El 52 % de las
especies de mamíferos nativos de la región se encuentra en peligro
de extinción, en estado vulnerable o casi amenazado.
por María
Alejandra Giantomasi
Entre Navidad y
Año Nuevo, específicamente el pasado miércoles 28 de diciembre, un
grupo de legisladores pretendía aprobar en la Legislatura provincial
una reforma a la ley de ordenamiento territorial del bosque nativo
que lejos está de preservar y proteger el 3,6 por ciento del bosque
nativo original que aún conserva nuestra tan degradada provincia de
Córdoba.
Gracias a la gran
movilización de la comunidad a lo largo y ancho de toda la
provincia, la reforma de la ley será tratada en el curso de este
año.
De resultar
sancionada esta reforma por la Legislatura, serían arrasadas cerca
de dos millones de hectáreas de bosque nativo y su fauna asociada
con un alto valor de conservación.
De esta manera,
se habilitarán actividades prohibidas en zonas de alto valor para la
conservación de la biodiversidad, como la actividad ganadera,
minera, el desmonte químico y el rolado, entre muchas otras.
La principal zona
afectada es el remanente de bosque nativo que se encuentra al
noroeste de la provincia.
Estos bosques
poseen un alto valor biológico de conservación, ya que proveen
importantes servicios ecosistémicos, entre los que se destacan: la
regulación del ciclo del agua, que mejora su infiltración,
retención y protección de los suministros para consumo humano; la
fijación de carbono, que atenúa los efectos del cambio climático
global; la conservación de suelos, que mejora la estructura y el
contenido de materia orgánica y disminuye la erosión hídrica y
eólica; la conservación de la diversidad biológica y el refugio de
especies animales y vegetales.
En peligro
El bosque nativo
abarca no sólo al estrato superior de árboles adultos; también
incluye al estrato arbustivo o fachinal, el cual aporta servicios
ambientales indispensables por ser refugio de distintas especies de
aves, mamíferos, anfibios, reptiles e insectos que cumplen una
función fundamental en procesos de polinización y dispersión de
semillas, entre otras.
Por dar un
ejemplo, según un reciente informe de un equipo multidisciplinario
que incluye a miembros de la Universidad Nacional de Córdoba, el
Conicet y organizaciones ambientalistas, el 52 % de las
especies de mamíferos nativos de la región se encuentra en peligro
de extinción, en estado vulnerable o casi amenazado. Si se aprobara
el uso del rolo, este estrato se vería muy perjudicado.
Lamentablemente,
los cordobeses ya hemos conocido el efecto que produce avanzar sobre
el monte nativo: localidades inundadas como consecuencia de la
pérdida de cobertura vegetal que regula la retención del agua de
lluvia; aumentos en el nivel de las napas freáticas que reducen la
productividad de campos por formación de lagunas, salinización y
erosión de suelos, y desaparición de especies valiosas, entre otros
problemas.
El bosque nativo
es un bien ambiental, social y cultural, es nuestra identidad; por lo
tanto, es responsabilidad de toda la sociedad cordobesa velar por su
cuidado y exigir a los distintos organismos oficiales acciones y
pautas claras de conservación y protección.
María
Alejandra Giantomasi es doctora en
Biología
Fuente:
María Alejandra Giantomasi, Un bien ambiental, social y cultural, 05/01/17, La Voz del Interior. Consultado 27/01/17.
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