Lo dijo el
legislador del Frente de Izquierda Eduardo Salas. Sostuvo además que
el desmonte nunca se detuvo y que al gobierno provincial no le
importa. Destacó la movilización popular del año pasado.
Para el
legislador provincial del Frente de Izquierda y de los Trabajadores
Eduardo Salas, el gobierno de Schiaretti no necesita una ley de
bosques para lograr las metas que se había fijado con aquel
instrumento. El borrador perdió estado parlamentario en diciembre
pasado, pero Salas no cree que el oficialismo insista en la
Unicameral. En cambio, asegura que sigue recibiendo fondos de la
Nación, pese a estar fuera de regla, y que el desmonte nunca se
interrumpió.
Salas explicó
que, si los legisladores peronistas y radicales se ponen de acuerdo,
el proyecto de ley puede volver a tomar estado parlamentario.
“De todas
formas, la ley de bosques vigente está caduca, porque se venció y
habría que actualizarla. Pero el gobierno provincial ya dijo que no
tiene intenciones de hacerlo este año. Y esto tiene que ver con que
buscan medidas más favorables para imponer lo que no pudieron hacer
por otra vía”, sostuvo el legislador del FIT.
“Yo no
descartaría un acuerdo con el gobierno nacional para modificar la
ley nacional, orientándola hacia los aspectos que Córdoba quería,
que hacía mejorar la protección del bosque”, agregó el
funcionario.
En tanto, precisó
que el gobierno provincial avanzó “en el negocio agroforestal, con
el negocio de la madera”.
Salas afirmó que
esa herramienta abre la posibilidad de implantar especies exóticas,
sobre todo coníferas y le deja al Ministerio de Agricultura la
potestad de sembrarlas dónde, cuándo y en las condiciones que
decida.
“Esto va a
traer problemas muy serios, sobre todo con los antecedentes de
incendios en plantaciones de coníferas. Digo esto porque hay un
acuerdo con una empresa misionera para la provisión de un millón de
plantines”, advirtió.
“Con esto,
intentan zafar de la necesidad de exponerse a un nuevo rechazo a la
ley. En cambio, buscan un acuerdo entre ellos de cómo imponer lo que
la gente rechazó”, agregó.
“No hay
controles”
¿Esto significa
un cambio de estrategia? Porque la idea original de la ley de bosques
era poder explotar las zonas de monte autóctono, sobre todo en el
noroeste.
Es que no hay
controles. Córdoba tuvo una ley que implicaba la prohibición total
de tala de bosques, pero igualmente el desmonte fue brutal. Y se
sigue desmontando. Por la vía de los hechos, se están dejando que
las cosas avancen en este sentido. Además, el gobierno no tiene los
recursos materiales para proteger el bosque nativo, ni los quiere
tener. Evidentemente, hay un negocio inmobiliario en el norte
cordobés. El simple cambio de zonas rojas a amarillas, que es lo que
querían aplicar, supone un negocio de 500 millones de dólares. Es
decir que hay en juego una cantidad de dinero muy importante.
Por eso quieren
llegar a un acuerdo, ya que no estaba claro quién se beneficiaba con
esa medida. Además, por supuesto, de lo que se logró con la
movilización popular en rechazo a esta ley.
Si la ley de
ordenamiento territorial cordobesa está vencida, ¿la Provincia
sigue recibiendo fondos?
Hasta ahora, le
siguen mandando los fondos. Es lo que nos han informado a nosotros.
Cuando planteamos ese tema, nos dijeron que los fondos para el año
pasado ya los tenía la Provincia. Creo que por algo el gobierno de
Schiaretti no muestra desesperación por los fondos y tampoco hemos
visto una intimación del gobierno nacional de que Córdoba
regularice su situación o dejará de recibir fondos. Lo que sí veo
es un acuerdo entre Cambiemos y Unión Por Córdoba para avanzar en
colocar bajo la actividad económica a zonas que hoy no podrían ser
explotadas.
Fuente:
“Están logrando en los hechos lo que querían con la ley de bosques”, 29/01/18, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 30/01/18.
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