sábado, 2 de septiembre de 2017

Unas 2.500 hectáreas se quemaron ayer entre Punilla y las Sierras Chicas

Ese incendio seguía activo anoche, cerca de la ruta entre La Calera y el dique San Roque. Hubo otros focos, controlados antes de su expansión. Hoy puede ser otro día complicado.

por Fernando Colautti

Se venía anticipando, entre los sectores ligados al control del fuego en Córdoba, que agosto y septiembre serían meses especialmente complejos.

A las condiciones climáticas esperables -y que se están cumpliendo- se sumaba una masa combustible en forestaciones y pastizales recargada por tres años con lluvias por encima del promedio histórico y con incendios por debajo de lo habitual.

Agosto cumplió ese pronóstico, con unas 3.500 hectáreas quemadas en Córdoba. Y septiembre empezó aun peor: ayer, con vientos intensos y escasa humedad, el fuego ardió en un solo día sobre unas 2.500 hectáreas, en un foco que se inició en la noche del jueves cerca de Santa María de Punilla y que 24 horas después seguía activo, tras avanzar en dirección a La Calera y Villa Allende, hacia la región de Sierras Chicas.

Anoche, al cierre de esta edición, las llamas amenazaban con llegar hasta la ruta que une La Calera con el dique San Roque, a la altura del paraje Casa Bamba, donde 16 personas fueron preventivamente evacuadas.

Durante el día, con 150 bomberos y los aviones hidrantes de la Provincia y la Nación, se controló el avance hacia la localidad de Santa María de Punilla, pero el viento (que en la zona montañosa llegó a los 75 kilómetros por hora) expandió las llamas en otras direcciones. Hacia el norte, avanzó en dirección al cerro Pan de Azúcar (Cosquín), aunque a la noche esa línea parecía ya controlada. Mientras, hacia el este las complicaciones se mantenían.

Una imagen satelital a las 14 ya advertía que unas 1.800 hectáreas ya se habían quemado. Esta vez, la mayor parte fue de pastizales serranos y la superficie de bosques resultó minoría.

Ayer hubo decenas de focos menores pero al menos dos más requirieron alguna movilización mayor. Uno fue en Salsipuedes, con supuesto origen en quemas del basural municipal. El otro se registró en las Altas Cumbres, con inicio en un campo vecino al Parque Nacional Quebrada del Condorito, donde las llamas alcanzaron a entrar, pero afectando una escasa superficie antes de ser sofocadas. En ese caso, se lo adjudicaba anoche a un puestero que iniciaría con frecuencia fuegos para quemar pastos secos.

Para hoy, un riesgo apenas menor
Hoy el viento rotaría al sur y haría bajar la temperatura y subir la humedad. De riesgo extremo se pasaría a alto.

Alto impacto en la reserva natural La Calera tras los seis días de fuego

De todos los fuegos de este año, el que durante seis días de la semana pasada avanzó sobre la reserva natural militar La Calera fue el de peores consecuencias en lo ambiental. Quemó unas 2.500 hectáreas de bosques y pastizales en un “área protegida” entre la Capital y Carlos Paz.

La primera cifra en base a imágenes satelitales, apenas controlado el fuego, estimaba la superficie afectada en dos mil hectáreas. Las ahora actualizadas muestran que fueron algo más de 2.500, de las 13.800 hectáreas que componen esa “Reserva Natural de la Defensa”. Son tierras que pertenecen al Ejército pero que desde 2009 son consideradas área protegida y desde 2012 gestionadas entre la fuerza militar y la Administración de Parques Nacionales.

Marcos Ferioli, director de la Región Centro de Parques Nacionales, admitió que el impacto para la reserva es elevado. “Además de afectar casi el 20 por ciento de su superficie, más de la mitad de lo quemado fue hacia el oeste, en la zona cercana al dique San Roque y Malagueño, donde se ubica el bosque nativo maduro”, graficó.

Se trata de uno de los bosques autóctonos en mejor estado de conservación de toda la provincia. Además, llevaba varias décadas sin tomar fuego. “Ahora hay personal relevando los daños en terreno. Además de cuánto se quemó hay que ver con qué intensidad de fuego, de eso dependerán los tiempos de recuperación del monte”, señaló Ferioli.

El área este de la reserva, hacia La Calera y Capital, tuvo varios focos pero menores y esa zona tiene más pastizales y arbustales que bosques maduros. La reserva representa el pulmón verde más relevante del Gran Córdoba. Combina, justo en un mismo territorio, dos ecorregiones: el espinal (más arbustivo) y el bosque chaqueño (más arbolado).

El seguro impacto inicial es que en las 2.500 hectáreas quemadas los suelos perderán calidad y se facilitará su erosión ante las próximas lluvias, sobre todo en terrenos con pendientes. Las cenizas además serán arrastradas en buena parte hacia el río Suquía y el lago San Roque, agravando su ya degradado cuadro.

A la vez, habrá secuelas por medir en la fauna del lugar. Por ser espacios no urbanizados y sin actividad productiva, la reserva ostenta gran variedad de aves y reptiles, y mamíferos ya con muy escasa presencia en Córdoba, como pecarí de collar, puma, corzuela parda, gato moro o yaguarondí, hurón, gato montés y otros.

El impacto del fuego puede generar ahora el debate sobre mejores medidas de prevención de siniestros en ese espacio clave para la sustentabilidad ambiental del área más poblada de la provincia.

Desde 2012, cuando se creó el comité de gestión entre Ejército y Parques Nacionales, se reglamentó que esas 13.800 hectáreas serán preservadas en estado natural, sin posibilidad de uso para cultivos agrícolas, actividades industriales o desarrollos urbanos.

Un tema por revisar serán las líneas de Epec: una hipótesis es que el fuego se inició al hacer caer el viento una línea eléctrica que cruza la reserva. Otro punto es el vecino basural a cielo abierto de Carlos Paz, donde las quemas sin control son periódicas.

A Juan y a Luis se les quemó la peperina

La garita de Yocsina, a un costado de la ruta de Córdoba a Carlos Paz, es la posta en los viajes periódicos que Juan Moretta y Luis Barrionuevo hacen para recolectar la peperina que c rece en las sierras. De su venta viven.

Este miércoles fue pobre la cosecha durante seis horas que recorrieron en los campos de la reserva natural militar La Calera. La zona de monte nativo, cercana al di que San Roque, fue devastada por el incendio forestal que la semana anterior convirtió en cenizas mucho bosque. Y ahí dentro, mucha peperina se hizo humo.

El día que se inició el fuego yo venía en el colectivo a hacer este trabajo y cuando vi que se quemaba todo empecé a llorar”, dice Juan. El miércoles volvieron y lo que encontraron fue un desastre. “Caminamos seis horas: tres para lleg ar a la montaña y otras tres para volver y nos vamos con muy poco”, apunta Luis.“Está todo quemado”, agrega Juan, quien se lamenta que era de los mejores sitios que quedaban par a la recolección del yuyo serrano.

Desde mis 8 años junto peperina. Tengo 40 y toda mi familia se dedica a esto. Ahora estamos en problemas”, cuenta Juan, qu e vive en Villa Unión, en Córdoba.

Fuentes:
Fernando Colautti, Unas 2.500 hectáreas se quemaron ayer entre Punilla y las Sierras Chicas, 02/09/17, La Voz del Interior. Consultado 02/09/17.
Alto impacto en la reserva natural La Calera tras los seis días de fuego, 02/09/17, La Voz del Interior. Consultado 02/09/17.
A Juan y a Luis se les quemó la peperina, 02/09/17, La Voz del Interior. Consultado 02/09/17.

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