La
explosión en el ingenio azucarero de San Pedro, Jujuy, causó al
menos 12 muertos. Hay trabajadores desaparecidos y muchos heridos.
Las inversiones que nunca llegaron y las advertencias sobre
desperfectos que hicieron operarios en las semanas previas. Una
responsabilidad compartida entre la empresa y el gobierno jujeño.
por
Ricardo Serruya
Cuando
la hora de la siesta terminaba en San Pedro, en la provincia de
Jujuy, un ingenio azucarero explotaba. Al momento de escribir esta
nota, 12 personas murieron y varias resultaron heridas a raíz de un
incendio desatado en el sector de destilería del ingenio La
Esperanza. Pero las cifras podrían ser mayores.
Los
pobladores del lugar relatan que las llamas eran incontrolables, que
superaban los 30 metros de altura y que por eso debieron trabajar
ocho dotaciones de bomberos, un avión hidrante y cisternas de todas
las áreas provinciales. Inclusive otros ingenios azucareros de la
zona aportaron espuma de enfriamiento. La ferocidad del incendio hace
que, a más de un día de lo ocurrido, las víctimas no puedan ser
identificadas.
En
rueda de prensa, el fiscal Lian Resua, que se encuentra al frente de
la causa, intentó explicar el origen de la tragedia. “Un
desperfecto eléctrico pudo haber iniciado el fuego. El fatal
incendio se produjo en la zona fabril de la empresa y tomó parte del
depósito de bagazo, aparentemente originado por la explosión de un
tanque de la destilería”, describió.
Los
trabajadores relataron a este medio que se quemó todo el bagazo
depositado al aire libre -el bagazo es un residuo de la caña de
azúcar- y que la cantidad de heridos saturó la capacidad del
Hospital Guillermo Paterson.
Por
su parte, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados
del Azúcar del Ingenio La Esperanza, Sergio Juárez, confirmó que,
además de los trabajadores fallecidos hay tres que se encuentran
desaparecidos. Son tantos los heridos y tan escasa la información,
aseguró Juárez, que no puede arriesgar la cantidad exacta de
heridos.
Los
responsables
El
abogado del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio
La Esperanza (SOEAILE), Enrique Wandschneider, afirmó que los
integrantes del grupo empresarial Budeguer “tienen que ir presos”.
Y explicó las alertas que habían existido antes del incendio: “Se
habían realizado pedidos de inspección tanto al Ministerio de
Trabajo de Jujuy como de Nación pero nunca se realizaron. Los
trabajadores habían marcado desperfectos en uno de los tanques de
alcohol el martes”. El letrado fue tajante: “Cuando se ahorra en
higiene y seguridad, además de medio ambiente, se paga con la salud
y con la vida”.
Mariano
Cuenca es secretario regional de la Federación Azucarera del NOA y
ante la pregunta de Cítrica sobre de quién es la responsabilidad no
dudó: “Le cabe al grupo Budeguer, dueño del ingenio y al Estado
Provincial que, en junio pasado, se lo vendió al grupo. La
responsabilidad es compartida”.
Cuenca
argumenta su acusación y alerta que el hecho puede repetirse en
otros lados. “La falta de inversión por parte de los empresarios
de la actividad azucarera es permanente, en su mayoría los ingenios
funcionan en malas condiciones de seguridad e higiene. No respetan el
cuidado del ambiente y hacen caso omiso a los reclamos y denuncias
que venimos haciendo los trabajadores en la Secretaría de Trabajo
de cada una de las provincias donde están radicadas los ingenios”.
Historia
de un regalo
Como
relata Mariano Cuenca, el ingenio estaba quebrado y era administrado
por la Provincia de Jujuy. A mediados de este año fue adjudicado al
grupo Budeguer por 50 millones de dólares en un acuerdo que ahora,
después de estos asesinatos laborales, empieza a ser investigado.
Según
el contrato rubricado por el Gobierno de Gerardo Morales, el
emprendimiento azucarero fue adquirido por el grupo empresarial por
una cifra a pagar en cómodas cuotas durante 15 años. Hace un mes,
en octubre, debían depositar dos millones de dólares, pero el monto
fue condonado porque la empresa habría declarado -nunca demostrado-
inversiones por tres millones de la misma moneda. Cuando se le
preguntan a los trabajadores sobre estas inversiones, ellos afirman
que no sólo no hubo, sino que la empresa despidió a casi una
veintena de operarios y, además, en algunos sectores sensibles y
riesgosos pusieron personal sin experiencia.
La
diputada nacional por Jujuy, Carolina Moisés, presentó ante la
Justicia provincial un pedido de informe sobre el estado del proceso
de venta del ingenio, por el no pago de la cuota mencionada y demandó
saber cuáles son las obras que se mencionan. Además afirmó que la
empresa mantiene una deuda millonaria con la obra social de los
trabajadores del ingenio.
A
ninguno de esos requerimientos, por ahora, le llegó una respuesta.
Fuente:
Ricardo Serruya, La Esperanza: negligencia, falta de control y negociados, 22 noviembre 2019, Revista Cítrica. Consultado 22 noviembre 2019.
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