Se enmarca en las
estrategias que buscan utilizar plantas para absorber contaminantes
del ambiente. Su desarrollo es sencillo: en una pileta (humedal
artificial) se colocan sedimentos especiales, se añade agua, y se
implantan determinadas especies que actúan como “esponjas” de
una amplia gama de contaminantes. Si bien la técnica se utiliza en
otros países del mundo y en Argentina ya fue probada exitosamente en
la provincia de Santa Fe, es fundamental su aplicación con plantas
autóctonas, de allí la importancia de los estudios locales.
por Lucas Gianre
En el campo de
investigación de la fitorremediación o de la aplicación de plantas
para la absorción de contaminantes la tarea más larga y puntillosa
es la de determinar cuáles son las especies aptas para realizar este
trabajo. En Córdoba, por primera vez, está llevando a cabo esta
tarea Carlos Harguinteguy, investigador del Instituto
Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), de doble dependencia
de la UNC y el Conicet.
Desde hace cinco
años, este científico estudia especies acuáticas de la región
para evaluar cuáles son las más aptas para la captación de
sustancias tóxicas, en particular metales pesados como el plomo,
níquel, zinc, manganeso o cromo, que abundan en los residuos de
origen industrial.
Su investigación
se centra particularmente en la captación de tóxicos provenientes
de los efluentes industriales líquidos. Para ello desarrolla su
trabajo en un invernadero “científico” o humedal artificial (una
pileta) en el que se colocan ciertos sedimentos especiales, se añade
agua, y se implantan determinadas especies que actúan como
“esponjas” de una amplia gama de contaminantes.
Sobre estos
cultivos hidropónicos se realizan pruebas sobre la capacidad y tasa
de acumulación de metales pesados y el grado de tolerancia de las
plantas. Las distintas especies son sometidas a estrés y se
verifica cómo responden.
“En Córdoba
tenemos una gran diversidad de estas especies. Estamos evaluando
diferentes tipos biológicos, aunque deben ser especies autóctonas
para responder a las características ambientales del lugar y,
además, evitar que haya invasión en otros ecosistemas y desplacen a
otras especies” explica Harguinteguy.
De acuerdo a los
estudios realizados por el investigador, hay por lo menos tres
especies que presentan buena respuesta fisiológica para la absorción
de metales pesados. Se trata de especies macrófitas o acuáticas,
encontradas en los ríos Suquía, Xanaes y Ctalamochita y sus nombres
técnicos son Egeria densa, Myriophyllumaquaticum y
Lymnobiumlaevigatum. Las dos primeras viven completamente sumergidas,
y la tercera es flotante.
Si bien hay otras
“candidatas” en estudio, Harguinteguy dice que estas tres
respondieron de manera “óptima”. Estas plantas acuáticas, al
igual que las terrestres, “desarrollan flores, polinizan, tienen
raíces y semillas. Además, tienen mucha plasticidad, sobreviven a
condiciones adversas”, detalla el biólogo.
¿Qué ocurre
luego con los tóxicos retenidos por las plantas? Harguinteguy
explica que lo recomendable es cosechar las especies cuando llegan a
su capacidad máxima de captación y también remover sus partes
secas.
Además,
advierte: “Las plantas, luego de absorber los contaminantes, deben
tratarse como un residuo peligroso, aunque- aclara-, el volumen en
donde se encuentran los tóxicos es mucho menor y de más fácil
manejo”. En esta línea agrega: “Las especies que absorbieron los
metales pueden tener otro tratamiento como la degradación de manera
aeróbica, lo cual reducirá aún más su volumen. También se podría
minimizar el residuo por secado, y finalmente disponer su
confinamiento”.
Aporte a la
industria
El sistema
estudiado y diseñado por Harguinteguy aún requiere ser “testeado”
fuera del laboratorio-invernadero. En esta línea, afirma que es muy
importante “vincularse con el sector productivo y salir un poco de
este ámbito cerrado que es la comunidad científica”.
“Lo ideal
sería probarlo en un sector industrial que esté generando desechos
con altos niveles de metales pesados. Fábricas de automotores y
autopartes, mineras o zonas de la industria metalmecánica, por
ejemplo. Pero también, es muy útil para plantas potabilizadoras o
en el sector gastronómico, porque las plantas trabajan muy bien con
residuos orgánicos. De hecho, esta metodología comenzó a aplicarse
en estos casos”, completa el investigador.
De acuerdo a la
Ley de residuos peligrosos (24.051), las empresas están obligadas a
hacerse cargo del destino de cualquier desecho generado, y aún más
de los que son tóxicos para el medio ambiente. En el caso de los
metales pesados, las compañías suelen contratar un servicio para su
recolección y tratamiento. E incluso hay controles que miden la
concentración de metales pesados en los efluentes industriales.
Ventajas de la
fitorremediación
La aplicación de
plantas para la absorción de contaminantes se utiliza en otros
países del mundo y en Argentina ya fue probada exitosamente por un
equipo de investigación en la Facultad de Ingeniería Química, de
la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe).
Es que la
fitorremediación posee numerosas ventajas. En primer lugar, su costo
es muy bajo. Según Harguinteguy, si se logra estabilizar el sistema
con las plantas y los humedales artificiales, el proceso se maneja
prácticamente solo. E incluso requiere un mínimo mantenimiento.
Al producir una
menor cantidad de residuos tóxicos que los métodos químicos
tradicionales, colabora en la reducción del impacto ambiental de los
efluentes industriales. Además, permite manejar grandes volúmenes
de desechos y prevenir la contaminación de aguas superficiales y
subterráneas.
Las plantas
seleccionadas por Harguinteguy pueden captar diversos tipos de
efluentes: domiciliarios, industriales, del sector minero,
curtiembre, entre otros. Por lo que el investigador sostiene que: “El
principal aporte es que se está atacando el problema de la descarga
de estos efluentes en el ambiente”. Y asegura que los métodos
tradicionales aplicados al tratamiento de efluentes líquidos
industriales -cuando se aplican, y no se tiran en cualquier lado-
son muy costosos, poco eficientes, y, en la mayoría de los casos,
generan una gran cantidad de residuos peligrosos de difícil
disposición.
Lucas Gianre
Redacción
UNCiencia
Secretaría de
Ciencia y Tecnología - UNC
lgianre@secyt.unc.edu.ar
Fuente:
Lucas Gianre, Experimentan con plantas acuáticas para atrapar sustancias tóxicas provenientes de desechos industriales, 20/10/16, UNCiencia. Consultado 21/10/16.
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