Carlos Rodríguez, el placero que murió salvando gente del agua

El hombre es una de las cuatro víctimas fatales del temporal en Río Ceballos. Trabajaba en la plaza Los Mimbres cuando lo sorprendió el aluvión.

por Fernando Agüero 
y Guillermo Lehman

Río Ceballos. Concepción no puede contener el llanto. Las lágrimas y los lamentos por la pérdida de su pareja no cesan hasta el momento en que aparece un lindo recuerdo. Hace 21 años, con Carlos Alberto Rodríguez (66) decidieron mudarse al barrio San Jorge, muy cerca del dique La Quebrada, en Río Ceballos.

Y desde hacía unos años, “Chiro”, como lo conocían en la zona, trabajaba como cuidador en la plaza Los Mimbres. El domingo, Jorge quiso volver a trabajar a pesar de que tres días antes había sido dado de alta luego de una operación de vesícula. “No quiso quedarse en casa porque amaba su trabajo”, aseguró Concepción D’Ottavio, su mujer.

Lo que pasó el domingo con Carlos le llegó a la familia por el relato de los testigos de lo ocurrido. El agua llegó de golpe y no dio tiempo a la gente a salir de la plaza que está en una zona baja a la vera del río. Carlos y otro muchacho ayudaron a una pareja a hacer pie en tierra firme. El muchacho pudo salir, pero al placero se lo llevó la impresionante pared de agua que arrastró todo a su paso. El cuerpo de Rodríguez apareció en barrio Loza, a unos 11 kilómetros de la plaza que cuidaba.

“Era una persona buena, no entiendo por qué le pasó esto, no tengo palabras para describir lo que siento”, se lamentó la mujer.

La tragedia tocó la puerta de la barriada en la que “Chiro” era una persona querida y reconocida por su trabajo en la plaza, el centro de reunión de los vecinos. “En temporada trabajaba todos los días pero antes de irse me hacía las compras y me cebaba unos mates”, relató Concepción, quien mostró su agradecimiento con la Municipalidad de Río Ceballos por el apoyo recibido luego del triste desenlace.

Superación

En Río Ceballos, desde el lunes se vive un fiebre solidaria que se refleja en la conformación de tres centros de recepción de donaciones en un hotel, el centro comercial y la escuela Mariano Fragueiro, sobre la avenida principal. También se organizaron otros lugares de acopio en diferentes barrios.

En uno de ellos, Jéssica Rodríguez (24), carga bolsas, atiende su teléfono, responde a consultas de un numeroso grupo de jóvenes voluntarios que la buscan como organizadora, y entrega ropa a cualquier vecino que llega a pedir ayuda al local del centro comercial.

Desde el lunes, luego de despedir a su abuelo, Carlos Alberto Rodríguez, no encontró mejor manera que llevar el duelo asumiendo una actitud solidaria.

“La creciente se llevo a mi abuelo cuando iba a trabajar”, dijo, y apuntó: “Y desde ese día estoy sin dormir. Me vine acá para colaborar, y sin saber cómo terminé organizando este operativo. Nunca en mi vida había agarrado un plato para limpiar mi cocina, y ahora me siento muy comprometida con toda esa gente que lo perdió 
todo”.

Jéssica cuenta lo que le tocó vivir en carne propia el domingo mientras atiende los pedidos de numerosas familias que llegan al lugar a pedir auxilio.

El grupo que coordina Jessica se ocupa de preguntar a los conductores de vehículos casi vacíos que pasan por la avenida San Martín si no tienen inconvenientes de llevar ropa a diferentes barrios y así consiguen transportar la mercadería de manera solidaria a las familias que aún no recibieron asistencia.

“Me encontré con gente que no sufrió el temporal como nosotros, pero con muchas ganas de ayudar, y que comprenden que esta tragedia nos afecta, de diferente manera, a todos por igual”, dijo la nieta de una de las cuatro víctimas que murieron el domingo pasado en Río Ceballos.

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Fuente:

Fernando Agüero, Guillermo Lehman, Carlos Rodríguez, el placero que murió salvando gente del agua, 20/02/15, La Voz del Interior. Consultado 20/02/15.