Japón
está en una carrera contra el tiempo.
por Carlos
Serrano
En
solo tres años se quedarán sin espacio para almacenar el agua que
recoge los peligrosos desechos radiactivos que dejó el accidente en
la planta nuclear de Fukushima.
El
11 de marzo de 2011 un violento tsunami embistió a la costa este de
Japón y causó daños en la Estación de Energía Nuclear de
Fukushima Daiichi, de donde se liberaron grandes cantidades de
material radiactivo en el ambiente.
Desde
entonces, se han utilizado más de un millón de toneladas de agua
para enfriar los reactores derretidos.
En
promedio, cada día en Fukushima se bombean cerca de 200 toneladas de
agua radioactiva que proviene de los reactores dañados.
Esta
agua contaminada luego se almacena en tanques gigantes, pero el
gobierno de Japón afirma que en 2022 ya no tendrá donde contenerla.
Durante
años se ha discutido qué hacer con el agua, pero este miércoles
una declaración del ministro de medio ambiente causó revuelo.
"La
única opción será drenarla en el mar y diluirla", dijo el
ministro Yoshiaki Harada en una rueda de prensa en Tokio.
La
medida, que aún debe ser discutida por el gobierno, encendió una
alerta entre la industria pesquera de la zona y añadió más tensión
a la deteriorada relación entre Japón y su vecina Corea del Sur,
que recibió el anuncio con preocupación.
¿Qué
ocurre con el agua?
Según
los encargados de la planta, luego de pasar por los reactores al agua
se le elimina la mayoría del material radiactivo mediante un
complejo proceso de filtrado.
Pero
hay un isótopo, el tritio, que no puede ser removido, por eso el
agua debe permanecer almacenada.
Entre
los científicos hay cierto consenso de que el tritio se diluye
rápidamente y representa un bajo riesgo para los humanos y los
animales.
De
hecho, es común que las plantas nucleares viertan titrio en los
océanos.
"El
titrio tiene una vida relativamente corta", le dice a BBC Mundo
Rodney Ewing, profesor de seguridad nuclear en la Universidad de
Stanford (Estados Unidos).
Según
explica Ewing, el titrio permanece durante unos 12 años, así que en
unos 120 años más del 99 % se habría descompuesto.
Ewing,
sin embargo, advierte que antes de verter el agua hay que asegurarse
de que no haya otros elementos radioactivos en ella, y es solo titrio
lo que se va a liberar.
"La
fuente de riesgo más importante proviene de otros elementos
radioactivos en el agua", dice.
El
ministro Harada no aclaró qué cantidad de agua sería liberada,
pero aun si fuera un millón de toneladas, los expertos consideran
que el riesgo es bajo.
"Un
millón de toneladas suena a que es un gran volumen. Y sí, lo es,
pero aun así es solo una billonésima parte del volumen del agua en
el Pacífico", le dice a BBC Mundo Chary Rangacharyulu, experto
en física nuclear de la Universidad de Saskatchewan (Canadá).
"Además,
el titrio es solo una porción del agua que se arroja".
Otras
posibles opciones para deshacerse del agua sería evaporarla o
enterrarla, pero para algunos expertos el riesgo es mayor.
"El
costo de evaporar el agua sería enorme y la demanda de energía para
tal proceso conduciría a un efecto perjudicial en el medio
ambiente", le dice a BBC Mundo la profesora Clara Wren, experta
en radiación química de la Universidad de Ontario Occidental
(Canadá).
Wren
añade que es difícil predecir el rumbo de dispersión de los gases
y que inhalar tritio es más perjudicial que ingerirlo.
En
cuanto al almacenamiento bajo tierra, Wren opina que no es seguro.
"Los
tanques de almacenamiento pueden tener fugas, contaminando el agua
subterránea. En lugar de peces, tendríamos que preocuparnos de que
los humanos y los animales terrestres no beban el agua contaminada".
Vecinos
preocupados
Pero
no todos se sienten tranquilos con la opción de verter el agua en el
mar.
El
vertido del agua podría empeorar las ya débiles relaciones entre
Japón y Corea del Sur.
En
un comunicado, el gobierno de Corea del Sur dijo que espera que Japón
"tome una decisión sabia y prudente en este asunto".
Por
su parte, un diplomático surcoreano que pidió el anonimato le dijo
a la agencia Reuters que esperan más detalles sobre esta discusión
"para que no haya anuncios sorpresa".
En
agosto, Corea del Sur ya le había pedido explicaciones a Japón
sobre cómo lidiarían con el agua de Fukushima.
Las
disputas históricas entre los dos países se remontan al dominio
colonial de Japón sobre Corea en la primera mitad del siglo XX. En
los últimos meses ambos se han declarado batallas comerciales y
suspendieron su intercambio de información de inteligencia sobre
Corea del Norte.
La
industria pesquera también tiene sus reparos, por los riesgos de que
el agua de Fukushima contamine sus zonas de pesca.
Tetsu
Nozaki, líder del gremio pesquero de Fukushima, calificó de
"desconsiderada", la declaración del ministro de medio
ambiente, según cita el diario Japan Times.
Otros
representantes de los pesqueros dijeron que era "equivocado"
decir que verter el agua era la única opción y que el comentario de
Harada "aviva las preocupaciones entre la gente de la industria
pesquera local y difunde rumores dañinos".
Japón,
además, enfrenta la presión de lograr una pronta solución con
miras a los Juegos Olímpicos de 2020, cuando el mundo tendrá sus
ojos sobre ellos.
Mientras
tanto, el reloj sigue corriendo y lo tanques se siguen llenando…
Fuente:
Carlos Serrano @carliserrano, Accidente nuclear en Fukushima: por qué Japón dice que "la única opción" es verter agua radioactiva en el océano, 11 septiembre 2019, BBC Mundo.
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