Al
principio las cooperativas abastecían a una decena de familias, hoy
cada una de las diez existentes abastece a centenares.
Efeverde.
Mientras en algunos de los barrios bolivianos de La Paz se producen
racionamientos de agua desde hace más de dos meses por causa de la
sequía, hay un distrito en una de las laderas de la ciudad,
Cotahuma, cuyo nombre en aimara significa "lago de agua",
donde sus vecinos autogestionan el suministro mediante cooperativas.
“No hay agua,
dicen, ¡pues aquí hay harta!”, exclama Toribio, un vecino de la
parte alta del barrio, en el que habitan unas 250.000 personas, casi
un tercio de la población paceña.
No hay más que
ver la cantidad de vertientes de las laderas y el agua que corre por
el suelo, sin canalizar, y que contrasta con la limitada provisión
de agua en algunas zonas de La Paz, donde se han hecho obras de
trasvase entre represas y aviones militares bombardean nubes con
sustancias químicas para provocar lluvias.
“Es un
macrodistrito bendecido por Dios porque tenemos mucha agua de
vertiente”, cuenta a Efe el subalcalde de Cotahuma, Freddy Mercado.
Al principio era
un peligro. El agua salía con mucha presión y ocasionaba daños a
las casas e incluso deslizamientos de tierra, en una ladera que ha
visto en diferentes momentos como viviendas enteras se hundían bajo
el suelo.
Cooperativas
Y entonces, hace
un par de décadas, los vecinos se empezaron a organizar en
cooperativas porque la empresa encargada del suministro de agua en el
resto de la ciudad, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento
(Epsas), nunca llegó a ocuparse del barrio por falta de capacidad
para hacer estudios sobre distribución, según Mercado.
“A través de
trabajo vecinal construyen piscinas o pozas de agua en donde ellos
tratan de clorar y filtrar agua para el consumo interno”; sin
ningún tipo de conocimiento técnico ni apoyo logístico, agregó.
Pero a pesar de
que puede resultar peligroso, según Mercado el agua en esta zona
llega “casi casi purificada y cristalina“.
Centenares de
familias
Cuando comenzaron
las cooperativas abastecían a apenas una decena de familias, hoy
cada una de las diez cooperativas que funcionan en Cotahuma y de los
comités de agua abastece a centenares de familias.
Al principio,
como aseguran los vecinos, no pagaban más de 5 pesos al año (0,70
dólares), hoy el monto anual ronda los 30 bolivianos (4 dólares),
una cantidad aún muy alejada a los 100 pesos mensuales (14,3
dólares) que cobra más o menos la empresa pública en los hogares
del resto de barrios a los que abastece.
Y a pesar de
todo, el encargado del sistema de Control Social de Cotahuma, Máximo
Chacón, lamenta que alguna cooperativa está cobrando de más y
haciendo un uso lucrativo del servicio, ya que no hay una autoridad
que controle y supervise su trabajo.
No obstante,
ahora no sale tanta agua como hace unos años y las partes altas del
barrio, las zonas más próximas a la ciudad de El Alto, sufren
cortes, que podrían ser evitados con una bomba de agua que dé
presión al suministro, tal y como indica el presidente de las
Asociaciones Comunitarias, Víctor Hugo Huayhua.
Lavanderas
Una mujer aimara,
de nombre Cata, por ejemplo, sólo tiene agua en su casa dos veces
por semana.
Esta mujer lava
ropa en un lavadero que se nutre de las frías aguas que salen de la
montaña. Mientras en esa zona tienen que tapar los agujeros del
lavadero para que no salga tanta agua, en su casa llega sin presión
o ni siquiera llega.
Tiene que pagar
todos los días a una cooperativa unos 60 centavos de dólar por
poder ocupar un lugar en el lavadero y cobra como mucho un dólar y
medio por lavar una docena de prendas de ropa que va a buscar a la
casa de los vecinos y devuelve una vez seca.
“No quieren
pagar más”, dice quien lava unas tres o cuatro docenas de prendas
al día en un agua helada.
Al lado de las
lavanderas, un joven, Ricardo, riega un verde y florido jardín.
De su manguera no
para de salir agua; vive al lado de las canalizaciones y tiene agua
todo el día, en una muestra de las disparidades de un sistema que
aún estando bien organizado sufre de falta de medios técnicos.
Fuente:
Entre racionamiento de agua, un barrio de La Paz sobrevive mediante autogestión, 30/01/17, Efeverde. Consultado 30/01/17.
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