El secretario de
ambiente y legisladores oficialistas continúan con su recorrido en
busca de avales para la "herramienta técnica" que se
pretende usar en el nuevo ordenamiento territorial de los bosques
nativos.
por Tiago Nabis
Una reunión a
puertas cerradas se desarrolló ayer en dependencias del
Vicerrectorado, en el tercer piso del Pabellón Argentina. Estuvieron
presentes Javier Britch, secretario de ambiente de la provincia, el
secretario de agricultura Juan Cruz Molina Hafford y algunos de los
legisladores que promueven el proyecto de modificación de la Ley de
Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos, entre ellos Carlos
Presas. Por parte de la universidad estaban presentes el rector Hugo
Juri y los decanos de la Facultad de Ciencias Exactas, Pablo
Recabarren y de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Juan Marcelo
Conrero. Unos pocos docentes e investigadores de ambas facultades
pudieron asistir, negándose el ingreso al resto de los presentes.
Un aspecto
notable de la reunión es la ausencia de comunicaciones oficiales. No
figura en las páginas web de la Universidad Nacional de Córdoba ni
de la Secretaría de Ambiente, ni fue anunciado previamente a la
comunidad universitaria. En algunos casos, los investigadores y
docentes invitados recibieron su invitación ayer, a última hora de
la tarde y de manera informal. No había una lista concreta de los
asistentes a esta reunión. Claramente se esperaba un pequeño número
de asistentes, porque la reunión se llevó a cabo en una sala con
capacidad para quince personas.
La reunión
comenzó con la exposición de Javier Britch sobre la “herramienta
técnica” creada para implementar un nuevo ordenamiento de los
bosques nativos. Curiosamente, su exposición ante un público
calificado y exponiendo aspectos técnicos careció de toda
profundidad. No hay objeciones serias a realizar un ordenamiento
territorial utilizando sistemas de información geográficos, pero
son los detalles técnicos de su implementación los que determinan
las áreas a conservar y qué porcentaje de esas áreas se asignan a
las diferentes categorías de conservación.
Ante las
repetidas observaciones de varios asistentes sobre cuáles fueron los
criterios utilizados, Britch se escudaba en afirmar que “es
solamente un ejemplo” y que la forma de determinar si un área debe
ser considerada de máximo valor de conservación (categoría roja) o
de mínimo valor (categoría verde) se encuentra “abierta a la
discusión”. No se mostraron, además, las capas que se utilizaron
para el sistema de información geográfica. En particular, no se
mostró la capa con información sobre la vegetación de la
provincia.
La reunión
pareció tener como objetivo continuar con la estrategia de obtener
avales a la “herramienta técnica” por parte de diferentes
especialistas. Por ejemplo, hace poco la provincia anunció que había
recibido el aval de los técnicos del Ministerio de Ambiente de la
Nación. Si bien se menciona que este aval contiene numerosas
objeciones, hasta ahora estas objeciones no han trascendido.
Teniendo en
cuenta que diferentes medios de comunicación han anunciado el
interés del gobierno por avanzar en junio con el tratamiento de la
nueva ley de bosques, no llama la atención que se realice una
reunión preparatoria y tan desprovista de contenido técnico,
precisamente en la Universidad Nacional de Córdoba. ¿En qué
momento se pondrán a disposición de la comunidad los detalles del
nuevo ordenamiento de los bosques nativos? Según palabras del
rector, presente en la reunión, cuando este material esté
disponible la universidad seguirá “las vías administrativas
habituales” para emitir una opinión. ¿Quiénes serán los
encargados de evaluar técnicamente el proyecto? ¿Podrán hacerlo en
quince o siete días antes de la sanción de una nueva ley? Todos
estos mecanismos no fueron aclarados en la reunión.
Fuente:
Tiago Nabis, El Gobierno busca a la Universidad de Córdoba para avalar la ley de bosques, 25/05/17, La Izquierda Diario. Consultado 26/05/17.
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