La activista Cara
Augustenborg apoya la acción individual para reducir los gases de
efecto invernadero, pero cree que no será suficiente sin el
compromiso político y un cambio de sistema.
por Bob Berwyn
La integridad de
los climatólogos está en juego por su propia acción a la hora de
reducir las emisiones, según Cara Augustenborg, activista y
climatóloga de Dublín. Cree que si hubiera más mujeres trabajando
a favor del clima, sería más fácil concienciar al público sobre
este tema.
Sin embargo,
reducir la huella de carbono lleva su tiempo. "Si nuestra huella
de CO2 es demasiado grande, nuestra credibilidad se ve dañada. Trato
de ver mi huella de carbono como mi propio peso, yendo al gimnasio
regularmente, observando lo que como y siendo consciente de que no
voy a perder esas 10 libras (4,5 kilogramos) de una sola vez, como me
gustaría”, explica Augustenborg, que dirige Amigos de la Tierra
Europa.
Según la
activista, las acciones individuales pueden marcar la diferencia,
pero cree que se tienen que ver apoyadas por acciones políticas para
que se trate de un cambio más general.
En Irlanda, la
huella de carbono media individual se sitúa en torno a unas 13
toneladas al año. Para cumplir con los objetivos del Acuerdo de
París, debería reducirse a unas cuatro toneladas anuales.
Augustenborg ha calculado que podría reducir su huella a unas siete
toneladas. El resto sólo puede lograrse si los sistemas de
suministro de energía y transporte público del país se vuelven más
limpios. Uno de sus pasos es cambiar a un vehículo eléctrico, que
describe en su blog.
"Podemos
informar sobre todos estos cambios personales, pero mientras no
ocurra nada por parte del gobierno no podremos alcanzar el objetivo”,
explica. "Así que tal vez lo más importante que se puede hacer
es comprometerse políticamente, porque el cambio de conducta es
realmente lento. Demasiado lento para detener el cambio climático”,
señala.
"Tener menos
hijos también sería bueno para el clima. Tengo una hija. La
decisión de tener un solo hijo tiene que ver en parte con el posible
impacto climático”, explica Augustenborg a DW. "También me
pregunto si es justo tener hijos en general”. Las mujeres deberían
hablar más sobre temas climáticos y reconocer el poder que tienen
para tomar decisiones domésticas, respetuosas con el clima.
"Todos
tenemos que participar porque el tema es demasiado complejo. Hasta
ahora, sólo unas pocas mujeres han levantado la voz y eso significa
que hay menos mujeres comprometidas. Y muchas de las grandes
decisiones que afectan a la huella de carbono doméstica están
influenciadas por mujeres. Cosas como qué coche comprar, qué comer
o dónde ir de vacaciones”, cuenta. En cualquier caso, su familia
ya no vuela al extranjero de vacaciones.
Fuente:
Bob Berwyn, Cara Augustenborg: “Reducir nuestra propia huella de carbono es una cuestión de credibilidad”, 06/03/18, Deutsche Welle. Consultado 07/03/18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario