Continúa
el mal clima; En Noetinger y Pozo del Molle, ceden las construcciones; calculan
pérdidas millonarias.
por Gabriela
Origlia
Córdoba. Son varios los pueblos del sudeste de esta provincia donde caminar por las
veredas es una aventura. Es que, por efecto de los anegamientos que llevan
semanas, empezaron a ceder los pozos negros y, de pronto, un paso se puede
convertir en un viaje a la profundidad. A Pozo del Molle, se sumó ahora
Noetinger. Las napas freáticas están a la vista y las lluvias -aunque leves- no
paran.
En
Noetinger -en el departamento Unión, a una dos horas de la ciudad capital- se
multiplican los edificios con rasgaduras y que empiezan a quedan entre cinco y
diez centímetros más bajos de las veredas.
La
Municipalidad pidió señalizar los pozos ubicados en las veredas para prevenir
accidentes. La zona rural está anegada y la urbana, con hundimientos.
En
Pozo del Molle la situación sigue complicada y los reclamos de los vecinos van
en alza. En la mitad de la ciudad las calles son ríos; en la otra parte, las
construcciones ceden. La iglesia está cerrada y hay trabajos en marcha, aunque
todos saben que son parches que durarán poco porque las napas no dejan de
subir.
Mientras
tanto, los problemas para moverse de un punto a otro de la provincia siguen:
está totalmente cortada la ruta nacional 19 a la altura del kilómetro 185
(entre El Tío y La Francia). La interrupción es por tiempo indeterminado;
depende de cómo sigan las inundaciones en los departamentos San Justo y Río
Segundo.
El
campo
La
Provincia estima en 400 mil la cantidad de hectáreas bajo el agua, con pérdidas
millonarias en la producción. No hay un panorama claro sobre cuándo podrá
acelerarse la cosecha de soja ya que no hay piso para que las máquinas puedan
entrar a los campos. Por supuesto, a medida que pasa el tiempo, aumentan las
pérdidas.
Los
productores reclaman asistencia financiera y obras. Los caminos rurales
prácticamente dejaron de existir hace unas semanas; quedan muy pocos
transitables con precaución por lo que la logística de traslado de la
producción triplicó sus costos.
A
los problemas del sudeste el fin de semana se le sumó -en el sur de la provincia-
una tormenta con fuerte viento y caída de granizo con epicentro en Huinca
Renancó, que también castigó a los campos.
El
viento derribó casi 500 metros del tendido eléctrico y volteó algunas casillas
de obradores, provocando heridos leves.
Fuente:
Fuente:
Gabriela Origlia, Córdoba: la suba de las napas hunde algunos pueblos, 18/04/16, La Nación.
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