miércoles, 30 de octubre de 2024

Crisis climática e inundaciones, el precio de no atender a la ciencia

Por Arturo Larena

Ignorar las recomendaciones científicas tiene un coste y suele ser elevado. Fenómenos meteorológicos adversos como intensas lluvias torrenciales tras periodos de sequía severa empiezan a ser un fenómeno habitual pese al "mantra climaescéptico" o abiertamente negacionista que repite, reiteradamente, que "esto siempre ha ocurrido" y agita y viraliza la desinformación climática.

La semana pasada la Dirección General de Protección Civil, APM y EFE organizamos el III curso de comunicación en emergencias con un mensaje claro: la información de emergencias oportuna y de calidad ayuda a salvar vidas. Son cuestiones esenciales, porque todos podemos ser víctimas de este tipo de fenómenos meteorológicos adversos. Incluso cuando tu vivienda NO está incluida en el mapa de zonas inundables, incluso cuando no hay registros históricos de lluvias abundantes en la zona e incluso cuando no se han producido precipitaciones de larga duración en esa área desde que hay constancia.

DANA 2023

Esto ocurrió hace un año, cuando se activó por primera vez en España el sistema de alerta telefónica Es-Alert, criticado luego por algunas formaciones y políticos. Lo sé porque, además de periodista ambiental con más de tres décadas a las espaldas, fui una de las muchas víctimas de la DANA del 3 de septiembre de 2023. Descalzo, a oscuras con un metro y veinte centímetros en el interior de mi vivienda, golpeándonos con muebles y objetos que flotaban y sin saber si el nivel seguiría subiendo… y eso a pesar de que unas horas antes habíamos recibido la alerta y nos habíamos preparado en la medida de nuestras posibilidades.

Agua y lodo que acaban con gran parte de tu vida, enseres y recuerdos. Y no, nuestra urbanización no está en zona inundable… y no, no había registros históricos de ese nivel de lluvias durante ese espacio de tiempo. Lamentablemente, dos vecinos de la zona no tuvieron tanta suerte y el agua acabó con sus vidas.

DANA 2024

Un año después de la catástrofe todavía se siguen haciendo reparaciones en la zona y en las viviendas. Eso cuando no estás en zonas de riesgo. Por eso, el impacto de las inundaciones en Levante, donde más de 60 de personas han fallecido, y otras zonas de España, nos conmueven y nos recuerdan que la ciencia hace tiempo que ha dado la voz de alarma sobre el riesgo y el coste de no actuar frente a los cambios que ya genera la crisis climática. No es el único caso, las riadas en los cauces del Calamón y Albarregas en Extremadura, del camping de Biescas en Aragón o el fenómeno de la borrasca Filomean, nos recuerdan el poder destructor de la naturaleza y la necesidad de no minimizar los riesgos.

El pasado 12 de octubre John Morales, veterano meteorólogo de NBC experto en huracanes, escribía en @cdoverde de EFEverde, tras el impacto de los huracanes Helene y Milton, que la desinformación climática "obstaculizó los esfuerzos (de los servicios de emergencias) y pusieron vidas en peligro.

"La información oportuna y precisa puede salvar vidas, mientras que la desinformación puede crear confusión, retrasar acciones críticas y poner a las personas en peligro. Esto es un tema de justicia ambiental", aseguraba Morales.

No por negar la evidencia va a desaparecer el problema. Los informes del panel de expertos de la ONU sobre Cambio Climático, el IPCC, muestran un futuro negro pues "hemos abierto las puertas del infierno" en palabras del secretario general Antonio Guterres.

Un problema que se acentúa si se tiene en cuenta que se estima que "España tiene unos 25.000 kilómetros de zonas inundables, en las que viven unos 2,7 millones de personas".

En paralelo, gobiernos y empresas siguen invirtiendo en combustibles fósiles y contribuyen a "avivar" el calentamiento global, lo que unido a los años de retraso en adaptación, disminuye las posibilidades de supervivencia en todos los países del mundo, advertía esta semana el octavo informe Lancet Countdown sobre salud y cambio climático.

En agosto de 2021 el actual director de EFEescuela, Carlos Gosch (entonces director de la desaparecida EFE360) y yo mismo como director de EFEverde entrevistamos a Teresa Ribera. Hablamos de un buen número de temas de actualidad y entre ellos de agua y clima. Los que nos contó entonces se va cumpliendo a rajatabla.

La vicepresidenta tercera nos decía que las proyecciones climáticas apuntan "a una variabilidad de lluvias muy distinta" ante lo que es necesario prepararse, pues "vamos a situaciones en la que ya es muy difícil hablar de promedio con respecto a la lluvia o disponibilidad de agua y mucho más frecuente hablar de términos extremos, es decir periodos más prolongados de sequía seguidos de lluvias torrenciales, que a lo mejor nos dan valores medios anuales parecidos a los anteriores, pero, sin embargo, la distribución es nefasta desde el punto de vista de la capacidad de gestión ordenada de nuestros recursos". Para reflexionar.


Arturo Larena es Periodista Ambiental y director de EFEverde.com


Fuente:

Arturo Larena, Crisis climática e inundaciones, el precio de no atender a la ciencia, 30 octubre 2024, EFEverde.

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