jueves, 26 de enero de 2017

Tesoro amazónico amenazado por empresas petroleras

25 de enero de 2017. Ubicado en el extremo norte de Brasil, donde el río Amazonas se encuentra con el mar, el arrecife de coral abarca 9500 mil kilómetros cuadrados -equivalente a 44 veces la Ciudad de Buenos Aires- y se extiende desde la Guyana Francesa hasta el estado brasileño de Marañón.

De acuerdo con los científicos que anunciaron su descubrimiento en abril de 2016 (1), este ecosistema podría ser uno de los hallazgos más importantes de las últimas décadas en biología marina por sus inusuales características: sobrevive en aguas salobres y turbias, mientras que la mayoría de los arrecifes se ubican en aguas saladas y claras. Además, su salud ofrece información sobre cómo los ecosistemas de coral pueden responder a la aceleración del calentamiento global.

A pesar de que el equipo de 30 biólogos marinos sólo reveló el 5 % de este sistema conformado por corales, rodolitos y esponjas, las empresas petroleras Total y BP -esta última responsable del derrame más grande en la historia de Estados Unidos (2)- tienen planeado empezar a explorar en los próximos meses. Se estima que las reservas son de aproximadamente 15 billones de barriles.

"Debemos defender el arrecife y toda la región de la boca del río Amazonas de la codicia corporativa que pone las ganancias por delante del medio ambiente", dijo Soledad Sede, miembro del equipo de campañas de Greenpeace Andino. Uno de los bloques de Total está a sólo 8 kilómetros del arrecife, y los procesos de concesión de licencias ambientales ya están en marcha.

"Tras ratificar el Acuerdo de París, el Presidente brasileño Michel Temer declaró que la cuestión climática es una obligación para todos los gobiernos. Si el compromiso de su gobierno es serio, Brasil debe impedir la exploración de petróleo en la región. Es necesario mantener los combustibles fósiles en la tierra si queremos evitar catástrofes climáticas", agregó Sede.

Perforar en esta zona significa un riesgo constante de derrame. El Parque Nacional de Cabo Orange alberga el mayor ecosistema de manglares del mundo y no se conoce tecnología capaz de limpiar petróleo en un lugar de estas características. Además, los riesgos en esta área son mayores debido a las fuertes corrientes y sedimentos que acarrea el Río Amazonas. Hasta el momento, allí se perforaron 95 pozos de los cuales 27 fueron abandonados por accidentes mecánicos y el resto debido a la ausencia de gas y petróleo.

La cuenca del Amazonas también es hábitat del manatí americano, la tortuga amarilla del río Amazonas, jaguares, delfines, y las nutrias de río que ya están en peligro de extinción según la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de 2014. Una parte de la población, tal como las 80 comunidades Quilombolas y ribereñas que viven ahí, dependen económicamente de la pesca.

El primer indicio de que aquí podrían existir corales data de 1977 (3), cuando algunos investigadores observaron peces en la zona. Para conocer más acerca de este bioma, el barco de Greenpeace Esperanza, está navegando la zona junto a científicos y expertos. "Vamos a reunir gente de todo el mundo para decirle a las compañías que cancelen sus planes de hacer perforaciones cerca del arrecife", dijo Sede.

Actuá para defender el arrecife del Amazonas, participá haciendo click aquí.

Notas:
Fuente:
Tesoro amazónico amenazado por empresas petroleras, 25/01/17, Greenpeace Argentina. Consultado 26/01/17.

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