martes, 18 de agosto de 2015

Estrés postraumático: la inundación se vive con enorme sufrimiento

La llegada a su casa, o a lo que solía ser su hogar, es triste y desesperante: el agua le llega casi por debajo de la cintura. Foto: Ricardo Pristupluk

El empleo bien entendido, de calidad, es una de las herramientas de sanación y de contención ante hechos que desestabilizan.

por Paula Urien

El Ministerio de Salud, que depende de Presidencia de la Nación, define al estrés postraumático como un trastorno de la ansiedad que aparece en los casos en que la persona fue víctima de un hecho traumático. Puede ser que haya estado en peligro su vida o la de sus seres queridos, o bien puede ser que simplemente fuera testigo de algo violento que le ocurrió a extraños.

Los hechos traumáticos que pueden desatar este tipo de estrés, siempre según este ministerio son: asaltos, violaciones, torturas, secuestros, abuso infantil, accidentes de tránsito, accidentes aéreos, bombardeos y desastres naturales como inundaciones o terremotos.

¿Cuáles son los síntomas del estrés postraumático? Según el organismo, el más evidente es la tendencia a revivir en la mente el hecho traumático de manera continua y vívida. Puede ser en forma de un olor, una imagen, un sentimiento o un sonido. El disparador puede ser una puerta que se cierra o el ruido de un auto. La persona es transportada de repente al pasado y pierde, por un momento, contacto con el presente. Siente que está viviendo esa experiencia una vez más.

El psicólogo y psicoterapeuta Miguel Espeche, coordinador general del Programa de Salud Mental Barrial del hospital Pirovano desde 1997, afirma que un trauma "es una situación que irrumpe y desestructura", y añade: "La persona se desborda, su percepción y su estado anímico se distorsionan. En este marco, sus problemas habituales quedan en carne viva y tiene menos defensas".

Para resolver los problemas que causa la inundación, las personas usan una enorme cantidad de energía y ello lleva a que, en muchas otras situaciones, "lo que es manejable se vuelva inmanejable, porque hay un estado de desequilibrio emocional", según cuenta el experto. Además, aquellos problemas que ya se tenían, y que se venían "piloteando", suelen magnificarse.

Pero la vida sigue y, aunque se esté pasando por este elevadísimo nivel de estrés, llega un momento, más temprano que tarde, en que hay que volver al trabajo. La dimensión laboral está presente en todos los aspectos de la vida de las personas, aun cuando se pasan por situaciones dolorosas como la que están viviendo miles de inundados en la provincia de Buenos Aires.

En este contexto, el trabajo puede convertirse en una herramienta más de sanación o, por el contrario, en un collar de piedras que hace que no se pueda salir adelante.

Según el especialista, las personas salen a trabajar como si estuvieran en un estado de anemia psicológica. Para ello, el antídoto es la solidaridad, un elemento de salud muy importante. "Percibir la solidaridad, tanto de vecinos como de empleadores o compañeros de trabajo, y también el reconocimiento del sufrimiento por parte del Gobierno es vital para ellos, que tienen una herida emocional que se resuelve en el mediano o largo plazo", explica.

Así, una vez más, se demuestra que tener un trabajo de calidad significa mucho más que lograr una buena remuneración. Es también una herramienta de contención y un impulso que lleva a mirar al futuro. En tiempos de elecciones, las dádivas que proliferan son poca cosa si no se puede lograr que existan las condiciones para que haya trabajo genuino y de calidad. Las pruebas de lo necesario que es, están a la vista.

Solidaridad

El antídoto

¿Cómo se sale de este mal?

Percibir la empatía de los seres queridos, pero también de los jefes y compañeros de trabajo, es clave para recomponerse de situaciones difíciles. Por ello, la cercanía de los empleadores con sus colaboradores es importante para que se sientan contenidos.

Fuente:
Paula Urien, Estrés postraumático: la inundación se vive con enorme sufrimiento, 18/08/15, La Nación. Consultado 18/08/15.

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