jueves, 22 de marzo de 2018

Pinas, de estancia mítica a parque nacional

El Senado sancionará la ley de creación del Parque Nacional Traslasierra. Son 105 mil hectáreas de área protegida. La propiedad perteneció a Lisandro de la Torre y al hacendado Manubens Calvet. Un filántropo suizo aporta los fondos para la expropiación.

por Héctor Brondo

El Senado de la Nación aprobará en la sesión de esta tarde la creación del Parque Nacional Traslasierra. La nueva área protegida ocupará las 105 mil hectáreas de la mítica estancia Pinas. Esta extensa propiedad abarca gran parte de la superficie de los departamentos Minas y Pocho, en el oeste de la provincia de Córdoba.

La finca perteneció al demócrata progresista santafesino Lisandro de la Torre y al acaudalado hacendado cordobés Feliciano Manubens Calvet, cuya herencia (calculada hoy en unos 400 millones de dólares) es motivo de una enmarañada disputa judicial desde hace 37 años.

Por unanimidad, las tres comisiones de la Cámara Alta aceptaron la cesión de jurisdicción ambiental efectuada por la provincia de Córdoba a favor del Estado nacional; el traspaso se hizo mediante la ley provincial 10.481, sancionada por la Unicameral el 20 de setiembre de 2017.

Así, este espacio será parte de las áreas del país “que por sus extraordinarias bellezas o riquezas en flora y fauna autóctonas o en razón de un interés científico determinado deban ser protegidas y conservadas”, y tienen que ser de dominio público nacional.

Ahora, la Administración de Parques Nacionales deberá realizar la expropiación de la estancia e inscribirla en el Registro de la Propiedad de Córdoba.

Sobre la hora

El cierre del proceso parlamentario que se producirá hoy en el Senado les devolverá el alma al cuerpo a los promotores del Parque Nacional Traslasierra.

Es que una condición que exigía Hansjörg Wyss, el filántropo suizo que prometió aportar los fondos para la expropiación de la estancia Pinas, era que la ley se aprobara antes del 31 de marzo.

Así lo reconocieron a La Voz varios legisladores nacionales que participaron del plenario.

La localización del Parque Nacional Traslasierra resulta estratégica en términos de conservación y turismo”, destacó a este diario Juan Raggio, presidente de Aves Argentinas.

Esta organización no gubernamental trabaja desde hace más de 100 años en la protección de las aves y de la naturaleza y es la principal impulsora del proyecto de creación de la nueva área protegida. “Por un lado, su presencia es clave para conformar el Corredor Biogeográfico del Chaco Árido. Además, Pinas ocupa un papel protagónico en la conformación del Corredor de Conservación y Turismo del Norte de Córdoba, junto con el futuro Parque Nacional Ansenuza y el Parque Nacional Quebrada del Condorito”, precisó Raggio.

En la actualidad, la estancia se encuentra dentro de las categorías roja y amarilla de la ley de bosques (es decir, de máximo y de intermedio valor de conservación), lo que limita las actividades económicas que se desarrollan en ella.

La superficie alberga 229 especies de aves, 35 de mamíferos y 30 de reptiles, según un relevamiento de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Entre otras, el guanaco y el pecarí quimilero. Esta especie fue descubierta recientemente en Córdoba; sólo se contaba con registros en el extremo norte de la Argentina. El “chancho moro”, como lo conocen los lugareños, está considerado en riesgo de extinción.

Además de la riqueza natural y de la importancia biogeográfica, la estancia Pinas tiene un singular valor histórico, ya que atraviesa la memoria cordobesa desde la época precolombina hasta hoy.

Los dueños originales del territorio donde está comprendido el latifundio fueron los comechingones. En 1740 las tierras fueron enajenadas por el capitán don Francisco Calderón a don José González, quien determinó los límites originales de la propiedad.

Antes de morir, González se la legó a la orden franciscana, que a su vez la vendió a Diego Salguero de Cabrera.

Un tal Santiago Lewry aparece más adelante como titular del vasto inmueble.

El resto de la historia es más conocido.

En 1908 compró la estancia el legislador santafesino Lisandro de la Torre. Lo hizo con un crédito y con la idea de armar un emprendimiento ganadero.

Una prolongada sequía hizo fracasar el proyecto. “El fiscal de la República” resolvió entonces cambiar de rubro y tendió una vía férrea de 50 kilómetros para sacar en tren la madera dura que le extraía al bosque nativo.

Tras su trágica muerte, el banco Español se hizo de la estancia y la sacó a remate. La compró una sociedad integrada, entre otros, por Juan Feliciano Manubens Calvet, quien falleció en 1981.

Desde entonces, la estancia integra la masa hereditaria que es objeto de una intrincada disputa judicial.

Mientras tanto, el Congreso argentino sancionará esta tarde la ley que habilitará al Ejecutivo nacional a transformar sus 105 mil hectáreas en el parque nacional más grande de Córdoba.

Una gran contribución para el desarrollo

Pinas ofrece además la particularidad de que en su inmensa extensión de más de 100 mil hectáreas nunca fue introducida ninguna especia exótica ni de flora ni de fauna.

por Alberto Bustos Senesi

El Senado de la Nación, al formular dictamen por unanimidad el 14 de marzo aprobando la creación del Parque Nacional Traslasierra-Pinas, cubrió sobradamente las expectativas de preservación del patrimonio ambiental e histórico de la región de Chancaní y de los llanos de La Rioja. La creación del parque significará la más lograda contribución al desarrollo de esta pauperizada y postergada región desde que concluyeron los enfrentamientos entre unitarios y federales y luego de la consolidación de la unión nacional con el dictado de la Constitución de 1853.

Para la región, el parque significará nuevas actividades económicas y podrá mostrar el enorme potencial ambiental que se ha preservado casi sin modificaciones desde la llegada de los conquistadores hasta la fecha. Como se ha dicho, a partir de 1941, y luego de que se constituyó como único propietario don Juan Feliciano Manubens Calvet, la estancia de Pinas se convirtió en el paño de estancia más grande del país al no ser atravesada por ningún camino público, por haber sido clausurado el que comunicaba Chancaní con Serrezuela.

Es decir, Pinas pasó a ser un reservorio de la flora y de la fauna autóctonas y así permanece para estos días. Ofrece además la particularidad de que en su inmensa extensión de más de 100 mil hectáreas nunca fue introducida ninguna especie exótica ni de flora ni de fauna.

A partir de la habilitación del parque, se generarán espacios de estudio únicos para biólogos, antropólogos y también historiadores y sociólogos a la luz de los antecedentes que han nutrido su desarrollo y contribución al proceso histórico.

Sirvan como ejemplo los antecedentes de haber sido cuartel general de Facundo Quiroga, del Chacho Peñaloza, de Santos Guayama, de Juan Bautista Bustos, y campo de batalla de José María Paz. También, la circunstancia de que fue desafío productivo de Lisandro de la Torre y de Carlos Rodríguez Larreta y posteriormente, hasta estos días, de Manubens Calvet. Él ya había dispuesto, según se conoce, en su desaparecido testamento, que la estancia se preservara como parque para los tiempos. El pronto acometimiento del Senado de la Nación para concretar la creación del parque también corona el anuncio del presidente Mauricio Macri, quien en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso anunció el compromiso de la Nación respecto de la necesidad de crear parques nacionales.

Alberto Bustos Senesi es exlegislador del departamento Pocho.

Un filántropo suizo puso los millones para la operación

Se trata de Hansjörg Wyss, un multimillonario ecologista que es el 345° hombre más rico del planeta. Fue gran amigo de Douglas Tompkins, con quien planeó un parque binacional en la Patagonia.

por Sergio Carreras

Es uno de los secretos peor guardados: el filántropo y multimillonario suizo Hansjörg Wyss es el gran aportante que tiene bajo la manga la Administración de Parques Nacionales para hacer realidad la existencia de las dos próximas áreas protegidas federales que tendrá la provincia de Córdoba en la vieja estancia Pinas, y en el humedal de la laguna Mar Chiquita y bañados del río Dulce.

Diversas personas ligadas a importantes organizaciones ambientalistas, de Córdoba y de Buenos Aires, señalaron que Wyss les solicitó discreción sobre el origen del dinero, cuyo monto total y preciso se desconoce.

Pero ya se sabe lo difícil que es mantener en reserva el hecho de que ande paseando por nuestro patio un multimillonario generoso, que es el 345° hombre más rico de la Tierra, según el ranking de Forbes, con una fortuna de 5.700 millones de dólares y que lleva donados 277 millones de dólares a modo personal y además tiene fundaciones caritativas con activos por dos mil millones de dólares: he aquí el amigo que todos quisieran tener.

En Argentina, Wyss lleva compradas y donadas al Estado nacional cerca de 500 mil hectáreas patagónicas, una superficie comparable a la de todo el departamento San Martín, de la provincia de Córdoba. Su proyecto, a través de la Fundación Wyss, es comprar 14 estancias que lo ayuden a ampliar el parque nacional Patagonia, en el noroeste de la provincia de Santa Cruz. Ya lleva compradas ocho, y las restantes están a punto de caer.

El amigo Douglas

Ese parque nacional no es cualquier parque para el suizo. Se trata de la continuidad del lado argentino del parque nacional Patagonia chileno, uno de los dos creados y donados al Estado trasandino por su gran amigo Douglas Tompkins, empresario multimillonario como él, filántropo como él, y amante de la aventura y los deportes al aire libre como él.

Ambos se propusieron, en 2011, crear ahí el primer parque binacional de esta región.

Tompkins, luego de haber comprado una docena de estancias patagónicas y una gran superficie en los esteros del Iberá, murió en una trágica excursión de kayak el 8 de diciembre de 2015 en el lago General Carrera. Wyss era un gran amigo de Tompkins y lo es de su viuda, Kristine McDivitt, quien hoy sigue negociando con la Nación, en muy buenos términos, el destino de las áreas naturales cedidas por ella y su marido.

Wyss es uno de los mayores representantes del grupo de millonarios agrupados en Estados Unidos en la Land Trust Alliance, que reúne a docenas de organizaciones land trust dedicadas a identificar reservas naturales en diversos lugares del mundo, para comprarlas y convertirlas en áreas protegidas. En el mismo Estados Unidos, en más de una ocasión estos filántropos verdes han sido vistos como extremistas, seguidores de filosofías ecologistas que colocan al ser humano en un plano de igualdad, cuando no en un segundo orden, con respecto al resto de las especies animales y vegetales.

La Fundación Wyss ha contribuido con la creación del parque nacional El Impenetrable, en Chaco, y ha celebrado una alianza con Conservation Land Trust, la organización de McDivitt, que preside la argentina Sofía Heinonen Fortabat, para ayudar al país a cumplir con las metas asumidas en el Convenio sobre Diversidad Biológica firmado en Río de Janeiro en 1992 y aprobado por ley nacional en 1994.

El filántropo, que ahora también puso el pie en el Chaco seco cordobés, ha financiado compras de santuarios naturales en numerosos lugares del mundo, como Rumania y zonas amazónicas de Bolivia, de Perú, de Colombia y de Ecuador. Wyss también es conocido por algunas posiciones políticas, como su opinión favorable a incrementar considerablemente los impuestos a la herencia en Suiza.

Ese tema y otros similares le han creado una fuerte rivalidad con otro suizo, Christoph Blocher, un productor industrial y político de derecha, con quien habitualmente rivaliza sobre la situación que debería mantener su país frente a la Unión Europea, o sobre el ingreso de inmigrantes.

Wyss vive en Wyoming, en el noroeste de Estados Unidos, tiene 82 años, es piloto de avión y sigue escalando montañas, esquiando y disfrutando del trekking. En su larga vida iniciada en Berna, Suiza, pasó por diferentes trabajos y estudios hasta que en los años ’70 conoció a un cirujano con quien fundó Synthes, una compañía dedicada a fabricar tornillos y placas metálicas para la industria médica, actividad que lo convirtió en multimillonario luego de abrir una fábrica en Estados Unidos.

En la última etapa de su vida decidió donar sus dólares a cambio del verde de los bosques, decisión que ahora acaba de beneficiar a los cordobeses y a los argentinos en general.

El camino recorrido para crear el nuevo espacio protegido

Marzo de 1981. Muere el millonario Juan Feliciano Manubens Calvet (foto). La estancia Pinas, que antes perteneció a Lisandro de la Torre (foto), era parte del patrimonio que dejó. El exlegislador radical Alberto Bustos Senesi lanzó la idea de crear un parque nacional en el lugar, luego apoyada por la exsenadora nacional Norma Morandini.

Febrero de 2017. El Gobierno provincial envió a la Legislatura el convenio con la Nación para crear dos parques nacionales: el Mar Chiquita y el Traslasierra.

Septiembre de 2017. La Legislatura de Córdoba aprobó la ley de cesión del parque de la jurisdicción ambiental a Parques Nacionales, para expropiar la estancia Pinas.

Noviembre de 2017. Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto de creación del parque.

14 de marzo de 2018. El plenario de comisiones del Senado emitió dictamen favorable para crearlo.
Fuentes:
Héctor Brondo, Pinas, de estancia mítica a parque nacional, 21/03/18, La Voz del Interior.
Alberto Bustos Senesi, Una gran contribución para el desarrollo, 21/03/18, La Voz del Interior.
Sergio Carreras, Un filántropo suizo puso los millones para la operación, 21/03/18, La Voz del Interior.

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