NACIONES
UNIDAS, 20 feb 2020 (IPS) - Ninguna nación en el mundo protege
conjuntamente y de un modo adecuado la salud de los niños, el
ambiente y su porvenir, señala un informe publicado por una Comisión
que reúne a 40 expertos en salud infantil y juvenil provenientes de
todo el planeta.
Ese
comité lo convocaron la Organización Mundial de la Salud, El Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la prestigiosa
publicación científica The Lancet.
El
informe, titulado A Future for the World’s Children? (¿Un futuro
para los niños del mundo?), revela que la salud y el futuro de todos
los niños y adolescentes del mundo se encuentran bajo la amenaza
inmediata de la degradación ecológica, el cambio climático y las
prácticas comerciales nocivas que impulsan a los menores al consumo
de comida rápida altamente procesada, las bebidas azucaradas, el
alcohol y el tabaco.
“Los
países más pobres tienen un largo camino por recorrer para permitir
que sus hijos sean saludables, pero los países ricos amenazan el
futuro de todos los niños a través las emisiones excesivas de
carbono”, dijo Anthony Costello, uno de los autores del informe al
darlo a conocer este jueves 20.
“Este
es un tema muy importante, y de hecho, estamos de acuerdo con Greta
Thunberg cuando dice que nuestro mundo está en llamas”, añadió,
haciendo referencia a la joven activista sueca que lidera un
movimiento mundial a favor de que gobiernos y sociedades del mundo
asuman la emergencia climática.
Si,
de acuerdo con las proyecciones actuales, el calentamiento global
excede los 4 grados centígrados para el año 2100, este fenómeno
tendría consecuencias devastadoras para la salud de los niños, a
causa del aumento del nivel de los océanos, las olas de calor, la
proliferación de enfermedades como el paludismo y el dengue, y la
desnutrición.
“La
salud del planeta y la salud de las personas están muy
interrelacionadas, y los niños al final del día son los herederos
del planeta, pero también su salud hoy está en grave riesgo debido
a degradación ambiental», comentó por su parte Sunita Narain, otra
de las expertas del informe.
Narain
aseguró que, en países como el suyo, la India, existe ya un
problema grave de falta de agua y saneamiento, así como de polución
del aire, que está matando niños todos los días.
“Los
pobres del mundo en realidad no emiten nada en comparación con las
emisiones por persona de un europeo, alrededor de seis a ocho
toneladas de carbono en un año”, añadió.
Por
ejemplo, explicó, “en Australia, la situación es simplemente
despreciable, no está sincronizado con la realidad del mundo y el
planeta no puede permitirse esto”.
La
experta aseguró que este informe debería hacerle “dar vergüenza”
a los líderes mundiales de los países ricos.
“Creo
que es absolutamente crítico que informes como este resalten la
ineficacia de las políticas gubernamentales en lo que respecta al
cambio climático con los nombres y las vergüenzas asignadas que
esto conlleve. Este informe destaca el hecho de que hay un futuro
común entre los niños del mundo pobre y mundo rico y espero que
ejerza presión sobre líderes como Donald Trump”, añadió.
Narain
dijo no estar muy optimista con las meras acciones municipales y las
“pequeñas lindas cosas” que están sucediendo alrededor del
mundo.
“Estamos
retrocediendo y simplemente no entendemos la magnitud y la velocidad
de la amenaza que nos enfrenta. Los gobiernos están hablando sobre
el cero neto de emisiones y el cero neto se está convirtiendo en la
opción para no tomar medidas ya”, subrayó la experta.
“Así
que creo que es muy importante que no seamos tan amables con nuestras
palabras sobre esto, hay que ser mucho más claros y agudos para
decir, necesitamos acción y los gobiernos nos están fallando y les
están fallando a nuestros hijos”, detacó.
Los
avances están a punto de revertir
La
copresidenta de la Comisión y ex primera ministra de Nueva Zelanda,
Helen Clark, lo resumía claramente al afirmar que, pese a las
mejoras durante los últimos 20 años en salud infantil y juvenil,
los progresos se han estancado y están a punto de invertirse.
«Se
estima que unos 250 millones de niños menores de cinco años en los
países de ingresos bajos y medios corren el riesgo de no alcanzar su
potencial de desarrollo, sobre la base de indicadores aproximados de
retraso en el crecimiento y la pobreza”, aseguró.
“Pero
lo que es aún más preocupante es que todos los niños del mundo se
enfrentan ahora a las amenazas existenciales del cambio climático y
las presiones comerciales», se lamentó Clark.
«Los
países deben revisar su enfoque de la salud de los niños y los
adolescentes para garantizar que no sólo cuidemos de nuestros hijos
hoy, sino que también protejamos el mundo que heredarán en el
futuro», añadió.
Los
países más desarrollados no son los más saludables
El
estudio incluye un nuevo índice mundial -compuesto por 180 países-
donde se comparan los resultados de la prosperidad infantil, como la
supervivencia y bienestar de los niños, la salud, la educación y la
nutrición; con la sostenibilidad, con un indicador aproximado de las
emisiones de gases de efecto invernadero, y la equidad o las
diferencias de ingresos.
El
índice muestra que los niños de Noruega, la República de Corea y
los Países Bajos tienen las mejores posibilidades de supervivencia y
bienestar, mientras que los niños de la República Centroafricana,
Chad, Somalia, Níger y Malí están expuestos a las peores
condiciones.
En
América Latina los países mejor situados en el índice son Cuba en
el puesto 46, Chile en el 53 y Uruguay en el 66. Los peor situados
son Haití en el 151, Guatemala en el 128 y Bolivia en el 118.
Sin
embargo, cuando los autores consideraron las emisiones de dióxido de
carbono (CO2) por persona, los países punteros quedaron rezagados a
los lugares de cola.
Noruega
clasificó en el puesto 156, la República de Corea en el 166 y los
Países Bajos en el 160. Cada uno de los tres emite un 210% más de
CO2 per cápita que en sus objetivos previstos para 2030. Estados
Unidos, Australia y Arabia Saudita están entre los 10 peores
emisores.
Uruguay
en camino de conseguirlo
De
acuerdo con la publicación, los únicos países en camino de
alcanzar los objetivos de emisión de CO2 por persona para 2030, y
que también se desempeñan de un modo aceptable en las medidas de
prosperidad de los niños (dentro de los 70 primeros) son: Albania,
Armenia, Granada, Jordania, Moldova, Sri Lanka, Túnez, Uruguay y
Vietnam.
«Este
informe demuestra que los encargados de adoptar medidas a nivel
mundial están fallando a los niños y jóvenes con demasiada
frecuencia: fallándoles en la protección de su salud, fallándoles
en la protección de sus derechos y fallándoles en la protección de
su planeta», dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de
la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las
prácticas comerciales engañosas a la caza de los menores
El
estudio también alerta que los niños de algunos países ven hasta
30.000 anuncios televisivos al año y que, por ejemplo, la publicidad
de cigarrillos electrónicos o vaporizadores en Estados Unidos
aumentó 250% durante dos años alcanzando a más 24 de millones de
jóvenes.
Una
situación que sirve para que el profesor Costello afirme que la
autorregulación de la industria ha fracasado como así lo demuestran
estudios realizados en Australia, Canadá, Estados Unidos, México y
Nueva Zelanda, entre muchos otros países.
“Por
ejemplo, a pesar de que en Australia la industria se comprometió a
auto reglamentarse, los niños y adolescentes vieron 51 millones de
anuncios de alcohol durante sólo un año de fútbol, cricket y rugby
televisados.
Y
la realidad podría ser mucho peor aún: tenemos pocos datos y cifras
sobre la enorme expansión de la publicidad en las redes sociales y
los algoritmos destinados a los niños”.
Costello
asegura estar “horrorizado” de saber que muchos juegos que se le
ofrecen a los niños pequeñosóen su tableta o teléfono móvil
están hechos por compañías publicitarias que luego venderán todos
sus datos sin permiso a las empresas, incluidas Facebook y Google.
“De
hecho, en el último mes hubo un informe de Noruega que examinó en
detalle la forma en que acumulan grandes cantidades de datos sobre
nuestros hijos y luego los utilizan para anuncios. Esto es totalmente
desregulado, a diferencia de la televisión y otras formas de medios,
y sabemos que la autorregulación no funciona”, insistió.
La
publicidad de la comida chatarra y las bebidas azucaradas va ligada a
la compra de alimentos poco saludables y con el sobrepeso y la
obesidad, una situación que se traduce en el vínculo entre la
publicidad agresiva y el alarmante aumento de menores obesos.
Otro
dato para tener en cuenta fue que la obesidad infantil aumentó de 11
millones en 1975 a 124 millones en 2016, es decir, se multiplicó por
11, con costos individuales y sociales muy elevados.
Recomendaciones
de la Comisión
Los
autores de la Comisión independiente piden un nuevo movimiento
mundial impulsado por y para los niños cuyas recomendaciones
específicas incluyen:
Detener a la mayor urgencia las emisiones de CO2 para asegurar el futuro de los niños en el planeta
Colocar a los niños y adolescentes en el centro de los esfuerzos para alcanzar un desarrollo sostenible
Establecer nuevas políticas e inversiones multisectoriales destinadas a favorecer la salud y los derechos de los niños
Incluir las opiniones de los niños en las decisiones políticas;
Endurecer las normativas nacionales de prácticas comerciales nocivas, con el apoyo de un nuevo Protocolo Facultativo de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
Este
artículo fue publicado originalmente por Noticias ONU.
RV:
EG
Fuente:
Ningún país del mundo ofrece la salud y el clima adecuados para los niños, 20 febrero 2020, Inter Press Service. Consultado 21 febrero 2020.
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