El foco de fuego
que se inició en Punilla el jueves por la noche seguía activo
anoche. El punto más complicado está en Cosquín y se espera poder
controlarlo durante este domingo.
por Fernando
Colautti
El fuego lleva
dos semanas complicando a Córdoba. En estos 15 días, unas seis mil
hectáreas resultaron quemadas en toda la provincia. De ese total, el
incendio mayor es el que anoche, al cierre de esta edición,
continuaba activo en la zona central del valle de Punilla.
Según algunos
cálculos aún extraoficiales, pero sostenidos sobre imágenes
satelitales, hasta anoche el foco iniciado en cerros cercanos a Santa
María de Punilla cuando caía el jueves ya acumulaba unas 3.700
hectáreas quemadas en 48 horas.
La semana
anterior, otro incendio complejo se había expandido sobre 2.500
hectáreas de la reserva natural militar de La Calera (entre la
Capital y Villa Carlos Paz). Sumando otros focos menores en el resto
de la provincia, serían unas seis mil las hectáreas afectadas en 15
días. De ese modo, el año 2007 acumularía unas 7.500 hectáreas en
total.
Para comparar: en
2016 se quemaron 10.300 hectáreas en toda la provincia, en el año
con menos fuego de las dos últimas décadas.
Cosquín,
complicado
Anoche, la
preocupación dominaba a los vecinos de Cosquín. Desde el
mediodía de ayer el fuego que antes quemó montañas de pastizales y
bosques en la zona limítrofe entre los departamentos Punilla y
Colón, se acercó demasiado a dos de sus barrios: La Mandinga y San
José Obrero.
Las llamas
estuvieron a escasos 100 metros de viviendas que ya habían sido
evacuadas.
Diego Concha,
director de Defensa Civil de la Provincia, señaló a las 20, desde
ese lugar, que el fuego que parecía un par de horas antes ya
controlado cerca del radio urbano había vuelto a girar hacia ese
sector, tapizado de montes. Allí los bomberos daban pelea en la
línea de fuego y lo harían –auguró– durante toda la noche.
Concha precisó
que a ese foco se sumaba otro activo, más arriba en los cerros, sin
viviendas cercanas. A la vez, hacia el lado este de ese cordón
serrano (en dirección hacia La Calera y Villa Allende, sobre la
región de Sierras Chicas), cuando caía la noche se había
reiniciado un foco que parecía ya controlado cerca del paraje Casa
Bamba, pegado a la ruta que une La Calera con el dique San Roque.
Por la tarde se
habían controlado otros varios flancos en la misma región. Pero el
fuerte viento sur no dio respiro en toda la jornada y jugaba a favor
de las llamas.
El Ministerio de
Gobierno señaló ayer que dos jóvenes, menores de edad, fueron
identificados como supuestos iniciadores del primer fuego en Santa
María de Punilla. No hay casi antecedentes en Córdoba de condenas
judiciales por estas situaciones, complejas de probar.
Ayer hubo, como
cada día de las últimas semanas, una decena de incendios más en
Córdoba, aunque acotados y rápidamente controlados antes de que
requirieran una mayor movilización.
Bomberos
exhaustos en la línea de combate
Llegan de toda la
provincia, pero deben quedar otros en reserva.
230 fueron los
bomberos que ayer trabajaron en los focos de Punilla y de Colón.
Mañana, en tres días de tarea, se habrían turnado unos 500. Hay
cinco mil en la provincia.
Los fuegos de
antes y los de ahora
Lo que ha
cambiado con el tiempo es que el fuego genera más alarma y urgencias
porque ahora las urbanizaciones llegaron hasta zonas donde, décadas
atrás, sólo dominaban el monte y los pastizales.
por Fernando
Colautti
Siempre hubo
fuego en Córdoba. Por razones climáticas y de tipo de vegetación,
las llamas acompañaron a esta provincia -y sobre todo a sus
sierras- desde que los comechingones y los sanavirones eran sus
dueños.
Hasta hace apenas
algunas décadas, cuando empezaron a estimarse las superficies
quemadas, era habitual que se sucedieran años en que sumaban entre
100 mil y 200 mil las hectáreas afectadas. En los últimos 15 años,
sólo en tres (2003, 2009 y 2013) se llegó a esos niveles.
Lo que ha
cambiado con el tiempo es que el fuego genera más alarma y urgencias
porque ahora las urbanizaciones llegaron hasta zonas donde, décadas
atrás, sólo dominaban el monte y los pastizales. Es lo que los
bomberos llaman “incendios de interfase”: las llamas en torno a
viviendas y poblaciones.
Una investigación
de Pablo Argañaraz (para Conicet y para la UNC), que este diario
publicó días atrás, le puso números a esa impresión: hay al
menos 144 mil edificaciones en áreas vulnerables al fuego, en toda
la zona serrana (desde Alpa Corral al sur, hasta Ischilín al norte),
y sin contar las Sierras Grandes. Cada vez más, cada incendio
forestal supone compromisos para gente. Cada vez más, requiere mejor
prevención y mayor movilización para controlarlo.
La necesidad de
evitar que Córdoba se haga humo, de todos modos, no es sólo para
impedir que las llamas afecten a personas o propiedades. Hay otra
alarma encendida, que genera quizá menos sensación de emergencia,
pero que ya es igualmente vital para el futuro de los cordobeses: la
sustentabilidad ambiental de una provincia que ya no se puede seguir
dando el lujo de perder más bosques y degradando los suelos de sus
Sierras.
Tanto es así que
al debate de cómo prevenir y controlar los incendios debiera sumarse
ya el de cómo remediar sus daños.
Sin pronóstico
de alivio climático en la zona
No se prevén
lluvias hasta el próximo fin de semana.
Con
probabilidades de lluvia mínimas o nulas para toda la semana, recién
se espera agua para el sábado 9 y el domingo 10. Los vientos se
mantendrán leves y moderados, principalmente desde el sur, con
ráfagas de hasta 30 kilómetros por hora. Hoy bajará la
temperatura.
Las llamas
cercaron a un barrio de Cosquín: hubo 160 evacuados
Cerca de 115
personas se autoevacuaron. Otras 50 fueron trasladadas en un
colectivo hacia un centro de evacuación.
por Fernando
Agüero
El miedo los sacó
de sus casas bien temprano. Durante la madrugada, el fuego no detuvo
su marcha sobre los cerros de Cosquín y de Santa María de Punilla,
y en el barrio San José Obrero, ubicado al pie de los cerros, se
vivieron horas de extrema tensión. Es que las llamas estuvieron muy
cerca de las viviendas y el humo nubló todo.
Los bomberos
dieron aviso y desde la Municipalidad de Cosquín se activaron todas
las alarmas. Cerca de 115 personas se autoevacuaron, mientras que
otras 50 fueron trasladadas en un colectivo hacia un centro de
evacuación.
Jesica Villarreal
estuvo allí unas horas con sus hijos. Llegó más temprano que el
resto de la gente porque quería que la viera un médico por un
problema de salud. “Cuando me quise volver a casa, me dijeron que
no podía”, dijo Jesica, quien se quedó con sus tres hijos en el
Centro Integrador Comunitario, ubicado en la parte baja del barrio.
“Ahora estoy preocupada por los animales, tenemos caballos y
gallinas”, decía ayer por la tarde.
Fuego cerca
Eloísa Villalba
tuvo las llamas a metros de su casa. “Pasamos mucho miedo a la
noche porque se veía el fuego en la montaña”, afirmó, y agregó:
“Vino gente de la Municipalidad y me trajeron para el centro de
evacuados con mis hijos”.
Rita Romero
también la pasó mal. Tiene un hijo discapacitado, que se moviliza
en silla de ruedas, y ella padece asma. A media mañana, el humo ya
no le permitía respirar.
“Al mediodía
vinieron de Defensa Civil a evacuarnos. Me atendieron y me sacaron
del cuadro de asma”, contó, y apuntó: “Me preocupé mucho por
mis hijos, ya que no se podía respirar”.
En el transcurso
de la tarde, algunos de los evacuados pudieron volver a sus casas o
se ubicaron con familiares.
El intendente de
Cosquín, Gabriel Musso, estuvo al frente del operativo montado desde
el municipio y afirmó que se vivieron horas de mucha tensión.
En ese sector
viven familias humildes, dedicadas a las tareas del campo, y la
mayoría tiene animales.
“Tuvimos el
fuego muy cerca de las viviendas, lo que derivó en que se decidieran
las evacuaciones”, remarcó el intendente, y apuntó: “Tuvimos un
trabajo intenso con la colaboración de los bomberos de toda la
provincia, los intendentes y Defensa Civil”. El centro operativo se
armó en el Aeródromo de Santa María de Punilla.
Promesa de
asistencia
Afirmó que
recibió una llamada del gobernador Juan
Schiaretti en la que le
informó que, una vez evaluadas las pérdidas materiales, se usará
el fondo para desastres para asistir a familias damnificadas.“Son
viviendas rurales y tuvimos un caso de una niña que vive en una
carpa de oxígeno y que fue trasladada al hospital Domingo Funes”,
explicó.
La imagen que se
repite en cada incendio forestal es el trabajo intenso de los
bomberos voluntarios de distintos puntos de las Sierras, expertos en
el trabajo en la montaña.
Ayer los rostros
reflejaban un cansancio acumulado de tres días: muchos de ellos
comenzaron a batallar el jueves a la tarde, cuando las llamas se
iniciaron en el paraje Puerto de Patos, de Santa María de Punilla.
Fuentes:
Fernando Colautti, Unas 3.700 hectáreas ardieron en dos días, 03/09/17, La Voz del Interior. Consultado 03/09/17.
Fernando Colautti, Los fuegos de antes y los de ahora, 03/09/17, La Voz del Interior. Consultado 03/09/17.
Fernando Agüero, Las llamas cercaron a un barrio de Cosquín: hubo 160 evacuados, 03/09/17, La Voz del Interior. Consultado 03/09/17.
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