jueves, 9 de marzo de 2017

Córdoba, un caso de estudio a nivel mundial

Córdoba ha tenido una de las tasas de desmonte más altas del mundo. En 2016 se desmontó el equivalente a 6,5 canchas de fútbol por día.

por Lucas Viano

El Gran Chaco es la segunda región boscosa de América del Sur y es uno de los ecosistemas más amenazados debido al avance de la frontera agrícola.

El norte y el oeste de nuestra provincia están en el extremo sur de esta región natural, en la primera línea de fuego. Por este motivo, Córdoba apenas conserva el tres por ciento de los 12 millones de hectáreas de bosques nativos que tenía a inicios del siglo 20.

Son apenas 380 mil hectáreas de bosques bien conservados, a las que deberían sumarse otras 800 mil de bosques abiertos y unos 2,2 millones de hectáreas de matorrales con potencial de volver a ser bosques.

La mayoría de ese desmonte sucedió entre la década de 1960 y el 2000, cuando la tasa anual de deforestación fue del 5 al 9 por ciento, mientras que en el Amazonas no llegaba al 0,4 por ciento.

Entre 1998 y 2006, esta medición fue del 2,5 al 2,9 por ciento, la más alta del país y una de las más altas del planeta. Esta es la primera razón para que nuestra provincia pueda ser considerada un caso de estudio a nivel mundial.

La segunda razón es que, desde hace algunos años, la sociedad cordobesa ha sabido defender el poco bosque nativo que queda.

El mejor ejemplo fue la multitudinaria marcha de la semana pasada. Más de 20 mil personas se manifestaron en contra de un proyecto para cambiar la actual ley de bosques nativos, que proponía reducir a la mitad las hectáreas de bosque nativo protegidas.

Los legisladores y el Ejecutivo decidieron barajar de nuevo ante semejante demostración cívica.

La presión social, en especial de las ONG, fue la que también motivó a la Provincia a desarrollar un sistema de monitoreo del desmonte, desde septiembre de 2014.

Aunque parece una iniciativa novedosa, es lo que exige la ley. Sin embargo, es quizá la única provincia que realiza este seguimiento. Este es un tercer motivo para decir que Córdoba es un caso de estudio único.

Sin embargo, en noviembre de 2015, el monitoreo comenzó a cambiar y en 2016 dejó de publicarse. El listado de infractores por desmonte tampoco se actualiza desde abril del año pasado.

De nada sirve tener la mejor ley si no se generan los instrumentos para monitorear su cumplimiento y si no se sanciona a los infractores.

Los cordobeses hemos perdido una herramienta clave para conocer una de las variables ambientales esenciales de cualquier territorio.

Como parece haber ocurrido con la idea de reformar la ley de bosques nativos, la Provincia también está a tiempo de retroceder y realizar un monitoreo transparente, con datos públicos de todas la intervenciones, sean estas legales o ilegales, y realizadas en cualquier rincón del territorio provincial.

De lo contrario, quizá se convierta en la primera provincia en quedarse sin bosques nativos. Otra razón para pensar que 
Córdoba seguirá siendo un caso de estudio a nivel mundial.

Fuente:
Lucas Viano, Córdoba, un caso de estudio a nivel mundial, 09/03/17, La Voz del Interior. Consultado 09/03/17.

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