Datos
de la ONG Guyra indican que el año pasado se perdieron más de 1.600
hectáreas de bosque nativo. La Provincia aún no informó los datos
de su monitoreo. A pedido de La Voz, la Policía Ambiental informó
sobre intervenciones ilegales en zona roja en el primer semestre.
por Lucas Viano
Aunque
a cuentagotas, el bosque nativo cordobés sigue desapareciendo. Entre
enero y noviembre de 2016 se perdieron 1.619 hectáreas. Esto es a
razón de 6,5 canchas de fútbol como la del estadio Mario Kempes por
día.
Los
datos surgen de un monitoreo realizado por la ONG Guyra, el cual
examina el desmonte en todo el ecosistema Gran Chaco de América del
Sur a través de imágenes satelitales.
Desde
septiembre de 2014, la Policía Ambiental de Córdoba también
realiza un monitoreo sobre las intervenciones en el bosque nativo.
Sin embargo, hasta ayer no había publicado datos de 2016 en su sitio
web oficial.
La
Voz, finalmente, recibió los datos correspondientes al primer
semestre del año pasado, luego de varios pedidos desde inicio de
año.
Según
este informe oficial, se detectaron 254,9 hectáreas de desmonte
total y 218,2 hectáreas intervenidas por rolado (desmonte
selectivo), que se realiza para el mantenimiento en áreas con
historial de uso agrícola ganadero.
El
total informado oficialmente es de 473,1 hectáreas para el primer
semestre. La cifra es menor que las 862,2 hectáreas detectadas por
Guyra para el mismo período.
Una
explicación de la diferencia entre ambas fuentes puede ser que desde
noviembre de 2015 la Policía Ambiental sólo informa las
intervenciones ilegales en la zona roja, la superficie con bosque
nativo que tiene mayor protección según la ley vigente de
ordenamiento territorial de bosques (9.814).
Antes
también contabilizaba el desmonte en zona amarilla y el que se
realizaba con autorización de la Secretaría de Ambiente de la
Provincia (desmonte legal).
Federico
Kopta, presidente del Foro Ambiental Córdoba, asegura que esta
demora y la falta de precisión en la información reducen la
capacidad de control por parte de los ciudadanos.
“Por
ejemplo, impide detectar lugares donde resulta mayor la problemática
de desmonte total, desmonte selectivo o rolado de mantenimiento.
También permite inferir que podría haber excesos en las
autorizaciones”, asegura Kopta.
Y
agrega: “Nos queda como única fuente pública y accesible el
relevamiento mensual de la Asociación Guyra Paraguay”.
En su
momento, las autoridades provinciales criticaron el monitoreo de esta
ONG, aunque fue el puntapié inicial para que Córdoba pusiera en
marcha su propio monitoreo.
Alberto
Yanosky, presidente de la ONG, reconoce que cualquier sistema de
monitoreo es perfectible. “Puede haber fallas. El bosque chaqueño
de Córdoba es menos del uno por ciento de toda la superficie que
monitoreamos, con lo cual es posible que exista algún error a
microescala”, asegura.
En
detalle
De
acuerdo con el informe de la Policía Ambiental, el departamento con
más desmonte en el primer semestre de 2016 fue Río Seco (212,9
hectáreas), mientras que en Cruz del Eje se registró la mayor
superficie con desmonte selectivo: 171,3 hectáreas.
En
tanto, según los datos de Guyra, los meses de 2016 con más desmonte
en Córdoba fueron junio (577 hectáreas) y agosto (265).
Yanosky
asegura que en su monitoreo de todo el ecosistema chaqueño en
Sudamérica están observando más desmontes en áreas con un alto
valor para la conservación de la biodiversidad y también en
sectores ubicados en categoría roja, según la ley nacional
argentina.
“Es
importante que Córdoba tenga su propio sistema de monitoreo del
bosque nativo, para evitar que se siga deforestando”, entiende.
Kopta
también cree que el monitoreo oficial es una herramienta clave.
“En
tiempos de debate de la actualización de la Ley de Ordenamiento
Territorial de Bosques Nativos, esta reticencia en la publicación de
información actualizada y completa agrega, innecesariamente, un
motivo de irritación y suspicacia a la ciudadanía”, asegura el
biólogo.
Debate
inconcluso en la Legislatura de Córdoba
Desde
fin de 2016 se discute la modificación de la ley.
Proyecto.
Busca modificar la actual ley de ordenamiento territorial de bosques
nativos. La iniciativa es resistida por ONG, el Movimiento Campesino
y parte de la población, mientras que las entidades rurales
entienden que la normativa necesita cambios.
Necesarios.
La ley nacional señala que deben protegerse los bosques nativos
porque funcionan como reguladores hídricos que impiden inundaciones
y sequías. También regulan el clima y ayudan a mitigar el cambio
climático, entre otros servicios ambientales.
Fuente:
Lucas Viano, En 2016 se desmontó el equivalente a 6,5 canchas de fútbol por día, 09/03/17, La Voz del Interior. Consultado 09/03/17.
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