Buenos
Aires. A 30 años del desastre nuclear en Chernobyl, Ucrania, la zona de
exclusión continúa contaminada y será imposible habitar los 10 km2 alrededor
del reactor durante miles de años. Los daños al medio ambiente son irreparables
y la radiación se propagó por Europa hasta el Reino Unido. Hoy, entre Ucrania,
Rusia y Bielorrusia hay 5 millones de personas fuera del perímetro aún viven en
áreas contaminadas. Sin embargo, los hallazgos de Greenpeace indicaron que los
gobiernos de estos países están reduciendo la protección contra el material
radioactivo.
Paul
Horsman, director de campañas para Greenpeace Andino, alertó: “La radiación se
encuentra en todas partes y debido a la ineficiencia del gobierno la gente está
consumiendo más alimentos locales, tales como champiñones, frutos silvestres y
carne de animales silvestres contaminada”.
Las
autoridades suspendieron los programas de monitoreo alimentario y ambientales a
pesar de los múltiples efectos de la radiación en la salud. A través del
informe que presentó Greenpeace, Cicatrices nucleares: Los legados de Chernobyl
y Fukushima alrededor de Chernobyl, la tasa de mortalidad aumentó y los
nacimientos decrecieron. Los casos de cáncer de tiroides en los chicos y entre
quienes hicieron trabajo de limpieza en el lugar, se incrementaron, así como
los casos de cáncer de mama; Aumentaron los pacientes con cataratas y
disminución de la función cognitiva.
También crecieron los desórdenes mentales como la ansiedad, depresión
pos trauma, el alcoholismo y los suicidios.
No
obstante, al cumplirse el 30 aniversario del desastre en Chernobyl, el mundo
cuenta con 400 reactores nucleares, y existe la posibilidad de que alguno sufra
un accidente. Esto significa que
millones de personas viven bajo la amenaza constante de un nuevo desastre. Aun
así los gobiernos invierten millones de dólares en la construcción de nuevas
plantas nucleares. En conmemoracion de esta trágica fecha, Greenpeace proyectó
imágenes de los sobrevivientes sobre el sarcógafo construido en el reactor que
causó el accidente, bajo el lema: "30 años de Chernobyl. Nunca más".
Para
Horsman, la enseñanza de la tragedia de Chernobyl es clara: “La lección
aprendida más importante para todos nosotros es que la energía nuclear es
peligrosa; es una energía sucia, creada
por algunos de los materiales más tóxicos conocidos; es muy cara en comparación
a las fuentes de energías limpias y renovables, seguras y económicamente
viables que utilizan por ejemplo el viento, el sol y el calor de la tierra. Las
energías renovables crecen rápidamente a nivel mundial, hoy con precios mucho
más baratos que la nuclear, incluso en muchos casos que el carbón y el gas. Las
plantas nucleares no deberían construirse y las que hoy sí existen deberían
eliminarse ya que pertenecen a un sistema tecnológico industrial fallido del
siglo 20. El siglo 21 apunta a fuentes seguras como el sol y el viento."
Es
el momento de decirle NO a la energía nuclear, suma tu firma haciendo click
aquí.
Notas:
- Lee el informe: "Cicatrices nucleares: Los legados de Chernobyl y Fucushima" haciendo click aquí.
Fuente:
Chernobyl a 30 años del desastre nuclear, 26/04/16, Greenpeace Argentina. Consultado 26/04/16.
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