martes, 24 de febrero de 2015

El agua caída en la cuenca del río Jesús María llenaría más de 15 veces el dique La Quebrada

Esta cantidad se obtiene suponiendo que llovió un promedio de 100 mm en, aproximadamente, 12 horas.

Jesús María. La cuantiosa lluvia caída el 15 de febrero fue una de las más importantes de la historia de la zona.

La primera  pregunta que podemos es hacernos es qué cantidad de agua cayó. ¿Cuánta agua son 300 mm, por tomar una cifra?

Cuando nos informan que llovieron 300 mm, lo único que nos dicen es que en una superficie pequeña -un recipiente cilíndrico o en una probeta-, en un tiempo determinado se juntaron 30 cm de agua.

Esta es una convención para poder comparar, estadísticamente, las variaciones de los regímenes de lluvia.

Sin embargo, con espíritu curioso y el auxilio de simples cálculos matemáticos, podemos tener una idea gráfica del volumen que cayó en una zona dada.

Cómo hacerlo
Lo primero que debemos conocer es la superficie en la cual queremos medir cuánta agua cayó.

Si buscamos en los mapas y medimos la cuenca del río Santa Catalina, por ejemplo, encontraremos que ocupa una superficie de, aproximadamente, 87,5 Km2.

Sus afluentes son los arroyos de Santa Sabina, del Rodeo Grande del Pedernal y de Cañada Honda, que bajan de las cumbres de las Sierras Chicas y desembocan cerca de Colonia Hogar. 

¿87,5 Km2 es mucho o es poco en comparación con toda la cuenca del río Jesús María? 

Es entre el 15 y el 20 por ciento, ya que todos los cursos de agua que desaguan en nuestro río están en una superficie de 498 Km2 o, si usamos una unidad de medida más conocida, son 49.847 hectáreas.

Que caigan 300 mm en esa superficie da un volumen cercano a 26 millones de metros cúbicos, que pesan algo así como 26 millones de toneladas.

Los geógrafos, cuando se encuentran con cifras tan grandes, han convenido en usar otras unidades que sean más adecuadas. Para medir el volumen de los embalses, por tomar un caso, se usa el hectómetro cúbico (Hm3).

Si a esos 26 millones de metros cúbicos los llevamos a esta unidad, son 26 Hm3.

Podemos volver a preguntarnos: ¿Es mucho o es poco?

El dique La Quebrada almacena 3,3 Hm3. Por lo tanto, sólo la lluvia caída en una de las zonas más destruidas, como fue Colonia Hogar, llenaría casi ocho veces el dique de Río Ceballos.

Esa es apenas una parte de la cantidad de agua total que pasó por Jesús María.

Hay que decir que no toda el agua caída va al río, sino que a una parte la absorbe la vegetación. Suponiendo que haya bosque nativo, el suelo puede “chupar” hasta 140 mm de lluvia por hora, capacidad que baja al 10 por ciento si la tierra es sometida a procesos productivos.

Aquí, la absorción no fue la máxima por el volumen que llegó al río Santa Catalina.

Por Jesús María, a este volumen se sumó el caído en la cuenca del río Ascochinga, que se une al San- ta Catalina en Los Dos Ríos.

Al Ascochinga lo forman los arroyos Carapé y San Miguel, que también nacen en las cumbres de las Sierras Chicas.

Como en cada lugar caen diferentes volúmenes, hacer una cuenta con rigor científico sería bastante más complicado.

Si suponemos que en toda cuenca llovió un promedio de 100 mm y el suelo no absorbe nada, a los ríos llegaron casi 50 millones de metros cúbicos o 50 mil millones de litros.

Por lo tanto, por el Guanusacate pasó la cantidad de agua suficiente para llenar el dique de Piedras Moras, que almacena 47 Hm3.

Está claro que si nada detiene este tremendo volumen de agua de lluvia, su efecto no puede dejar de ser devastador.

Como si esto fuera poco
Al volumen se suma la velocidad por la diferencia de altura entre el nacimiento de los ríos y nuestra ciudad: El punto más alto se sitúa a 1.762 metros sobre el nivel del mar y Jesús María está a 630. Por lo tanto, la diferencia es de 1.132 metros, lo que hace que la bajante del agua sea sumamente rápida. 

Podemos hacernos otra pregunta: ¿Se puede retener algo de esta enorme masa líquida para riego o consumo humano?

Sí. Pero está claro que ningún embalse del tamaño que podría construirse en la zona -con lo polémicas que son sus construcciones- atenuaría de forma considerable un fenómeno natural como el del domingo.

El agua caída en la cuenca del río Jesús María llenaría más de 15 veces el dique La Quebrada, 24/02/15, El Despertador. Consultado 24/02/15.

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