacional y de
Formosa pretenden construir junto al río Paraguay, muy cerca de Asunción, un
reactor nuclear Carem 150. De este modo los pobladores de ambos países
conocerán el riesgo al que se exponen y podrán estar preparados".
El Plan Ciudadano considera tres categorías de riesgo de
acuerdo al tipo de instalación nuclear. "Riesgo alto" para las centrales
de Atucha I y Embalse; "Riesgo medio" para los depósitos de residuos
radiactivos alojados en el Área de Gestión Ezeiza (AGE) del Centro Atómico de
Ezeiza (CAE) y "Riesgo menor" para los seis reactores de
investigación y unidades críticas que operan en Argentina.
Esos reactores son los siguientes: el RA-0 ubicado en
Córdoba (Ciudad Universitaria); el RA-1 ubicado en el Centro Atómico
Constituyentes (CAC), en San Martín, provincia de Buenos Aires; el RA-3 ubicado
en el Centro Atómico Ezeiza (CAE), en Ezeiza, Buenos Aires; el RA-4 ubicado en
Centro Universitario Rosario, provincia de Santa Fe (Universidad Nacional de
Rosario); el RA-6 localizado en el Centro Atómico Bariloche (CAB), en la
provincia de Río Negro, y el RA-8 ubicado en el Centro Tecnológico de Pilcaniyeu
en la provincia de Río Negro.
Chile posee 2 reactores nucleares de investigación, el
reactor RECH-1 de La Reina ,
en la Región
Metropolitana , y el reactor RECH-2 Lo Aguirre, a 28 kilómetros de
Santiago.
"No se debe minimizar el riesgo potencial de los reactores
de investigación", alertó Montenegro. Recordó que en Argentina "ya
ocurrió un grave accidente en el reactor RA-2 de Constituyentes, en Buenos
Aires, que alcanzó el nivel 4 en la escala del INES, el mismo nivel inicial
asignado a Fukushima. El 23 de septiembre de 1983 ese accidente nuclear provocó
la muerte de un operario y contaminó radiactivamente a otras 17 personas".
"Debemos asumir con responsabilidad que por fallas
técnicas, fallas humanas, terremoto, impacto accidental de aviones comerciales
de gran porte o ataques terroristas cualquier reactor nuclear de potencia o
depósito de residuos radiactivos puede generar una catástrofe de consecuencias
impredecibles. Por eso es necesario estar preparados".
Un Plan Ciudadano con consignas simples y efectivas.
"Las consignas son simples y efectivas. Permiten que
los ciudadanos sepan como actuar ante un accidente nuclear", indicó Nayla
Azzinnari, encargada de prensa de FUNAM. "Nadie desea que ocurran pero la
posibilidad existe, y no preparar a la población ha sido una irresponsabilidad
de las autoridades nucleares".
Explicó que las consignas "pueden bajarse desde la
página Web de FUNAM, (www.funam.org.ar) y ser colocadas en lugares accesibles
de hogares, escuelas y edificios públicos. El documento también contiene una
síntesis sobre las fallas sufridas por las centrales nucleares de Argentina y
los efectos de los materiales radiactivos y la radiación en la salud y el
ambiente".
No hay ningún valor de radiación ionizante que sea seguro.
Hasta las descargas rutinarias de Embalse y Atucha I representan un riesgo.
FUNAM recordó que "no hay ningún valor de radiación,
por pequeño que sea, que pueda considerarse seguro. Por eso los organismos de
protección radiológica como ICRP, UNSCEAR y BEIR crearon la noción de dosis
aceptables, es decir, valores que producen una cantidad de enfermos y muertes
pero que se aceptan para poder permitir el desarrollo de la tecnología
nuclear".
El Dr. Raúl Montenegro indicó que "incluso las
emisiones rutinarias de Embalse y Atucha I pueden provocar daños. Los
operadores de ambas centrales aducen que sus descargas están autorizadas, pero
no explican que aún esas bajas dosis pueden enfermar y producir eventualmente
cáncer". Recordó que un estudio reciente realizado para el gobierno de
Alemania (2008) "demostró para niños que viven dentro de los 5 kilómetros de
distancia de 16 reactores nucleares un aumento de 1,6 veces en los casos de
cánceres sólidos y de 2,2 veces en las leucemias. En Argentina, en cambio, no
se han hecho estudios epidemiológicos independientes alrededor de Atucha I y
Embalse".
Agregó que en el mundo "solo 31 países tienen reactores
nucleares de potencia" [2009] y que Fukushima "los ha obligado a
revisar y replantear sus programas nucleares". Sostuvo que los países que
no los tienen -más de 170 países- "también están muy preocupados porque
podrían verse afectados por los accidentes nucleares de sus vecinos, incluso
cuando ocurren a grandes distancias".
FUNAM recordó que los residuos artificiales altamente radiactivos
que producen los reactores nucleares de potencia "son peligrosos por más
de 2.400 siglos" y que en Argentina "no existe un organismo de
control verdaderamente independiente pues la Autoridad Regulatoria
Nuclear (ARN) está comprometida con el programa nuclear de Argentina y las
provincias no controlan. Lo que es peor, ninguno de ellos preparó a la
población para actuar ante un accidente nuclear".
Montenegro indicó que el programa nuclear de Argentina
"debe ser revisado y decidido por la ciudadanía a través de un
referéndum". Agregó que el gobierno nacional y los provinciales
"aprobaron ilegalmente la extensión de la vida útil de Embalse por 25 años
en Córdoba y la construcción del reactor Carem 25 y Atucha III en Lima, Buenos
Aires, sin estudio de impacto ambiental previo y sin audiencias públicas.
Fukushima mostró el peligro de tener varios reactores nucleares próximos entre
sí. Es justamente la estrategia que venían impulsando los gobiernos de
Argentina y Brasil, crear parques nucleares. Pero entonces ocurrió lo de
Japón".
El programa nuclear de Argentina solo produce el 7% de la
energía eléctrica que se consume.
"Solo el secreto y la desinformación pueden explicar la
permanencia de un programa nuclear extremadamente costoso, sin control social y
peligroso que produce menos del 7% de la energía eléctrica que se consume en
Argentina. A nivel mundial la participación de la energía nuclear en la
generación de electricidad es más baja todavía, menos del 6%", sostuvo
Montenegro. "Tan poca energía eléctrica ¿justifica los riesgos, la
contaminación, los casos de cáncer y las enfermedades genéticas?".
Para mayor información contactar a:
Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo
Teléfono fijo: 03543-422236
Teléfono celular: 0351-155 125 637
E-mail: raulmontenegro@flash.com.ar
Dr. Carlos Raúl Nayi
Teléfono fijo: 0351-4283480
Teléfono celular: 0351-156 507 740
E-mail: estudiojuridico_nayi@hotmail.com
Encargada de prensa:
Nayla Azzinnari
Teléfono celular: 011-155 460 9860
E-mail: nay_azz@hotmail.com
FUNAM
Fundación para la defensa del ambiente
Environment Defense Foundation
Casilla de Correo 83
Correo Central, (5000) Córdoba, Argentina.
FUNAM es una ONG fundada en 1982.
Tiene status consultivo en ECOSOC (Naciones Unidas, Nueva
York).
FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas (1987).
FUNAM is an
NGO created in 1982.
FUNAM has
consultative status at ECOSOC (United Nations, New York).
Global 500
Award from United Nations (1987).
Fuente:
CÓMO ACTUAR ANTE ACCIDENTE NUCLEAR, 10/05/2011, Fundación para la Defensa del Ambiente.
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