Como todas sus ondas se concentran en un espacio reducido, recomiendan generar un ambiente doméstico controlado. En Estados Unidos ya se habla de la “hipersensibilidad electromagnética”.
por Verónica De Vita
Vivimos cada vez más inundados de ondas electromagnéticas, sobre las cuales pesa un debate en torno a sus consecuencias en la salud. Si bien el ambiente externo está abarrotado de ellas, según un especialista dentro del mismo hogar es donde se está más expuesto.
El ingeniero José Quero, titular de la cátedra Propagación y radiación de ondas electromagnéticas de la Universidad de Mendoza, explicó que esto es así por la gran cantidad de aparatos eléctricos, y ahora la conexión al wi fi, que se concentran en un espacio cerrado.
Aclaró que todos los aparatos eléctricos emiten estas radiaciones, aun cuando están aparentemente apagados, en “stand by”. A esto hay que sumar el uso y abuso de los celulares que están permanentemente sobre el cuerpo. Quero detalló que cuando se habla por teléfono, el aparato se ubica a 2 cm del cerebro.
Si se guarda en el bolsillo de una camisa está a 4 cm del corazón; y en una cartera o pantalón está a 10 o 15 cm de glándulas reproductivas, todos órganos que pueden ver alterado su funcionamiento por la exposición permanente a las ondas, aunque subrayó que no hay que ser alarmista.
Él mismo, junto a un equipo de profesionales, pudo constatar a través de un estudio cómo se altera la función del corazón cuando entra en contacto con estas ondas.
Así, sometieron el corazón de una rata a ellas y observaron cómo inmediatamente después el patrón que marca la contracción del órgano se vio alterado y se hizo más lenta la salida del potasio que antes había ingresado. Con el tiempo esto produce extrasístole ventricular, que puede conllevar a una fibrilación con riesgo de muerte si no es tratada de manera inmediata.
El microondas, un radiorreloj, el televisor, el celular y el módem de wi fi están permanentemente inundando el ambiente doméstico de ondas electromagnéticas.
También se encuentran en el ambiente exterior, producidas por las antenas de diversa índole como las de medios de comunicación y telefonía, transformadores y líneas de alta tensión.
De ellas, las que más emiten son las de radios FM, pero -indicó Quero- la mayoría de ellas se encuentran fuera del radio urbano. De todas formas, mediciones que ha realizado le han permitido constatar que en el ambiente de la Ciudad de Mendoza los niveles están 10% por debajo de lo aceptado a nivel nacional.
En el caso de las antenas de celulares, no emiten mucha radiación “pero el problema es que se usan dos o tres celulares”, manifestó el experto. Por ello, desde el punto de vista de Quero hay que concentrarse en las conductas individuales en cuanto al uso de celular, computadoras y tablets con wi fi y de electrodomésticos.
Efectos sobre el cuerpo
La abogada María Belén Aliciardi, autora de artículos y un libro sobre el tema, remarcó que uno de los principales problemas es que la tecnología que se usa en el país es obsoleta respecto de la que usan en Europa.
“El tema no es que no haya antenas. Es que la tecnología que usamos en Argentina afecta la salud y el ambiente”, expresó. Desde su punto de vista, las de telefonía son las más riesgosas.
Y pese a que hay quienes sostienen que no se puede asociar directamente a las antenas con algunas enfermedades, Aliciardi señala que el 80 % de los estudios epidemiológicos aceptados y revisados por la OMS destacan sus efectos: cefaleas, insomnio, alteraciones del comportamiento, depresión, ansiedad, baja de las defensas naturales del cuerpo, alergias.
Disminuye la cuenta de esperma masculino, entre otras consecuencias más graves. Dijo además que en el país hay muy poca inversión en estudios sobre el impacto, en la salud, de estas tecnologías.
Por otra parte, un trabajo local de los ingenieros Jorge S. García, Miguel Méndez Garabetti, Antonio Castro Lechtaler y el estudiante Alfredo David Priori señala que “podemos encontrar, entre los efectos biológicos, el calentamiento, las alteraciones de las reacciones químicas o inducción de corrientes eléctricas en los tejidos y las células”.
Se indica en otro apartado que “la energía absorbida en la exposición a estas fuentes de radiación puede engendrar fenómenos de todo tipo a nivel químico, celular, tisular, de órganos, sistemas de órganos y organismos”.
Se expresa además que los efectos biológicos no necesariamente son malos ya que el organismo posee mecanismos para autoajustarse. “Por lo tanto, que un efecto sea o no perjudicial para la salud humana, estará directamente relacionado a si tal efecto sobrepasa la capacidad de autoajuste del organismo, causando un deterioro detectable de la salud de los individuos expuestos”.
“Enfermos” de wi fi
En Estados Unidos ya se habla de un cuadro que afecta la salud, que denominan “hipersensibilidad electromagnética”, que se caracteriza por presentar ciertas alteraciones como cefaleas, migrañas y arritmias cardíacas. Incluso hay quienes hacen referencia a que es motivo de discapacidad laboral.
Incluso hay testimonios que aseguran haber curado “sus males” cuando se mudaron a Green Bank, un pequeño pueblo a 350 kilómetros al este de Washington, que se ha convertido en el hogar de “enfermos” de ondas electromagnéticas, prohibidas en este lugar porque alberga el radiotelescopio más sensible del mundo.
Una nota de la agencia AFP que muestra este fenómeno cuenta el caso de Charles Meckana, quien sufría náuseas, migrañas y arritmia cardíaca cada vez que se acercaba a un wi fi y que logró deshacerse de los dolores de cabeza luego de dos semanas de vivir allí.
En Mendoza sin embargo no es una “afección” que tenga demanda aún, admiten los médicos consultados por Los Andes. Incluso, de presentarse síntomas, estos son tan inespecíficos que suelen atribuirse a una respuesta psicosomática.
Sin embargo, aunque la Organización Mundial de la Salud todavía no la reconoce como una enfermedad, espera tratar el caso en 2016.
¿Internet por cable o inalámbrica?
La aprobación de la ley “Argentina Digital”, el martes por la noche en el Congreso, promete garantizar el acceso de todos los ciudadanos de manera equitativa a los servicios de telecomunicaciones. Por ello, las redes que actualmente pertenecen a algunas empresas podrán ser alquiladas por licenciatarios que no las posean a un precio regulado por el Estado.
Pero para Aliciardi ésta no es una buena noticia sobre el asunto, ya que multiplicará la cantidad de antenas. En cambio, para Quero se trata de una oportunidad excelente. El experto consideró que permitiría aproximarse al ideal recomendado de colocar una antena de wi fi en cada cuadra, que tendría mucha menos potencia que una grande que debe llegar a diversos puntos.
También señaló las diferencias que hay con los colegios de Europa, donde no se permite el uso de wi fi. Para él, es preferible internet del modo “tradicional”, por cable, ya que las radiaciones quedan todas concentradas dentro suyo.
La prueba del microondas
El ingeniero José Quero llamó a tener especial cuidado con el uso del microondas, ya que muchos de estos aparatos no cumplen con el mínimo de emisiones que pueden liberar cuando funcionan, tal cual lo determina la ley.
Por ello, sugirió realizar una pequeña prueba, aplicable incluso al momento de comprarlos. Consiste en colocar en el interior del aparato un teléfono celular, cerrar la puerta y llamar. Si el teléfono suena es porque la onda electromagnética puede ingresar y si puede entrar también puede salir.
De todas formas, comentó que lo ideal es colocar este electrodoméstico fuera de la cocina para evitar la exposición, preferentemente en el lavadero. Además, evitar estar mirándolo mientras funciona.
Fuente:
Verónica De Vita | vdevita@losandes.com.ar, Microondas, wi fi y celulares, un combo “tóxico” en el hogar, 20/12/14, Los Andes.
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