En noviembre de
2017 tuvo lugar el primer Foro Social Mundial Antinuclear en París,
donde se dieron cabida diferentes movimientos, plataformas y
organizaciones de varios países. Este evento sirvió para plantear
una serie de cuestiones sobre la conveniencia de la energía nuclear
en nuestras sociedades, además de establecer contactos y redes de
apoyo. La próxima cita será en Madrid en junio de 2019 de la mano
del Movimiento Ibérico Antinuclear.
por Colibrí Cottier y Bernard Cottier
La producción y
la amenaza de las armas nucleares, así como el uso de la energía
nuclear para generar electricidad, son fuentes de peligros
inconmensurables tanto para nuestro mundo como para las generaciones
futuras. Las ciudadanas y ciudadanos de todo el mundo tienen que
luchar contra esas opciones mortíferas; pero, ¿cómo actuar juntas
y juntos?
Desde el primer
Foro Social Mundial (FSM) en 2001 (Porto Alegre, Brasil), varias
actividades de reflexión surgieron acerca del uso de la energía
nuclear civil y militar. Así, en marzo del 2016, en Tokio, un primer
encuentro mundial anti nuclear formuló una llamada para una red
mundial hacia un mundo sin nuclear; luego, en agosto de ese mismo
año, en Montréal, se organizó un segundo encuentro con esa
temática.
Francia es el
país más nuclearizado per capita. Por ello, las organizaciones
civiles y los movimientos antinucleares franceses propusieron acoger
el primer Foro Social Mundial Antinuclear (FSM AN), con el lema Para
un mundo sin nuclear civil, ni militar. Este tuvo lugar del 2 al 4 de
noviembre del 2017 en París y tuvo un gran éxito.
El comité de
facilitación estaba integrado por representantes de varias
organizaciones, y supo trabajar superando las distintas visiones y
acciones de la lucha antinuclear. Es así que elaboró un programa
con espacios de asambleas y otros momentos de talleres temáticos y
de propuestas artísticas. Además, 30 personas pudieron viajar hasta
Bure para conocer la realidad de la lucha contra el proyecto de
almacenamiento geológico de residuos altamente radiactivos.
El Foro acogió a
más de 400 personas, de las cuales 100 venían de 20 países del
mundo. Todas y todos participaron en las 3 asambleas plenarias y se
repartieron en los 31 talleres de intercambio. Ese trabajo se hizo en
base a la metodología de los FSM, es decir espacios abiertos,
autogestionados, permitiendo los aportes de informaciones,
experiencias y reflexiones, con el desafío de construir “otro
mundo posible”. Buena parte de las intervenciones han sido filmadas.
Los intercambios
mostraron las dificultades en las que se encuentran las poblaciones
(de los países representados en el Foro) a causa de la nuclear, pero
también las múltiples luchas, anteriores y actuales:
- países poseedores de armas nucleares y de plantas nucleares: Francia, Rusia e Inglaterra.
- país que acoge en su territorio el armamento atómico estadounidense: Turquía.
- países habiendo salido o por salir de la nuclear: Italia, Alemania.
- países sin nuclear pero expuestos a las actividades nucleares de los países vecinos: Austria, Portugal.
- pueblos originarios como los amerindios de Canadá o habitantes de Níger, oponiéndose al pillaje de sus territorios y a las contaminaciones radiactivas de las compañías nucleares.
- pueblos autóctonos que se enfrentan con la negación de sus raíces y las contaminaciones mortales de los residuos de los ensayos o de las minas como los dihné de Nuevo México.
- países que sufrieron una catástrofe nuclear: Ucrania y Japón.
- países dónde los nucleócratas intentan imponer sus instalaciones: India, Australia.
- países que han suspendido hasta ahora sus proyectos atómicos: Suiza, España...
Estos días
fueron importantes para compartir las prácticas de acciones e
informarse sobre los proyectos locos del lobby nuclear. También
constituyeron un espacio para establecer nuevos contactos. Así, las
y los participantes afirmaron su voluntad de seguir trabajando juntas
y juntos para crear una red antinuclear europea y mundial.
Lastimosamente, y
a pesar de haber sido invitados, los medios de comunicación
franceses e internacionales no cubrieron este evento. ¿Acaso será
la presión escondida del lobby nuclear o la indiferencia de muchos
periodistas acerca de los peligros nucleares? Por ello, poquísima
información del FSM-AN llegó a las mujeres y hombres de Francia y
del mundo.
Entonces, resulta
indispensable mantener y fortalecer los vínculos entre los
movimientos antinucleares de todo el planeta. Aún nos quedan
preguntas por responder:
- ¿Cuánto tiempo más permitiremos contaminaciones cotidianas de las plantas nucleares? ¿Hasta cuándo conviviremos con los riesgos de catástrofes atómicas? ¿Qué enseñanzas sacaremos de los modos de luchas y que tácticas exitosas podemos utilizar?
- ¿Cómo acelerar el declive de la mafia nuclear internacional?De esa respuesta dependerá la estrategia a desarrollar:
- ¿Participar en las instituciones vinculadas con el lobby nuclear y el poder de los Estados?
- ¿O no participar en esas instituciones para no legitimirlas y realizar acciones con impacto social directo?
¿Cuál es el
método esencial para acabar con lo nuclear?:
- ¿Sensibilizar y aumentar progresivamente el número de militantes?
- ¿O actuar de inmediato con los pocos activistas presentes?
- ¿Realizar alianzas con varios movimientos sociales (sindicatos, asociaciones…) incluyendo a los partidos políticos?
Algunas de estas
preguntas, y otras que se generarán, alimentarán los intercambios
del próximo FSM-AN en Madrid en junio del 2019. Desde ya pueden
ponerse en contacto con el Movimiento Ibérico Antinuclear, que ya prepara ese evento. Por supuesto, las y los representantes
antinucleares franceses participaremos en ese segundo FSM-AN.
Fuente:
Colibrí Cottier, Bernard Cottier, Ciudadanas y ciudadanos del mundo, ¡terminemos con la locura nuclear!, 10/12/18, El Salto Diario. Consultado 10/12/18.
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