viernes, 27 de febrero de 2015

Los vecinos están perdiendo la paciencia en Sierras Chicas

Hubo dos cortes de ruta ayer, en Salsipuedes y Unquillo, por retrasos en obras vitales para volver a la normalidad. El servicio de agua, aún con problemas.

por Guillermo Lehmann

Pasan los días y la reconstrucción y la vuelta a la rutina de los vecinos de las Sierras Chicas se sigue dilatando.

En ese marco, las sensaciones de angustia ya empiezan a transformarse en expresiones de bronca y malestar.

Ayer, en Salsipuedes y Unquillo se originaron protestas en reclamo por los retrasos en obras vitales para recuperar la normalidad.

En barrio Cerro del Sol de Salsipuedes, ayer los vecinos de la avenida Alfonsina Storni cortaron el tránsito sobre la ruta E-53 para pedir más presencia de maquinaria en el sector para reparar los accesos a las calles y reprocharon a las autoridades municipales la falta de mantenimiento de unos desagües que taparon la circulación del curso del arroyo y derivaron en la inundación de algunas casas.

En Unquillo, los vecinos de los barrios San José, Villa Forchieri y Villa Tortosa también se concentraron sobre la ruta que comunica a esa ciudad con Mendiolaza para reclamar por la limpieza y acondicionamiento del vado de la calle Nuestra Señora de las Mercedes que los mantiene incomunicado.

También reprocharon al intendente de Mendiolaza, Germán Jalil (quien concurrió a la manifestación), por la falta de previsión y tareas de mantenimiento en sectores del arroyo que ya habían ocasionado problemas similares en tormentas anteriores.

Lo mismo ocurre en barrio Los Cigarrales de Mendiolaza, que por el riesgo de nuevas crecientes deben volver a centros de evacuación que fueron levantados porque se consideraba que la situación tendía a normalizarse. “En los últimos tres días ya no nos acercan ni una vianda, y hay muchísima gente que no está en condiciones de cocinar nada. En nuestro barrio varias familias perdieron sus casas y escuchan que en Río Ceballos y Salsipuedes ya han repartido heladeras, cocinas y lavarropas pero acá no llegó nada, ni entran retroexcavadoras, topadoras para liberar el paso por las calles, ni camiones para sacar toda la basura”, contó Rosa Cativa, vecina damnificada del lugar.

Efecto lluvias
Las últimas lluvias dificultaron los trabajos de reconstrucción de la infraestructura dañada y la reparación en las miles de viviendas afectadas en Sierras Chicas.

Además, aún hay incertidumbre en torno al inicio del ciclo lectivo este lunes por las condiciones de acceso a los diferentes colegios de la zona.

Ayer permanecía cerrada la ruta E-53 a la altura del barrio El Pueblito en Salsipuedes, que incomunica a esa localidad con Agua de Oro, El Manzano, cerro Azul, La Granja y Ascochinga.

“Esta lluvia no permite que concluyamos con las tareas de arreglos de la ruta y los caminos, y por el contrario complican la situación aún más porque nos obliga a volver a reparar sectores en los que estuvimos trabajando en los últimos días”, explicó Rubén Bustos, secretario de Coordinación del municipio de Salsipuedes.

También está intransitable el tramo que comunica a 
Ascochinga con Jesús María por la ruta E-66, a la altura del puente que atraviesa dos ríos y corre riesgos de caerse.

Sin agua
El otro problema sin resolver es la normalización de la provisión de agua potable, particularmente en Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo y Río Ceballos, que son las localidades con mayor cantidad de habitantes, que dependen de los dos acueductos que resultaron dañados.

El resto de las comunidades, a partir de Salsipuedes, depende de bombeos que requieren energía eléctrica, que también se interrumpe con frecuencia.

Guillermo Lehmann, Los vecinos están perdiendo la paciencia en Sierras Chicas, 27/02/15, La Voz del Interior. Consultado 27/02/15.

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