domingo, 3 de septiembre de 2017

Unas 3.700 hectáreas ardieron en dos días

El foco de fuego que se inició en Punilla el jueves por la noche seguía activo anoche. El punto más complicado está en Cosquín y se espera poder controlarlo durante este domingo.

por Fernando Colautti

El fuego lleva dos semanas complicando a Córdoba. En estos 15 días, unas seis mil hectáreas resultaron quemadas en toda la provincia. De ese total, el incendio mayor es el que anoche, al cierre de esta edición, continuaba activo en la zona central del valle de Punilla.

Según algunos cálculos aún extraoficiales, pero sostenidos sobre imágenes satelitales, hasta anoche el foco iniciado en cerros cercanos a Santa María de Punilla cuando caía el jueves ya acumulaba unas 3.700 hectáreas quemadas en 48 horas.

La semana anterior, otro incendio complejo se había expandido sobre 2.500 hectáreas de la reserva natural militar de La Calera (entre la Capital y Villa Carlos Paz). Sumando otros focos menores en el resto de la provincia, serían unas seis mil las hectáreas afectadas en 15 días. De ese modo, el año 2007 acumularía unas 7.500 hectáreas en total.

Para comparar: en 2016 se quemaron 10.300 hectáreas en toda la provincia, en el año con menos fuego de las dos últimas décadas.

Cosquín, complicado
Anoche, la preocupación domi­naba a los vecinos de Cosquín. Desde el mediodía de ayer el fuego que antes quemó montañas de pastizales y bosques en la zona limítrofe entre los departamentos Punilla y Colón, se acercó demasiado a dos de sus barrios: La Mandinga y San José Obrero.

Las llamas estuvieron a escasos 100 metros de viviendas que ya habían sido evacuadas.

Diego Concha, director de Defensa Civil de la Provincia, señaló a las 20, desde ese lugar, que el fuego que parecía un par de horas antes ya controlado cerca del radio urbano había vuelto a girar hacia ese sector, tapizado de montes. Allí los bomberos daban pelea en la línea de fuego y lo harían –auguró– durante toda la noche.

Concha precisó que a ese foco se sumaba otro activo, más arriba en los cerros, sin viviendas cercanas. A la vez, hacia el lado este de ese cordón serrano (en dirección hacia La Calera y Villa Allende, sobre la región de Sierras Chicas), cuando caía la noche se había reiniciado un foco que parecía ya controlado cerca del paraje Casa Bamba, pegado a la ruta que une La Calera con el dique San Roque.

Por la tarde se habían controlado otros varios flancos en la misma región. Pero el fuerte viento sur no dio respiro en toda la jornada y jugaba a favor de las llamas.

El Ministerio de Gobierno señaló ayer que dos jóvenes, menores de edad, fueron identificados como supuestos iniciadores del primer fuego en Santa María de Punilla. No hay casi antecedentes en Córdoba de condenas judiciales por estas situaciones, complejas de probar.

Ayer hubo, como cada día de las últimas semanas, una decena de incendios más en Córdoba, aunque acotados y rápidamente controlados antes de que requirieran una mayor movilización.

Bomberos exhaustos en la línea de combate

Llegan de toda la provincia, pero deben quedar otros en reserva.

230 fueron los bomberos que ayer trabajaron en los focos de Punilla y de Colón. Mañana, en tres días de tarea, se habrían turnado unos 500. Hay cinco mil en la provincia.

Los fuegos de antes y los de ahora

Lo que ha cambiado con el tiempo es que el fuego genera más alarma y urgencias porque ahora las urbanizaciones llegaron hasta zonas donde, décadas atrás, sólo dominaban el monte y los pastizales.

por Fernando Colautti

Siempre hubo fuego en Córdoba. Por razones climáticas y de tipo de vegetación, las llamas acompañaron a esta provincia -y sobre todo a sus sierras- desde que los comechingones y los sanavirones eran sus dueños.

Hasta hace apenas algunas décadas, cuando empezaron a estimarse las superficies quemadas, era habitual que se sucedieran años en que sumaban entre 100 mil y 200 mil las hectáreas afectadas. En los últimos 15 años, sólo en tres (2003, 2009 y 2013) se llegó a esos niveles.

Lo que ha cambiado con el tiempo es que el fuego genera más alarma y urgencias porque ahora las urbanizaciones llegaron hasta zonas donde, décadas atrás, sólo dominaban el monte y los pastizales. Es lo que los bomberos llaman “incendios de interfase”: las llamas en torno a viviendas y poblaciones.

Una investigación de Pablo Argañaraz (para Conicet y para la UNC), que este diario publicó días atrás, le puso números a esa impresión: hay al menos 144 mil edificaciones en áreas vulnerables al fuego, en toda la zona serrana (desde Alpa Corral al sur, hasta Ischilín al norte), y sin contar las Sierras Grandes. Cada vez más, cada incendio forestal supone compromisos para gente. Cada vez más, requiere mejor prevención y mayor movilización para controlarlo.

La necesidad de evitar que Córdoba se haga humo, de todos modos, no es sólo para impedir que las llamas afecten a personas o propiedades. Hay otra alarma encendida, que genera quizá menos sensación de emergencia, pero que ya es igualmente vital para el futuro de los cordobeses: la sustentabilidad ambiental de una provincia que ya no se puede seguir dando el lujo de perder más bosques y degradando los suelos de sus Sierras.

Tanto es así que al debate de cómo prevenir y controlar los incendios debiera sumarse ya el de cómo remediar sus daños.

Sin pronóstico de alivio climático en la zona
No se prevén lluvias hasta el próximo fin de semana.

Con probabilidades de lluvia mínimas o nulas para toda la semana, recién se espera agua para el sábado 9 y el domingo 10. Los vientos se mantendrán leves y moderados, principalmente desde el sur, con ráfagas de hasta 30 kilómetros por hora. Hoy bajará la temperatura.
Las llamas cercaron a un barrio de Cosquín: hubo 160 evacuados

Cerca de 115 personas se autoevacuaron. Otras 50 fueron trasladadas en un colectivo hacia un centro de evacuación.

por Fernando Agüero

El miedo los sacó de sus casas bien temprano. Durante la madrugada, el fuego no detuvo su marcha sobre los cerros de Cosquín y de Santa María de Punilla, y en el barrio San José Obrero, ubicado al pie de los cerros, se vivieron horas de extrema tensión. Es que las llamas estuvieron muy cerca de las viviendas y el humo nubló todo.

Los bomberos dieron aviso y desde la Municipalidad de Cosquín se activaron todas las alarmas. Cerca de 115 personas se autoevacuaron, mientras que otras 50 fueron trasladadas en un colectivo hacia un centro de evacuación.

Jesica Villarreal estuvo allí unas horas con sus hijos. Llegó más temprano que el resto de la gente porque quería que la viera un médico por un problema de salud. “Cuando me quise volver a casa, me dijeron que no podía”, dijo Jesica, quien se quedó con sus tres hijos en el Centro Integrador Comunitario, ubicado en la parte baja del barrio. “Ahora estoy preocupada por los animales, tenemos caballos y gallinas”, decía ayer por la tarde.

Fuego cerca
Eloísa Villalba tuvo las llamas a metros de su casa. “Pasamos mucho miedo a la noche porque se veía el fuego en la montaña”, afirmó, y agregó: “Vino gente de la Municipalidad y me trajeron para el centro de evacuados con mis hijos”.

Rita Romero también la pasó mal. Tiene un hijo discapacitado, que se moviliza en silla de ruedas, y ella padece asma. A media mañana, el humo ya no le permitía respirar.

Al mediodía vinieron de Defensa Civil a evacuarnos. Me atendieron y me sacaron del cuadro de asma”, contó, y apuntó: “Me preocupé mucho por mis hijos, ya que no se podía respirar”.

En el transcurso de la tarde, algunos de los evacuados pudieron volver a sus casas o se ubicaron con familiares.

El intendente de Cosquín, Gabriel Musso, estuvo al frente del operativo montado desde el municipio y afirmó que se vivieron horas de mucha tensión.

En ese sector viven familias humildes, dedicadas a las tareas del campo, y la mayoría tiene animales.

Tuvimos el fuego muy cerca de las viviendas, lo que derivó en que se decidieran las evacuaciones”, remarcó el intendente, y apuntó: “Tuvimos un trabajo intenso con la colaboración de los bomberos de toda la provincia, los intendentes y Defensa Civil”. El centro operativo se armó en el Aeródromo de Santa María de Punilla.

Promesa de asistencia
Afirmó que recibió una llamada del gobernador Juan 
Schiaretti en la que le informó que, una vez evaluadas las pérdidas materiales, se usará el fondo para desastres para asistir a familias damnificadas.“Son viviendas rurales y tuvimos un caso de una niña que vive en una carpa de oxígeno y que fue trasladada al hospital Domingo Funes”, explicó.

La imagen que se repite en cada incendio forestal es el trabajo intenso de los bomberos voluntarios de distintos puntos de las Sierras, expertos en el trabajo en la montaña.

Ayer los rostros reflejaban un cansancio acumulado de tres días: muchos de ellos comenzaron a batallar el jueves a la tarde, cuando las llamas se iniciaron en el paraje Puerto de Patos, de Santa María de Punilla.

Fuentes:
Fernando Colautti, Unas 3.700 hectáreas ardieron en dos días, 03/09/17, La Voz del Interior. Consultado 03/09/17.
Fernando Colautti, Los fuegos de antes y los de ahora, 03/09/17, La Voz del Interior. Consultado 03/09/17.
Fernando Agüero, Las llamas cercaron a un barrio de Cosquín: hubo 160 evacuados, 03/09/17, La Voz del Interior. Consultado 03/09/17.

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