miércoles, 28 de noviembre de 2012

Con represión y patotas, el municipio de Malvinas rechazó el proyecto de ordenanza contra Monsanto

Foto: Diego Roscop

Como indican los manuales de la mala política, la Municipalidad de Malvinas no dejó pasar a los vecinos a la sesión pública del Concejo, custodió la entrada con policías, reprimió con infantería, y envió una patota para que agrediera a los miembros de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida.

De esta manera, el Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas rechazó por unanimidad el proyecto presentado por iniciativa popular, en el que los ciudadanos pedían crear una zona de resguardo ambiental para limitar las fumigaciones, e impulsar una consulta popular vinculante para decidir con el voto si querían o no la instalación de una planta acondicionadora de granos de la multinacional Monsanto.

Personal policial evitando el ingreso al Concejo Deliberante
A partir de las 19, un grupo de vecinos de la ciudad y de barrios aledaños, se hizo presente frente al edificio del Ejecutivo para solicitar el ingreso a la sesión pública del Concejo que trataría el proyecto presentado por la Asamblea. Sin embargo, el Gobierno dispuso personal policial e infantería para evitar el derecho que tenían los manifestantes de ingresar al acto público.

Frente a esto, aproximadamente 100 vecinos intentaron ingresar para cerciorarse el correcto tratamiento de la propuesta pero chocaron con el personal de seguridad en la entrada del edificio, lo que provocó la rotura de una de las puertas de vidrio y un par de disparos de bala de goma hacia el cielo.

“No les importa ni nuestra salud, ni la salud de nadie. Sólo les importa el dinero (…) Ellos, que no discuten sobre la salud, son lo que generan la violencia, no el pueblo que reclama (…) Ellos no quieren someter a consulta popular porque tienen miedo”, indicó Matías Marizza, integrante de la Asamblea Malvinas lucha por la vida.

Represión tercerizada
Posteriormente, los manifestantes se dispusieron a esperar la salida de los concejales, que aún se encontraban labrando el acta de la sesión para escuchar las argumentaciones correspondientes.

Sin embargo, al parecer, el intendente Daniel Arzani tenía planeada otra situación.

A medida de que se fue oscureciendo, comenzaron a llegar vecinos con evidentes intenciones de provocar a los integrantes de la Asamblea.

Entonando cánticos a favor de la instalación de Monsanto y de Arzani, un grupo de alrededor de 30 personas -jóvenes en su mayoría- comenzó a increpar a los manifestantes con insultos y empujones.

Aproximadamente 15 agentes de infantería se hicieron presentes en el lugar. Con una metodología que viene repitiéndose en distintos lugares del país cuando las comunidades se organizan contra los emprendimientos extractivistas, la patota agredió gravemente con piedras de considerable tamaño a las personas que se manifestaban fuera del edificio del Concejo Deliberante.

Una joven militante del MST e integrante de la Asamblea de Malvinas sufrió el golpe de un cascote en su cabeza, y tuvo que ser llevada a un centro asistencial para su atención, donde le realizaron cinco puntos de sutura.

La policía, luego de permitir el libre accionar de los agresores, intervino con un vallado improvisado, separando a ambos grupos.

Cadena de favores
Según manifestaron los propios agresores, la patota atacó a los vecinos porque “no iban a soportar que insulten a su concejala”.

Uno de los cabecillas del grupo, autoreferenciado como Gonzalo Martínez, explicó que pertenecen a la Agrupación Evita y responden a la concejala Rosa Estela Castañares, integrante del Partido de Unión por Córdoba.

“Si mi concejal dice: ‘Monsanto no va en Malvinas’, Monsanto no va en Malvinas. Y si mi concejal duda, yo dudo. Porque la elegí convencido, somos militantes del día a día”, argumentó el puntero barrial.

Según trascendió entre los vecinos, al dispersarse la manifestación, una funcionaria de la Municipalidad repartió cajones de cervezas a los agresores, y posteriormente, algunos de ellos fueron invitados a comer y tomar al Salón Palmeras, ubicado en la 1era Sección de la localidad.

Gonzalo Martínez: La voy a apoyar hasta el día que me muera.

EOS: ¿Por más de que sea ilegal? Porque la Ley Nacional de Ambiente prevé los estudios ambientales previos y la consulta popular como herramienta necesaria.

- Si mi concejal está al margen de la ley, no la voy a poder seguir apoyando porque soy un tipo de derecha, de derecha. Peronista hasta el último pelo de mi cuerpo. No pasa por delasotista o kirchnerista, yo soy peronista.

- ¿Sabés cuándo se termina la obra?

- Desconozco

- ¿Y cuándo se decide el permiso definitorio?

- Por lo que tengo entendido, Daniel (Arzani) iba a firmar el permiso una vez comprobado que no se contaminaba. Desconozco cuándo es.

- Yo sé que mucha gente que está acá y responde a vos, ¿No te pareció una actitud patoteril?

- De acá yo manejo el 30 % de la gente. El resto lo maneja la Agrupación, nuestra agrupación, yo soy un referente. Somos de Agrupación Evita.

Nosotros no estamos ni a favor ni en contra de Monsanto, lo único que hacemos es estar a favor de nuestra concejal, porque nosotros la pusimos. Desconozco por qué estaríamos a favor de la instalación de Monsanto.

Esto fue totalmente espontáneo. Una revuelta, reaccionó la gente. Hubo una golpiza, un par de piedras y todo se calmó ahí. Tranquilo.


Resguardo ambiental rechazado

Luego de meses de espera se trató la propuesta de ordenanza de “Resguardo Ambiental” y “Consulta Popular” impulsada por vecinos de la asamblea de Malvinas Lucha por la Vida”.

A puertas cerradas y con un fuerte vallado policial inicia la sesión del Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas.

Las constantes negativas a debatir, la ausencia de informes sobre el impacto ambiental que traería Monsanto y las denuncias por fumigación sobre vecinos de Malvinas, hizo estallar la bronca en las afueras del municipio.

Ante esto los concejales se mostraron “indignados” y realizaron un cuarto intermedio hasta que la situación volverá a la calma.

Cuando la “tranquilidad” en las afueras de municipio se impuso debido a la represión policial, dentro del recinto se terminó de leer el proyecto de ordenanza planteado por la asamblea y se aprestaron para el debate del mismo.

Debatir y rechazar la propuesta de ordenanza de “Resguardo Ambiental” solamente llevó 15 minutos.

Minutos más tarde en las afueras del municipio, una patota que apoyaba al Intendente Arsani atacaban a asambleístas y medios de prensa.

Fuentes:
Con represión y patotas, el municipio de Malvinas rechazó el proyecto de ordenanza contra Monsanto, 28/11/12, ECOS Córdoba. Consultado 28/11/12.
Resguardo ambiental rechazado, 28/11/12, ECOS Córdoba. Consultado 28/11/12.

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