Peones rurales
expulsados de los campos se refugian en el pueblo y acuden al
Municipio en busca de ayuda. Otro sector seriamente afectado es el
transporte debido a la imposibilidad de sacar las cosechas.
Arias.- El agua
no da tregua a esta localidad del sureste provincial que sufre la
peor crisis hídrica y el impacto de ésta se evidencia en la
economía del pueblo, donde la actividad se retrae en todos los
sectores y cada vez son más los vecinos que acuden al Municipio a
pedir ayuda.
El intendente
Matías Gvozdenovich dijo que el agua expulsó a muchas familias de
los campos, y son estos trabajadores quienes deben ser asistidos por
el gobierno local. Otro sector fuertemente golpeados es el de los
camioneros, que esperaban estos meses para hacer la diferencia con
las cosechas pero, al no tener cómo sacarlas, desde hace meses están
parados. Es justamente el rubro del transporte el que evalúa
manifestarse en el corto plazo si no se avanza en la reparación de
los caminos rurales.
“Hay gente que
estaba en tambos y ahora está en el pueblo y viene a la
Municipalidad a pedir trabajo. Los camioneros no pueden trabajar, y
demandas sociales hay permanentemente”, señaló al Puntal de Río Cuarto el
mandatario ariense.
Al resentirse
estos sectores, otros eslabones de la cadena económica también
sufren el impacto por la caída de las ventas y, de no revertirse en
el corto plazo, el intendente advirtió que también los ingresos
impositivos se resentirán: “Si esto sigue así, se va a complicar.
Y si los ingresos caen, decretaré la emergencia económica. Necesito
respuestas, reclamamos lo que necesitamos. No pedimos obras
faraónicas, pero sí que cada área, sea Vialidad, Recursos
Hídricos, haga lo que tenga que hacer. Yo estoy para acompañar y
colaborar en todo, pero el Municipio solo no puede hacer nada”, en
clara referencia a las obras que esta localidad y la zona rural están
esperando para que se hagan canales y se tracen nuevos caminos por
donde poder circular y sacar la producción lechera, agrícola y
ganadera.
E insistió
Gvozdenovich en que el Municipio no tienen capacidad económica para
afrontar determinadas obras, y menos aún en la actual realidad en la
que a diario llega gente al Municipio a pedir ayuda.
Son numerosos los
puestos laborales que se perdieron sólo en tambos. Y en los últimos
días se sumó la incertidumbre de qué ocurrirá con una planta
industrial ubicada a la vera de la ruta Nº 8, donde el agua se
encuentra a metros de sus instalaciones. El lugar tiene 100
trabajadores directos y temen que la inundación obligue a parar la
producción.
Arias es una de
las poblaciones en el sureste provincial más comprometida por
grandes lagunas que la rodean. A pesar de que las lluvias no fueron
copiosas en las últimas semanas, la situación en nada ha mejorado.
Sólo bastaron 30 milímetros la semana pasada para que esas masas
hídricas volvieran a provocar problemas.
Testimonios
En la zona rural
el malestar de los productores es aún mayor porque temen perder sus
cosechas, ya que a pesar de tenerlas en silobolsas no pueden ser
retiradas de los campos por falta de caminos.
El
establecimiento de Luis Bressán se encuentra sobre la ruta 12, a
corta distancia del cruce con la nacional 8. Hace un año y medio que
tiene sus instalaciones cubiertas de agua.
"Todos los
vecinos están en las mismas condiciones que yo. Las corrientes
subterráneas están haciendo mucho daño. Solamente acá llovieron
45 milímetros, pero hay otras zonas donde llovió más y las napas
siguen en ascenso".
Bressán dice que
hay que evitar los conflictos porque la gente de esas regiones es de
trabajo. "Si hacemos cortes de ruta, si nuestras economías no
funcionan, si no podemos producir por el agua, esto es un combo".
Este productor
que contaba con un establecimiento modelo de producción porcina
sostiene que la labor del intendente será de la de convencer a las
autoridades del departamento, de allí al gobierno de la Provincia y
así hasta llegar al Presidente.
Fernando Rossi,
un vecino de la zona, precisó que la situación es angustiante y
pidió al gobernador Juan Schiaretti que visite y recorra la zona con
los pobladores. Afirmó que ello al menos aliviaría el malestar y
evitaría que se tomen medidas más drásticas como la que plantean
los transportistas de manifestarse en la ruta.
Rossi sostuvo que
la problemática se agravará con el paso de los días. "En lo
que va de agosto llevamos cerca de 60 milímetros, pero lo más grave
es que en la zona de Rufino, que más o menos está en la misma línea
que nosotros, llovieron 70 milímetros. Esas aguas van a venir a
estas regiones, las cuencas subterráneas ejercen cada vez más
presión. Nuestro pueblo, al igual que otros muy cercanos, está en
situación de riesgo por la inmensa presión de las cuencas
subterráneas", expuso Rossi.
Corroborando los
dichos de este contratista rural, vecinos de Arias manifiestan que
hoy cualquier contingencia climática es para preocuparse. Si hay
lluvias, las aguas agravan el problema hídrico. En las primeras
horas de la mañana de ayer, el fuerte viento sur levantó oleajes en
las lagunas situadas a muy corta distancia de la ruta 8, la que, de
continuar la situación de lagunas en ascenso, sigue cada vez más
comprometida.
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Fuente:
Arias: la inundación golpea fuerte la economía y crece la demanda social, 13/08/17, El Puntal de Río Cuarto.
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