Imagen satelital de los incendios en La Pampa, el 29 de enero de 2018. Fuente: NASA Earth Observatory |
Los expertos afirman que la mayor alteración se da en las lluvias y advierten por el avance de enfermedades.
El
clima mundial está cambiando rápidamente debido al calentamiento de
la Tierra y tiene costos muy elevados para la población mundial; no
sólo para la economía de cada país sino también, para la salud
humana.
Es
que el cambio puede alterar el ámbito geográfico y la
estacionalidad de algunas enfermedades infecciosas, aumentando la
frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, perturbando los
ecosistemas de producción de alimentos e incluso, provocando
enfermedades ligadas a desastres naturales tales como las olas de
calor y de frío, inundaciones y sequías. En Argentina, esos
fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y muchos
especialistas aseguran que tiene que ver con los efectos directos del
calentamiento global.
"El
cambio climático está aquí y está sucediendo ahora. Solíamos
hablar de que era una problemática para el futuro, pero es muy claro
que es una realidad. Tiene grandes efectos en toda la Argentina,
estamos viendo un mayor flujo de agua, un aumento de las lluvias
fuera de las estaciones, problemas en el suelo, sequías extremas y
uno de los mayores impactos es tener una agricultura productiva",
asegura Amanda Starbuck Directora de Campañas para Greenpeace
Andino.
"El
calentamiento global impacta de manera significativa sobre la
variabilidad del clima, sobre todo en las precipitaciones porque al
aumentar la temperatura a nivel global, algunos ciclos se aceleran y
eso impacta muchísimo sobre la variabilidad de las lluvias. Que
tengamos cada vez con mayor intensidad y frecuencia eventos de estrés
hídrico o de exceso de agua, como hemos tenido el año pasado, es
parte de ese calentamiento global que altera el funcionamiento de la
atmósfera a nivel planetario", asegura Carlos Di Bella,
director del Instituto de Clima y Agua (INTA) e investigador
independiente de CONICET.
Di
Bella sostiene que "la situación en el país es complicada y
compleja", porque "el déficit de agua" debido a la
sequía extrema que hay en diferentes puntos de nuestro país "está
afectando considerablemente la producción agropecuaria" y esa
falta de agua "está impactando enormemente en los rendimientos,
en la producción de forraje, o en la producción de carne".
Incluso, advierte que "se están viendo cambios en el
comportamiento de determinadas especies por el cambio y la
variabilidad en el clima y ya empiezan a predominar algunas especies
sobre otras".
Fernando
Niñardo, director de Conservación y Desarrollo Sustentable de
Fundación Vida Silvestre, coincide en que "el calentamiento
global y el cambio climático exacerban mucho los fenómenos
climáticos que antes ocurrían más espaciados en el tiempo y hoy
son más recurrentes y extremos", pero afirma que aún no hay
peligro de extinción en especies autóctonas, aunque sí podrían
correr riesgos.
"Por
los cambios en el clima se generan por desacoples y eso puede afectar
a una especie, por ejemplo, en su reproducción y terminar
extinguiéndose. En el mundo hay algunas especies que están
sufriendo estos cambios climáticos. En Argentina, las especies que
están en riesgo de extinción están más ligadas al accionar del
hombre como caza furtiva o deforestación, pero no por el cambio
climático en sí", detalla el ambientalista quien agrega que
"en la bahía de Samborombón, a kilómetros de San Clemente del
Tuyú, se encuentra la última población de venados de la Pampas"
-de la que se estima que sólo quedan 150 ejemplares- y que se está
viendo afectada por los ciclos de mareas fuertes, conocidas como las
sudestadas, que cada vez son más frecuentes e intensas" y
sumado al accionar del hombre, podrían extinguirse en unos años.
La
Jefa de Trabajos Prácticos del Departamento de Ciencias de la
Atmósfera y los Océanos de la Universidad de Buenos Aires, Moira
Doyle, afirma que en nuestro país, "eventos como 'El Niño' o
su fase opuesta, 'La Niña', las sequías e inundaciones, han
ocurrido siempre, antes de que se empezara a identificar un cambio en
la temperatura global del planeta" y que "esos fenómenos
son parte de lo que llamamos la variabilidad del clima y seguirán
existiendo aun bajo un escenario de calentamiento de la atmósfera
terrestre", aunque "el calentamiento que viene observándose
a nivel global, tiene su influencia sobre la circulación de la
atmósfera y los eventos que en ella se generan y es posible que los
impactos que actualmente se han identificado asociados a eventos como
El Niño, vayan modificándose".
La
investigadora adjunta de CONICET asegura, además, que "este
cambio climático tendrá su impacto en las actividades
agropecuarias" y que "podría haber reducciones de la
producción de carne bovina en el norte de la región Pampeana,
estabilidad de la producción en el centro y aumentos en la zona
oeste, asociados principalmente a las variaciones en la producción
de forraje relacionados con un aumento progresivo de condiciones más
secas en el centro norte de la región, y el avance progresivo de
condiciones más húmedas en el oeste".
"El
cambio en las temperaturas traería como consecuencia el
desplazamiento geográfico de las zonas ganaderas. La región de
ganadería tropical, al norte de la isoterma de 26°C, se desplazaría
paulatinamente hacia el este en su límite superior y hacia el
sudoeste en su porción media e inferior. A su vez, la región
ganadera de clima templado ubicada al sur de la isoterma de 26°C
durante el mes más cálido, se comprimiría paulatinamente, a medida
que avanzan las condiciones más cálidas, ocupando el centro-sur y
centro-oeste de la provincia de Buenos Aires y el centro de La Pampa
hacia fines de este siglo", detalló Doyle, aunque advierte que
esos desplazamientos de las isotermas podrían posibilitar el
desarrollo de especies de insectos que antes no tenían las
condiciones necesarias para desarrollarse y que podrían ser
transmisores de enfermedades a regiones del país donde no existían,
afectando a la población humana como las actividades agropecuarias.
"La
mayor contribución al calentamiento global proviene de la quema de
combustibles fósiles, aceite de carbón o gas. Y es una buena
noticia mirando hacia el horizonte, que algunas de las economías más
grandes del mundo como China, India o el Reino Unido ya estén
hablando de los plazos para el final de los autos de calle que
utilizan combustibles fósiles y también, que algunas de las
economías más grandes del mundo, como Canadá, Italia, Reino Unido,
Francia y por último Estados Unidos, a pesar de que Donald Trump y
su retórica de los combustibles fósiles, ya estén trabajando en
este tema. Aquí en Argentina tenemos algunas de las Reservas de
combustibles fósiles más grandes del mundo, en Vaca Muerta.
Centrarse en desarrollar energía solar o eólica sería muy viable y
muy positivo para la economía de Argentina, incluso", continuó.
Como
primer paso para paliar esta problemática mundial, el miércoles 28
de febrero, se realizó la primera reunión de la Mesa de Relaciones
Exteriores del Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC) para
coordinar y definir los lineamientos de trabajo para las diferentes
áreas del gobierno que la integran. Allí estuvo presente el
Subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable del
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación
Argentina, Carlos Gentile, quien presentó las tareas que lleva a
cabo el Grupo de Sustentabilidad Climática bajo la Presidencia
argentina del G20.
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