La Provincia
evalúa cobrar los gastos en casos de intencionalidad o negligencia.
Sería un criterio similar al de los rescates por extravíos en
montañas, que nunca se aplicó.
por Fernando
Colautti
“Por el
incendio en Villa Quillinzo se quemaron 100 hectáreas por
irresponsabilidad de un mayor, que inició el fuego por un asado;
ahora está detenido”. El tuit emitido desde el Ministerio de
Gobierno alude a uno de los muchos incendios rurales que se
registraron el fin de semana pasado sobre suelo cordobés.
Desde hace años,
el Plan Provincial de Manejo del Fuego sostiene que más del 90 por
ciento de los incendios tienen origen intencional o vinculado a
negligencias o descuidos humanos.
Algunos terminan
provocando enormes daños al ambiente, al paisaje, a economías
regionales y a propiedades públicas y privadas. Hubo casos en los
que el fuego consumió también vidas humanas.
En Córdoba se
fueron sumando leyes y normas. Ahora está en evaluación otra:
“Estamos viendo si se pueden ponderar los gastos promedio de un
operativo para apagar un incendio rural y una norma que obligue al
que lo origina en forma intencional o por negligencia a que se haga
cargo de ese costo”, adelantó Claudio Vignetta, secretario de
Gestión del Riesgo de la Provincia.
La idea sería
fijar los módulos de costo que representan el uso de un avión
hidrante y la movilización de bomberos, según horas y cantidades
utilizadas.
En caso de ser
incorporada, la novedad será hermana de otra que jamás pudo ser
aplicada: desde 2012, una norma fija que quienes se extravíen en
“zonas de riesgo” (los cerros Champaquí, Los Gigantes y
Uritorco) deben asumir el costo de los operativos de rescate, si la
razón es adjudicable a descuidos o negligencias. En cinco años, ese
criterio jamás se aplicó. Para algunos, porque es imposible en la
práctica. Otros hasta dudan de la legalidad.
Con ese
antecedente, fuentes del Ministerio de Gobierno admiten que la
aplicación efectiva puede ser dudosa, pero que la norma serviría
como una advertencia más que sume concientización.
Actualmente, el
Código de Convivencia Ciudadana (ex Código de Faltas) de Córdoba
establece que “serán sancionados con multas de hasta 50 unidades o
arresto de hasta 50 días quienes prendieren fuego en predios urbanos
o rurales, públicos o privados, sin observar precauciones que eviten
su propagación”, y que “la sanción será de hasta 120 días de
arresto, no redimible por multa, cuando el fuego se prendiere en
períodos en que la Provincia dicte la emergencia ambiental por
riesgo de incendios”. Ese período suele establecerse entre mayo y
noviembre.
De todos modos,
las sanciones hasta ahora han sido escasas y no hay casi antecedentes
de causas penales con condenas, aunque una ley prevea imputaciones
por el delito de estrago culposo.
En el caso de
Quillinzo (Calamuchita), un vecino de 54 años fue quien llamó a los
bomberos para admitir que se le había escapado un fuego desde su
casa serrana. Este tornó incontrolable y quemó 100 hectáreas de
montes y pastizales. La Policía dijo que fue cuando intentaba hacer
un asado. Su abogado, que ocurrió al quemar restos del jardín. Fue
detenido y luego liberado, pero quedó imputado por estrago culposo.
Por qué 2017
puede ser un año complicado
En ese marco, el
funcionario admite que aunque hasta ahora hayan sido sólo mil las
hectáreas afectadas, si se llegara a terminar el año con 11 mil,
como en 2016, sería un “muy buen resultado”.
En lo que va de
2017, suman algo más de mil las hectáreas que resultaron quemadas
por incendios en Córdoba, según el Plan Provincial de Manejo del
Fuego. Restan, hasta noviembre, los meses de mayor riesgo. Pero si la
situación no se desmadra puede que este año se asemeje al anterior,
cuando en total hubo fuego en unas 11 mil hectáreas, el nivel más
bajo de las dos últimas décadas.
El pasado fin de
semana, con viento y calor, fue el más complicado de 2017. Sólo el
sábado, el Foro Ambiental Córdoba relevó más de 90 focos en la
provincia, sobre la base de un sistema satelital que detecta fuegos
en todo el planeta.
Hubo focos
complicados en zonas serranas con monte, como San Antonio (Punilla);
la reserva de La Calera (Sierras Chicas) y Villa Quillinzo
(Calamuchita), además de numerosos incendios en zona llana, que
avanzaron sobre rastrojos secos en campos ya cosechados.
Claudio Vignetta,
secretario de Gestión de Riesgo de la Provincia, señaló que “hasta
ahora el año ha sido tranquilo”, pero advirtió que “no hay que
bajar la guardia. Según comentó, cada cuatro años suelen darse
picos de mayor incidencia de fuego. “Fueron graves en 2009 y 2013.
En 2017, si se dieran las condiciones, hay que tener mucho cuidado.
Cada cuatro años se da uno más seco: 2009 y 2013 lo fueron y este
lo es, en comparación con los tres anteriores, que tuvieron más
lluvias y humedad. Eso además dejó una mayor masa vegetal
disponible, o sea, más carga combustible”, citó Vignetta. Si
entre agosto y septiembre se suceden varias semanas seguidas sin
lluvias, el riesgo será alto.
En ese marco, el
funcionario admite que aunque hasta ahora hayan sido sólo mil las
hectáreas afectadas, si se llegara a terminar el año con 11 mil,
como en 2016, sería un “muy buen resultado”.
Fuentes:
Fernando Colautti, Quien genera un incendio, ¿paga el costo?, 26/07/17, La Voz del Interior. Consultado 27/07/17.
Por qué 2017 puede ser un año complicado, 26/07/17, La Voz del Interior. Consultado 27/07/17.
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