por
Júlia Talarn Rabascall
Los
pescadores de la caleta de Queule están atónitos. Miran por encima de las
máscaras antigás, buscando palabras que no existen. El intenso olor a
putrefacción que emana de las miles de toneladas de sardinas varadas en la
playa de este pueblo del sur de Chile es insoportable.
"Nunca
habíamos visto nada igual", repiten una y otra vez los vecinos de Queule,
una pequeña localidad situada en la desembocadura del río del mismo nombre. Las
imágenes de su humilde caleta han dado la vuelta al mundo tras ser el escenario
de un nuevo varazón masivo relacionado con el fenómeno de El Niño.
Durante
estos últimos meses de verano austral, las costas del país suramericano se han
convertido en un cementerio de especies marinas. Ballenas, calamares, sardinas
y medusas han sido barridos hacia los más de 5.000 kilómetros de costa dejando
imágenes apocalípticas.
El
Niño, el fenómeno natural cíclico que altera las condiciones del océano
Pacífico, es el que "podría estar detrás de algunos de estos
episodios", explica a Efe el subsecretario de Pesca y Acuicultura de
Chile, Raúl Súnico.
Según
la autoridad, la presencia a nivel superficial de masas de agua con poco oxígeno
sería la causa de la mortandad de las sardinas, que según estimaciones de los
vecinos de la sureña población habría acabado con la vida de 40.000 toneladas
de esta especie.
Las
masas de agua con bajo contenido de oxígeno actúan como una barrera que las
sardinas no pueden sortear, motivo por el cual se ven empujadas hacia la costa,
donde acaban muriendo.
Aunque
se trata de un fenómeno periódico, en esta ocasión las alteraciones provocadas
por El Niño han sido mucho más intensas que en episodios anteriores y, según
informes de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA),
el fenómeno de este año podría ser el más devastador de la historia en América
Latina.
A
diferencia de otros países, en Chile el fenómeno de El Niño se suma a potentes
eventos de desplazamientos verticales de masas de aguas profundas hacia la
superficie, llamados surgencias.
Estas
masas de agua frías del fondo marino son ricas en nutrientes pero bajas en
contenido de oxígeno, lo que sumado a las alteraciones propias provocadas por
El Niño, ha hecho que las varazones hayan sido más "intensas" en
Chile que en otros países, explica Súnico.
A
principios de enero de este año, los habitantes de la isla Santa María, situada
frente a las costas de la provincia de Arauco, en el sur de Chile, también
amanecieron con una visión dantesca. Miles y miles de calamares gigantes yacían
muertos en la oscura arena de sus playas. Aunque los expertos no han podido
determinar todavía las causas del incidente, Súnico no descarta su relación con
El Niño.
La
situación se repetía en las sureñas regiones de Los Ríos y Los Lagos, donde
durante el verano murieron 40.000 toneladas de salmones de cultivo debido al
florecimiento de un microalga tóxica que se reprodujo a causa de las altas
temperaturas del agua.
Con
el aumento de temperaturas también han aparecido nuevas especies no
tradicionales como la medusa conocida como "fragata portuguesa, que este
verano invadió las playas del país austral", agrega Súnico.
Pero
no han sido las únicas, pues según la autoridad también los pulpos, merluzas,
palometas, albatros o petreles se han desplazado en busca de comida hacia zonas
donde antes su presencia no era habitual.
Esta
razón también podría estar detrás del varamiento de ballenas y lobos de mar que
se han registrado este verano. "Realmente los efectos de El Niño están
siendo múltiples".
El
impactante varamiento de 337 ballenas ocurrido en marzo de 2015 y dado a
conocer en diciembre pasado; sin embargo, no estaría directamente relacionado
con el fenómeno climatológico, pues "fue entre enero y marzo de 2016
cuando se registraron los aumentos de temperatura del agua y no durante el año
anterior", señala a Efe la oceanógrafa Susannah Buchan, quien recalcó que
esa mortandad "aún no está resuelta".
Encontrar
respuesta a estos misteriosos episodios hace necesario, según los expertos,
contar en Chile con sistemas de monitoreo permanente de las condiciones
ambientales y climáticas, pues de lo contrario "es difícil saber con
exactitud las causas de estos eventos", comenta Buchan.
Según
el parecer de los expertos, es probable que episodios de este tipo se vuelvan a
repetir y las costas del país austral se conviertan otra vez en un cementerio
de especies marinas cuyas imágenes conmuevan de nuevo al mundo. "La
cuestión es con qué intensidad y frecuencia", se pregunta Súnico.
Fuente:
Fuente:
El "Niño" transforma las costas chilenas en un cementerio de especiesmarinas, 18/04/16, El Mundo. Consultado 21/04/16.
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