Tras meses de investigaciones, un grupo de activistas de
Greenpeace sacó a la luz una operación de tala ilegal que se está llevando a
cabo en terrenos públicos en el Amazonas. La madera ilegal fue descubierta
dentro de la población rural de Corta Corda, a 140 km de la ciudad de
Santarem, estado de Pará.
El gobierno brasilero le había designado estos terrenos a
familias sin recursos a fines de la década del ’90. Sin embargo, las tierras
fueron invadidas por madereras que buscan explotar la selva. A pesar de que
varios movimientos sociales locales trabajaron para denunciar las invasiones
varias veces a través del Sindicato de Trabajadores Rurales, la destrucción
sigue ocurriendo.
La reacción del gobierno ante esta brutal violación de las
zonas designadas es escandalosa. En vez de actuar con firmeza para reforzar la
protección de estas tierras y sus habitantes, su propuesta es reducir la zona
designada, de sus 52.000
hectáreas originales a 11.000 hectáreas .
El gobierno local propone allanar el camino a las madereras en vez de hacer
valer la protección de los bosques y echar a los taladores.
Los activistas de Greenpeace dejaron carteles con la leyenda
“Crimen” en la madera ilegal que había sido abandonada en pilas a la espera de
transporte, como una advertencia a los taladores. Luego regresaron al barco
Rainbow Warrior en el puerto de Santarem en el mismo momento en que un gran
barco empezó a recibir camiones cargados de madera.
Realmente no hay manera de saber si la madera que se está
cargando es legal.
De acuerdo a datos oficiales del gobierno, no hay
autorizaciones para talar en esta región. Imazon reporta que el 65 % (o 78.941 hectáreas )
de las 120.512
hectáreas de bosques explorados en Pará entre 2009 y
2010 no fueron autorizados por el gobierno.
Más investigaciones revelan que la madera exportada de
Santarem está siendo transportada a los Estados Unidos, Dinamarca, Bélgica,
Austria, Francia y Japón. A menos que el gobierno tome cartas en el asunto y
regule la tala ilegal en la zona, no sabemos si la madera que llega a esos
países es responsable de la destrucción del Amazonas o no.
En el siguiente video pueden ver cuánta madera salió del
Amazonas y se cargó en un barco para exportación en sólo 14 horas.
Desde 2007 Greenpeace exige que se erradique la explotación
ilegal de madera en tierras públicas designadas a la reforma de tierras. Pero
la reacción de los gobiernos local y federal a la destrucción ilegal del
Amazonas es lenta e inadecuada. Este año, Greenpeace Brasil celebra 20 años
exponiendo la destrucción ambiental y promoviendo soluciones prácticas y está
realizando una campaña para llegar a la Deforestación Cero
en Brasil para el año 2015 y en todo el mundo para el año 2020.
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