Día internacional contra el uso de agrotóxicos. Pasó en India, cuando una fábrica de pesticidas arrojó toneladas de gas tóxico al aire, dejando medio millón de afectados. Es considerado como el peor desastre ambiental de la historia. A partir de esto se fijó el 3 de diciembre como el Día Internacional del no uso de plaguicidas.
por Ramiro Thomás
Las horas que
comprendieron la noche del 2 de diciembre y la madrugada del 3, del
año 1984 quedaron grabadas a fuego en los sobrevivientes de este
desastre causado por la empresa multinacional Union Carbide,
accionista mayoritario en ese momento de la fábrica de pesticidas
alojada en las inmediaciones de Bhopal, capital del estado hindú
Madhya Pradesh.
Esta fábrica
tuvo un escape de 30 toneladas de isocianato de metilo (MIC) a la
atmósfera, un gas altamente tóxico y más denso que el aire, lo que
provocó que se desplazara al ras del suelo, dejando miles de
personas muertas a su paso.
Algunos
sobrevivientes relatan lo que sintieron en esas horas de terror. La
mayor parte de los habitantes estaban durmiendo, como es lógico en
horas de la madrugada. Todos los afectados coinciden en que el primer
efecto fue una gran picazón en los ojos, seguido de mucha tos. Nadie
podía adivinar qué es lo que estaba sucediendo. Se produjeron
literales estampidas de gente desesperada, quienes caían muertos
instantáneamente por asfixia.
El peor
diagnostico se hacía realidad: la fábrica de pesticidas había
tenido fallas técnicas derivadas de falta de mantenimiento por
reducción de dinero para aminorar los costos.
Los números son
verdaderamente aterradores: fueron más de 25 mil las víctimas
fatales, muchos de ellos pereciendo instantáneamente. Otros murieron
días después, a causa de los terribles efectos que el gas tóxico
produjo en sus sistemas respiratorios y nerviosos.
Mas de 500 mil
personas (en una ciudad de 800 mil habitantes en ese año) fueron
afectadas que no llegaron a morir, pero que quedaron con graves
secuelas respiratorias, problemas del corazón, problemas en el
sistema nervioso, e incluso mutilaciones.
Aún hoy sufren
las consecuencias de este desastre: las aguas subterráneas, así
como el suelo en las inmediaciones de la fábrica, ahora abandonada,
están contaminadas. Siguen naciendo bebés con problemas nerviosos
de gravedad, derivados del consumo de agua contaminada por parte de
sus padres.
Los pobladores,
32 años después siguen pidiendo justicia. Entre sus reclamos
figuran las indemnizaciones a las víctimas que sobrevivieron, y a
quienes perdieron algún familiar, descontaminación del agua y suelo
entre otras. Lo cierto es que nunca, en estas más de 3 décadas,
nadie hizo nada por estas personas.
Union Carbide
tenía su sede central en Estados Unidos, pero el desastre no ocurrió allí,
sino en India, uno de los países más pobres del mundo. Los
incentivos de la empresa por construir su planta de pesticidas en ese
lugar fueron, entre otros, el bajo costo en mano de obra y la
poquísima legislación y controles que en otros países exigen a
rajatabla.
Actualmente en
nuestro país hay varias fábricas de pesticidas, y no están
eximidas de problemas ambientales. Afortunadamente no tuvimos
accidentes de tal magnitud, aunque si hubo fallas en algunas de estas
fábricas, como la de Atanor, cuando el pasado 20 de Noviembre se
incendió su planta en San Nicolás, y meses antes una de sus plantas
fue clausurada por derramar residuos tóxicos al río Paraná.
Dow Chemical, hoy
fusionada con Du Pont, compró Union Carbide 17 años luego del
desastre, pero al parecer solo compraron las acciones de la empresa,
ignorando las peticiones de las familias afectadas.
Fuente:
Ramiro Thomás, Bhopal: a 32 años del peor desastre industrial de la historia, 03/12/16, La Izquierda Diario. Consultado 03/12/16.
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