sábado, 17 de agosto de 2013

Piden prisión a padre e hijo que provocaron incendios

Hacían un asado en el piso, pero el fuego se propagó y se necesitaron aviones hidrantes para apagar el incendio forestal. El fiscal solicitó la prisión preventiva.

El mediodía del 25 de julio último, Gustavo A. (47) y su hijo Marcial (21) A. querían comer un asado. En el patio de su casa ecológica de San José de la Quintana. En el suelo, amontonaron los troncos para preparar las brazas sobre las cuales asar la carne. El viento soplaba fuerte: a 35 km/h, según el Servicio Meteorológico Nacional. El clima de ese día, como ocurre en cualquier invierno cordobés, era reseco.

El fiscal de Alta Gracia, Emilio Drazile, cree que en ese marco de viento y sequía, el fuego que padre e hijo iniciaron al ras del piso, rodeado por algunas piedras, se desmadró, volviéndose indomable, y arrasó unas cinco hectáreas de monte nativo, luego de que varios cuerpos de bomberos y cuatro aviones hidrantes lo sofocaran: el trabajo intenso demoró cuatro horas, y 13 más apagarlo completamente y completar la guardia de cenizas.

Encendida defensa. Gustavo, el padre, dijo lo opuesto: que su hijo, Marcial, no estaba en el patio, sino en la casa, cuando él prendió el fuego sobre el asador “tomando todas las precauciones” para que aquel no se propagara.

También dijo que el fuego que derivó en un incendio forestal comenzó “a varios metros de distancia del asador en unos pastos, ya fuera de su terreno”.

Aseguró, y lo corroboraron los testigos, que ante el avance de las llamas por los pastizales secos, comenzó a arrojar baldazos de agua.

Finalmente, Gustavo jugó una carta más para zafar: dijo que era un “ecologista declarado”, colaborador de la Fundación Horderling, encargada de reforestar el bosque nativo de esa zona del departamento Santa María.

Cenizas quedan. Pero para el fiscal, estas conductas no minimizan su responsabilidad, al contrario: si es un ecologista “confeso”, opina el fiscal, debió darse cuenta del peligro de prender un fuego al ras del piso en medio de pasto seco.

“Los imputados podían perfectamente prever la consecuencia de un incendio en potencia y el peligro (...) para los bienes y personas del lugar. Es que aunque no hayan encaminado directamente su conducta a dañar bienes ajenos, ineludiblemente cabe concluir que en la ocasión los imputados actuaron con desprecio, o al menos con indiferencia frente a esa posibilidad cierta de que el fuego se propagara y alcanzara bienes ajenos”, dijo el fiscal en su última actuación (hasta ahora) en la causa: pedir la prisión preventiva de ambos, padre e hijo.

Últimos chispazos. El fiscal Drazzile sostiene que el fuego fue encendido de manera intencional, en condiciones ambientales y climáticas adversas y en “una pira rodeada de piedras”, lo que permite inferir que “la zona de origen del fuego y la “fuente térmica estuvo representada por una llama libre” para lo que fue “necesario la acción del ser humano”.

En ese marco, el funcionarios judicial adelantó que no sería correcta una eventual condena de ejecución condicional porque la pena mínima para el incendio doloso es de tres años de prisión, es decir de cumplimiento efectivo.

“Aunque no hayan encaminado directamente su conducta a dañar bienes ajenos, en la ocasión los imputados actuaron con desprecio o indiferencia”.

Buenos Aires. City Bell. Los imputados son de esa localidad de La Plata. Estaban en su casa ecológica en San José de la Quintana.

Fuente:
Piden prisión a padre e hijo que provocaron incendios, 17/08/13, Día a Día Córdoba. Consultado 17/08/13.

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