Así lo determina
una investigación en curso, que demuestra que no sólo mantiene el
equilibrio entre los animales, sino que también influye en la
vegetación.
por Laura Rocha
Los depredadores,
como el puma, son muy importantes para la salud de los ecosistemas.
No sólo cuando se habla de las especies animales, sino que también
influyen en el paisaje. Estas son dos conclusiones, que se pueden
extrapolar a otros hábitats, a la que llegó un investigador
argentino del Conicet que trabaja desde hace años en el Parque
Nacional San Guillermo, en San Juan.
"El parque
es como un gran laboratorio al aire libre. En 2004 empezamos a
trabajar aquí y empezamos de cero. Primero, determinamos que el
predador más importante era el puma; luego a evaluar los efectos
sobre el ecosistema y hemos observado que es muy positivo para su
equilibrio", explicó a La Nación Emiliano Donadío, biólogo
del Inibioma-Conicet, uno de los investigadores que lleva adelante el
proyecto San Guillermo.
Donadío hizo su
posgrado en Estados Unidos, en Wyoming. "En el parque nacional
Yellowstone reintrodujeron a los lobos, que el hombre había
extinguido. Los lobos se recuperaron y comenzaron a haber un montón
de efectos sobre el paisaje. A partir de esta investigación y de
otra, realizada con insectos, se me ocurrió empezar a evaluar qué
es lo que pasaba aquí, en este lugar", indicó.
El proyecto, que
se prolongará algunos años, ya produjo un mapa donde se observa que
la mayor intensidad de uso del paisaje por pumas en el Parque
Nacional San Guillermo se solapa con aquellas áreas de uso público
efectivo o potencial. Estos datos no sólo proveen información
ecológica sobre los pumas sino que pueden ser utilizados para
planificar la visita de una forma más segura. A través de los
collares con conexión satelital, con los que fueron equipados los
pumas, se pudieron mapear sus localizaciones, visitar los sitios y
determinar que en los eventos de depredación las vicuñas
representaron la principal presa, el 75 %, siguiendo en importancia
guanacos, el 24 %, y liebres representando en conjunto solo el 1 por
ciento.
El puma también
beneficia a la vegetación. "Hemos podido observar que las
vicuñas, que son presas, consumen mayor vegetación en lugares más
llanos, en donde pueden ver claramente la amenaza del puma; mientras
que en las quebradas, por ejemplo, esa vegetación se mantiene",
contó Donadío.
"Los pumas
se distribuyen desde Alaska a Tierra del Fuego en toda América; sólo
están extintos en las cercanías a los centros urbanos.Los trabajos
que hacemos en San Guillermo dan cuenta de que los depredadores tope
son muy importantes para la salud del ecosistema. Y eso se puede
trasladar a cualquier otro depredador de emboscada del mundo como los
leones, el leopardo o el yaguareté", apuntó el investigador.
"El parque
responde bastante bien a esta idea de parques nacionales para que esa
información sirva para manejar el área pero también para restaurar
y trabajar en las especies. Es nuestra esperanza que esta
investigación tenga un impacto internacional", agregó Donadío.
En los últimos
años se ha observado una tendencia creciente en el número de
investigaciones desarrolladas por equipos de investigación externos
en jurisdicción de la Administración de Parques Nacionales (APN),
alcanzando los últimos años un total aproximado de 300
investigaciones por año. Las temáticas investigadas varían
incluyendo ecología, biodiversidad, genética, epidemiología,
geología, antropología, estudios sociales, entre otros. Sin
embargo, la mayor parte de las investigaciones se encuentran
vinculadas a la ecología y la biodiversidad, abarcando más del 50 %
de las investigaciones que se desarrollaron durante el 2015.
Fuente:
Laura Rocha, Los pumas, actores centrales de la biodiversidad en el Parque Nacional San Guillermo, 20/01/17, La Nación. Consultado 21/01/17.
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