Dos iniciativas del jefe de Gobierno proponen desafectar parte de la emblemática Reserva, incluida en la Lista de Humedales de Importancia Internacional. También afecta un sector del Parque Avellaneda y otro junto al Autódromo.
por Eduardo Videla
Un día después de anunciar un plan para construir nuevos espacios verdes en la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno envió a la Legislatura un proyecto para construir un depósito de camiones en la mismísima Reserva Ecológica. El audaz proyecto del PRO impulsa desafectar cinco hectáreas del pulmón verde para destinarlas a una “base primaria de recolección de residuos”, que consistiría en un depósito de camiones y de basura. No conforme con esto, tres días después, se presentó otra iniciativa con la propuesta de restarles a la Reserva otras 2,5 hectáreas para el mismo fin. La denuncia fue formulada ayer por los legisladores porteños Alejandro Bodart (MST) y Pablo Bergel (Verde Alameda). Los proyectos también avanzan sobre otros espacios verdes, como el Parque Avellaneda, al que se propone quitarle 2,5 hectáreas, siempre con el fin de destinarlos a actividades de higiene urbana.
La llamada Reserva Costanera Sur está incluida desde 2005 en la Lista Ramsar de Humedales de Importancia Internacional, lo que le otorga un alto grado de protección: la Ciudad y el país están obligados a protegerlos. Un humedal es una formación de terreno vinculada con el río, un ecosistema híbrido entre el terrestre y el acuático, como por ejemplo, el Delta del Paraná. La importancia de su conservación radica en que “cumple funciones fundamentales, como la regulación del ciclo hídrico, la estabilización del clima, la mitigación de los cambios climáticos globales y la conservación de la biodiversidad”, además de los “valores turísticos y recreativos”, según explica el propio sitio del Gobierno de la Ciudad, que los redactores del proyecto no leyeron o ignoraron.
“Hace pocos días, Macri usó la Reserva Ecológica para lanzar su mentiroso plan Ciudad Verde y ahora quiere quitarle siete hectáreas para instalar una playa de estacionamiento de camiones de basura, dañando un patrimonio natural protegido por convenios internacionales”, dijo el diputado Bodart. “La Reserva Ecológica es un área intocable”, enfatizó ante Página/12.
Macri presentó, el 9 de junio último, en ese escenario, un plan para construir 78 nuevos parques en los próximos veinte años, aunque no precisó dónde van a estar ubicados. Tampoco dio detalles de los espacios verdes que piensa destruir en lo que queda de su gestión, entre ellos, parte de la emblemática Reserva Ecológica. Pero al día siguiente envió el primer proyecto a la Legislatura.
“Demoró sólo un día en mostrar cómo implementará su marketinero plan Buenos Aires Verde”, ironizó Bergel. “Estos proyectos pasaron todos los límites. Además, violan el artículo 27 de la Constitución de la Ciudad”, enfatizó Enrique Viale, de la Asociación de Abogados Ambientalistas, ante una consulta de Página/12.
Ningún funcionario porteño salió ayer a explicar estos proyectos. De acuerdo con las copias, a las que accedió Página/12, ambos están firmados por Macri, el ministro de Ambiente, Edgardo Cenzón; su par de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
Uno de los proyectos desafecta del Distrito de Zonificación ARE DE4 (Reserva Ecológica) “una superficie de cinco (5) hectáreas correspondientes a la Manzana 63, Parcela I, Sección 98, Circunscripción 21”. La otra iniciativa, presentada tres días después (el 13 de junio), desafecta “una superficie de dos (2) hectáreas” correspondientes a la misma nomenclatura. Un croquis ubica ese espacio sobre la avenida Costanera, entre las prolongaciones virtuales de las calles Estados Unidos y Carlos Calvo.
En ambos casos, la finalidad de la desafectación es “instalar y operar una base de recolección de residuos sólidos urbanos”. Esa base no es más que “un depósito de vehículos livianos y pesados, maquinarias y enseres destinados a la guarda, mantenimiento y limpieza de los vehículos utilizados para realizar el servicio de recolección de residuos”. También se permitirá allí “el almacenamiento del material recuperado final que, en razón de sus características voluminosas, necesite un acopio mayor debido a que no pueda ser compactado”. Es decir, allí habrá también un basural.
Otros espacios verdes que el gobierno porteño quiere afectar como bases de recolección del servicio de higiene urbana (o playas de camiones recolectores) son:
2,5 hectáreas del Parque Avellaneda, ubicadas entre la autopista Perito Moreno y la prolongación de la calle Eugenio Garzón.
Un predio ubicado detrás del Autódromo, sobre la avenida 27 de Febrero, ribereña del Riachuelo.
Un predio bajo la autopista AU7 Héctor Cámpora, desde la avenida 27 de Febrero (ribereña del Riachuelo) hasta Coronel Roca.
“El Parque Avellaneda es un Área de Protección Histórica que además está gestionado por una mesa de trabajo integrada por asociaciones vecinales”, advirtió Bodart, adelantando las objeciones que va a tener el proyecto en ese barrio.
“Macri, su ministro Edgardo Cenzón y el presidente de la Agencia de Protección Ambiental, el ex ambientalista Juan Carlos Villalonga, deberán dar cuenta a la ciudadanía, sin sonrojarse, cómo se atreven a vender ese invento de su agente de marketing Duran Barba llamado Buenos Aires Verde”, concluyó Bergel.
Fuente:
Eduardo Videla, El colmo de la Ciudad Verde de Macri, 19/06/14, Página/12. Consultado 20/06/14.
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