jueves, 10 de agosto de 2017

El pacto entre Unión por Córdoba y Cambiemos por la Unidad Turística Embalse

El intendente de Embalse, Federico Alesandri, y el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, en febrero de 2017.


Dobles discursos, peleas simuladas y negociaciones encubiertas alrededor de un viejo complejo hotelero destinado al turismo social.

por Cristian Basualdo

EMBALSE, 1 de agosto de 2017.- El vicegobernador de la Provincia de Córdoba y candidato a diputado nacional de Unión por Córdoba (UpC), Martín Llaryora, asiste a una reunión en la Confitería Capri que culmina con la firma de un Acta Compromiso en Defensa de la Unidad Turística Embalse y los Trabajadores. Llaryora recuerda que “en esa Unidad está la historia de Embalse”, y advierte que es momento de poner este tema sobre la mesa “para que las autoridades nacionales se comprometan a decir qué política van a efectuar sobre el turismo social, pero específicamente sobre la Unidad de Turismo de Embalse”.

Unos minutos antes el intendente de Embalse, Federico Alesandri, había llamado a “defender que no se cierre uno de los símbolos más importantes que tuvo la justicia social en Córdoba y en el país, como es el complejo hotelero. Eso es lo que necesitamos cuando nos enfrentamos a esta elección de medio término”. A su turno el legislador por Calamuchita, Carlos Alesandri, trepó esa ardua colina detrás de la cual solo queda el llanto, al recordar su juventud en la Unidad Turística Embalse (UTE), “si no lo pueden manejar que lo digan de una vez, que la Provincia, la Región y el Municipio de Embalse estamos dispuestos a levantar esa obra”, pidió el legislador casi a los gritos.

La UTE es un ícono del primer peronismo, fue construida entre 1946 y 1955, cuenta con 7 hoteles y 51 cabañas, además de edificios para la administración, servicio médico, servicios generales, museo, confitería y natatorio; está destinada a planes turísticos dirigidos a familias carenciadas, jubilados y escolares, lo que se dio en llamar turismo social. Un video de 1953 la muestra en su época de esplendor, incita a la nostalgia, y también produce escalofríos si lo comparamos con su estado actual, donde reina la agonía en espacios otrora llenos de vida, y una pátina de tristeza cubre absolutamente todo.


 

Las deficiencias se repiten de hotel en hotel: filtraciones en los paramentos exteriores de las columnas de sanitarios y servicios, falta de mantenimiento en revoques y pintura exterior, rotura de vidrios, deterioro del maderamen de puertas y ventanas. Como así también el agua de red no cumple -desde hace largo tiempo- con la normativa vigente, y la planta cloacal arroja desechos al lago.

Hay una cierta hipocresía en las palabras de Llaryora, porque su Gobierno tiene a cargo una parte de la UTE que se encuentra tan deteriorada como el resto de las instalaciones; Llaryora promete hacer como diputado lo que no hizo como vicegobernador. Efectivamente, en 1980 el Estado Nacional transfirió a la Provincia los derechos y obligaciones por la operación de la plantas de agua y cloacas de la UTE y, lejos de mantenerlas correctamente, la Provincia intentó abandonarlas en 2014. Quien suscribe este artículo le preguntó a Llaryora por este tema, en una entrevista radial que el lector puede escuchar haciendo clic aquí, a mitad del audio interrumpe Federico Alesandri para dar su versión del asunto.

En la superficie semántica del discurso de Llaryora se encuentran argumentos en defensa de las economías regionales, sazonados con componentes simbólicos y épicos del primer peronismo. Sin embargo, en un segundo sustrato de sentido aparece el enfrentamiento con el Gobierno Nacional, una vieja receta del conservadurismo lúcido que gobierna Córdoba desde el regreso de la democracia. “Córdoba es una isla” repetía Angeloz como un mantra, mientras culpaba a Menem de todos los males que aquejaban a su administración; algo parecido hizo De la Sota con el “Cordobesismo” y sus peleas con Cristina; ahora le toca a Schiaretti impostar un conflicto con Macri. Como la política no es para reir ni llorar, solo para entender, corresponde decir que UpC y Cambiemos se enfrentan para la tribuna. Además de votarle todas las Leyes en el Congreso, UpC fue clave en la victoria de Cambiemos a nivel nacional. Mauricio Macri se sentó en el sillón presidencial gracias al 71,5 % de los votos que sacó en Córdoba. En este marco fáctico se entiende que el ministro de Turismo de Macri, Gustavo Santos, sea un histórico dirigente de UpC, titular de la Agencia Córdoba Turismo entre 2007 y 2015.


Hotel N° 5 abandonado. En 1982 la empresa encargada de refuncionalizarlo se robó el parquet y el mármol.


La UTE saltó al ruedo de la campaña electoral con un informe emitido por el canal de noticias C5N el 16 de julio de 2017. El equipo periodístico entrevistó a referentes kirchneristas de Calamuchita, que pusieron énfasis en las disminución de las prestaciones turísticas desde que Cambiemos llegó al poder. En las redes sociales hubo quienes calificaron de oportunista al informe de C5N, porque el deterioro de las instalaciones viene de larga data y eso incluye el período kirchnerista. Aún así el trabajo de C5N no es muy diferente al realizado por TN en la Unidad Turística Chapadmalal -gemela a la de Embalse-, y TN es un canal mas bien oficialista.

Detrás de cada lugar abandonado hay una historia que explica su condición, la de la UTE es más bien sinuosa y dramática. Su declive comenzó en la última dictadura militar, mientras el país se endeudaba y la gente desaparecía, en Embalse circulaban versiones sobre el cambio de uso de los Hoteles. Hacia 1982 el Ministerio de Acción Social encaró la refuncionalización del Hotel N.º 5 y la dejó sin terminar; la empresa que realizaba los trabajos se robó el parquet y el mármol. Actualmente el edificio, ubicado estratégicamente en la zona central del parque de la UTE, se visualiza ruinoso.

El cierre de la UTE a fines del siglo pasado dejó una marca indeleble en los embalseños, ocurrió en abril de 1999, Menem lo hizo, mejor dicho su secretario de Turismo, Francisco “Paco” Mayorga, jaqueado por los escándalos de corrupción alrededor de las licitaciones para las unidades turísticas de Embalse y Chapadmalal, no encontró mejor jugada que cerrar los Hoteles. En febrero de 2000 el secretario de Turismo de De la Rúa, Hernán Lombardi, reabrió 3 hoteles, “el que se queda parado, retrocede. Por lo tanto, un edificio parado se deteriora rápidamente” explicó Lombardi en aquella oportunidad. Conviene recordar tanto al funcionario como a la frase.

Durante la campaña presidencial de 2015, la UTE se convirtió en una zona de promesas: Scioli apoyado por Carlos y Federico Alesandri firmó un Acta de Compromiso para la UTE, mientras que Macri solo se limitó a confirmar la continuidad del complejo. Hernán Lombardi habló por radio Delta y prometió que Cambiemos no iba a cerrar los Hoteles. Posteriormente, ya con Macri en el poder, Cambiemos Embalse presentó un Dossier de la UTE en el que se lee: “Cada día que la UTE esté cerrada es crítico para los embaseños. Por eso, es importante para nosotros que cualquier proyecto de remodelación se organice de forma tal que, al menos, cinco de nuestros siete hoteles permanezcan siempre en funcionamiento”.

La JPRO de Gustavo Santos

A poco de asumir el ministro Santos designó a su hijo como jefe de asesores de gabinete, y a dos ex colaboradores suyos de la Agencia Córdoba Turismo: Alejandro Lastra, como secretario de Turismo de la Nación; y Roberto César Sposetti, como secretario de Innovación, Tecnología y Calidad Turística. Un dato es clave: Sposetti se desempeña además como asesor comunicacional de UpC. La “JPRO” de Gustavo Santos designó también al administrador de la UTE, Fernando Bertello, un militante de UpC y ex compañero de estudios de Lastra.

El desembarco de UpC en la UTE provocó una enérgica queja por parte de Cambiemos Calamuchita. Para calmar los ánimos intervino la senadora cordobesa del PRO, Laura Rodríguez Machado, sumando a la dirección del complejo a Eduardo Pereyra, referente del PRO Calamuchita, y a un contador que ni vale la pena mencionar porque al poco tiempo se alejó de Embalse. Así quedó conformada una “comisión normalizadora” para “relevar el estado administrativo y patrimonial”; de esta manera (que esconde una diputa por los cargos públicos) Cambiemos informó las novedades a La Voz del Interior el 23 de enero de 2016; en la misma nota Pereyra sostuvo que la UTE se convertitía en una “unidad de lujo” para revalorizar al turismo social, y que “la idea es que los siete hoteles estén funcionando”. 


El administrador de la UTE, Fernando Bertello, fue director de Turismo de Villa General Belgrano durante la administración del intendente Medina (UpC), en la boleta de 2015 Bertello figura como candidato a concejal suplente.


Rodríguez Machado, ex secretaria de Economía en la Municipalidad de Córdoba durante la gestión de UpC a cargo de Germán Kammerath, es un ejemplo de la colusión entre Cambiemos y UpC; “Schiaretti entiende la política como Cambiemos” le dijo no hace mucho a la Voz del Interior. Actualmente Kammerath es el “armador” de Cambiemos a nivel provincial.

Para sorpresa de nadie, ni las promesas de Lombardi, ni el Dossier de Cambiemos Embalse, impidieron el cierre de la UTE, que se produjo en mayo de 2016 y fue anunciado por 40 días. En ese tiempo se concretaron mejoras en las condiciones de hospedaje de los beneficiarios, sin embargo los trabajos se ejecutaron con bajo presupuesto y en algunos casos desguazando Hoteles que quedaron definitivamente cerrados, eso explica la falta de cerraduras del Hotel N.º 1.

Para darse cuenta de la magnitud del recorte basta señalar que la administración de Cambiemos cerró 3 de los 6 hoteles, el natatorio y la confitería Saturno; además redujo el parque automotor. Un relevamiento de la Multisectorial Embalse indica una disminución en la cantidad de turistas: 86.495 en 2014, 62.945 en 2015, 28.878 en 2016, y 12.479 en lo que va del 2017. A este sombrío panorama se agregaron los recortes al Programa Nacional de Turismo Educativo, que garantizaba a niños de escuelas rurales la posibilidad de vacacionar en las unidades turísticas de Embalse o Chapadmalal.

La localidad de Embalse teme el cierre de la UTE, de alguna manera el deterioro del complejo exhibe dos cosas que la cultura occidental rechaza: la pobreza y la muerte. Los Hoteles nos hablan de la inexorable pérdida de nuestros objetos más preciados y denuncian a gritos el infinito precio de cada instante; nos recuerdan que el deterioro anida en nosotros, está siempre presente, aún en los momentos en que es una mera proyección de futuro. La lucha de Embalse contra el cierre de la UTE es la lucha de toda persona contra la muerte.


El natatorio de la UTE en su época de esplendor. Felicidades eternizadas por una máquina fotográfica.

 

Las protestas por el cierre fueron encabezadas por Federico Alesandri, junto con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE); “y es nuestro objetivo inmediato de cuidar las fuentes de trabajo de todos los embalseños y especialmente de quienes dependen de la Unidad Turística Embalse” dijo el intendente durante una marcha en la rotonda del Monolito el 18 de mayo de 2016. Lo irónico de esta historia es que unos meses antes Alesandri había echado medio centenar de empleados municipales. La expectativa de trabajo es un poderoso disciplinador social en Embalse, el hecho de que alguien consiga trabajo por contrato o a tiempo parcial, tiene un efecto demostración: por cada puesto de trabajo se cuenta más de un voto, hay que sumar el de los familiares y los votos de todos aquellos a quienes le prometieron empleo para después de las elecciones. Una vez terminado el calendario electoral los votos ya no son necesarios y los empleados representan un gasto.

Durante el resto del 2016 Alesandri mantuvo su firme posición en defensa de la UTE, y al mismo tiempo inició negociaciones con los funcionarios de UpC del Ministerio de Turismo de la Nación. Y como en política se paga de contado, acordaron con Lastra que la Nación pagaría a la Municipalidad de Embalse 200 mil pesos mensuales -a través de la Agencia Córdoba Turismo-, para el corte de pasto y de yuyos durante la temporada estival.

La canibalización de la UTE

Desde un primer momento Cambiemos intentó transferir los Hoteles a diversos sindicatos, “el ministro Santos junto con el ministro Triaca han hablado con algunos gremios para ver si ellos pueden hacer la inversión” explicó Rodríguez Machado en declaraciones radiales a comienzos del 2017. También le ofrecieron el Hotel N.º 1 a la Provincia, pero nadie aceptó el convidado de ladrillos. Federico Alesandri explicó en una entrevista radial que quiere la UTE pero además 200 millones de pesos por año.

Una cosa es segura: Hotel que cambia de uso, Hotel que se pierde para el turismo social, ya sea porque se trasfirió a un sindicato o porque cambió de jurisdicción. El plan de Cambiemos es lograr la autosustetabilidad de la UTE, dicho de otra manera: no poner ni un peso.


El Polideportivo de la UTE fue construido durante la tercera presidencia de Perón. La cúpula fue diseñada por el arquitecto Osvaldo Pons, especialista en estéreo estructuras reticuladas de grandes luces, que diseñó el Complejo Ferial Córdoba.


La única iniciativa que sigue en pie es la transferencia del Polideportivo a la Municipalidad de Embalse, y se complica por las deficiencias de mantenimiento. Una inspección del Servicio de Seguridad e Higiene del Ministerio de Turismo concluyó que las columnas de alumbrado se encuentran en un nivel de riesgo alto. Como así también un canal excavado en 1991, cundo Carlos Alesandri era intendente de Embalse, presenta un riesgo no tolerable y entre las medidas sugeridas para mitigarlo sugiere realizar un vallado y señalar con carteles.

Por su parte, uno de los administradores de la UTE, Eduardo Pereyra, anunció una licitación por 27 millones de pesos para la construcción de los techos de 2 hoteles -el N.º 4 y el N.º 7- el centro médico y la galería de la pileta. Pero en el mejor de los casos (que no se trate solo de un anuncio pre electoral), el Estado Nacional concentraría sus esfuerzos en los hoteles abiertos, mientras que los hoteles cerrados lentamente quedarán convertidos en una tumba de ladrillos.


Antigua tarjeta postal de la UTE que permite apreciar el inmenso parque obra del general Pistarini.


El director de Prestaciones Turísticas del Ministerio de Turismo de la Nación, Alejandro Geretto, se reunió recientemente con Federico Alesandri; Geretto no vino solo a Embalse, lo acompañaron funcionarios de la Agencia de Administración de Bienes del Estado. Acordaron confeccionar un “Master Plan para la integración de la UTE al Municipio de Embalse”; detrás de este extraordinario lenguaje eufemístico se oculta la canibalización de la UTE para la especulación inmobiliaria. El complejo hotelero ocupa unas 200 hectáreas, pero el Estado Nacional es propietario de terrenos aledaños que en total triplican esa superficie. La atomización de las parcelas para la actividad privada puede ocupar lentamente el perilago y reducir la superficie boscosa, convirtiendo a los viejos Hoteles en una versión mediterránea del albergue Warnes.

El paisaje del Estado de Bienestar

¿Quién no ha imaginado con vida los lugares muertos? Especular, conjeturar respecto de lo que pudo haber sido, es una operación que se vuelve casi ineludible. En una Tesis de grado de la Universidad de Mendoza sede Río Cuarto, se modeló la recuperación y puesta en valor de la UTE. El imperdible trabajo titulado “El paisaje del Estado de Bienestar” se puede ver haciendo clic aquí.

La cultura es el hábitat de hombre. Por eso depende de la mirada que nuestra cultura arroja sobre el mundo el trato que le damos a todas las cosas. Donde el mercado es asignador de valores, el turismo social pierde trascendencia. No es casualidad que los tres períodos de decadencia de la UTE coinciden con ciclos de endeudamiento externo, desregulación del mercado interno y especulación financiera.

A mediados del siglo pasado el turismo social era una utopía, cuando las Unidades Turísticas de Embalse y Chapadmalal abrieron sus puertas muy poca gente se anotaba, porque los pobres contemplaban las vacaciones como algo distante, irreal, propio de la gente adinerada, característica de una clase a las que ellos no pertenecían. La propuesta de Perón tuvo que ser consolidada con una fuerte campaña publicitaria cuya frase central fue: “Usted se paga el pasaje y el gobierno el hospedaje”.

En los Hoteles está la historia de Embalse -tiene razón Llaryora- y aún se mantienen en pie, descascarados, pero con hidalguía. Su triste realidad es el producto de la inoperancia, inacción o desinterés de los hombres. Tal vez a la malograda utopía del general Pistarini sólo le resta esperar, vestida de mugre y humedad, su completa desaparición. El problema es que para que otra cosa pase tienen que transformarse hábitos muy difíciles de desarraigar.

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