sábado, 20 de julio de 2013

Amistad Latinoamericana y Racismo Ambiental

Esta semana se confirmó el acuerdo entre el gobierno argentino y la corporación estadounidense Chevron. A pesar que no hubo reacciones visibles del gobierno ecuatoriano, Rafael Correa había pedido que se cumpla la sentencia judicial de este país contra la petrolera. Desde este punto de vista, quienes sí continúan una verdadera hermandad "latinoamericana" son los pueblos originarios del Abya Yala que se resisten a que sus territorios sean sacrificables al neocolonialismo.

"En la década del 90 Chevron tuvo el control de los distintos gobiernos de Ecuador", expresó el abogado de las comunidades amazónicas que ganaron un juicio de dos décadas contra la poderosa corporación Chevron. Y reconoce el mérito en este aspecto del actual gobierno de su país: "Correa cambió esa relación, nunca se sentó a la mesa de la multinacional y simplemente dejó que la Justicia haga su trabajo". La palabra de Pablo Fajardo, publicada en este medio, es elocuente.

Por el contrario, la situación en Argentina no puede ser más contrapuesta. El Estado Nacional, a través de la Procuradora General, Alejandra Gils Carbó, se pronunció en contra del embargo a la corporación Chevron, interpuesto por la comunidad de afectados en Ecuador. Más aún, esta semana la Presidente sentó a su mesa a la multinacional de origen estadounidense. Esto, además de que el gobierno de Cristina Fernández se autoproclama como "el gobierno que enfrenta a las corporaciones".

Esta semana también la Presidente tuvo un exabrupto: "Sé que algunos se subieron a torres de YPF, pero con todo respeto a los que se expresan, ¿por qué no lo hacían cuando Repsol se llevaba toda la guita de la Argentina y no invertía nada acá?", dijo en un acto oficial. Pero más que un exabrupto es una mentira, como aclaró Darío Aranda. También hubo un pronunciamiento publicado en MapuExpress, que la Presidente de la Nación debiera leer para no faltar el respeto a este pueblo de luchadores.

"Desconoce los lamentos, denuncias e informes que desde inicios del 2.000 en el territorio de comunidades de Loma de la lata y a causa de la explotación petrolera, habitantes de dos comunidades tienen niveles de presencia de elementos tóxicos y materiales pesados en su sangre como aluminio, manganeso, talio y que fueron encontrados valores significativamente altos de plomo, cadmio, arsénico y níquel y que se detectaron malformaciones en no natos, efectos genéticos, y graves problemas ambientales", expresan allí.

Y agregan también como dato concreto: "No supo que tuvieron que recurrir al sistema interamericano de Derechos Humanos para denunciar el 2002 estos casos y a través de diversos informes científicos se demostraba los daños y que al País acudió una misión internacional de Derechos Humanos y que se llevaron diversas movilizaciones en contra de la empresa Repsol". Y agrega: "Tampoco se enteró de las múltiples campañas internacionales efectuadas por referentes integrantes de la Confederación Mapuche de Neuquén en contra de Repsol". La Presidente: "No escuchó, no estuvo".

Para leer el resto de la nota dirigirse a ComAmbiental

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