lunes, 22 de abril de 2013

Las ratas obligan a desconectar un sistema de refrigeración en Fukushima

Dos ratas muertas dentro de un transformador externo del sistema de refrigeración de la central nuclear de Fukushima

La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha desconectado este lunes, por tercera vez en cinco semanas, el sistema de refrigeración de la piscina de combustible del reactor dos de la central nuclear de Fukushima-1, ubicada en el noreste de Japón, tras haber encontrado ratas muertas cerca de un transformador.

TEPCO ha estimado que la inspección durará tres o cuatro horas. Además, la compañía ha indicado a través de un comunicado que la temperatura de la piscina aumentará menos de un grado durante el registro y alcanzará los 14 grados.

El pasado mes de marzo, la central de Fukushima sufrió un apagón de 29 horas que dejó fuera de servicio los sistemas de refrigeración de los reactores de la central, debido a que, según los operarios de TEPCO, una rata entró en contacto con el entramado de cables del centro de control y provocó un cortocircuito que, a su vez, dio lugar al apagón en la central nuclear.

Asimismo, a principios de abril, la compañía informó de una pequeña filtración de agua radiactiva desde la central nuclear de Fukushima-1, después de la interrupción en el sistema de refrigeración del reactor número tres.

El 11 de marzo de 2011 un terremoto y un tsunami sacudieron la prefectura de Fukushima, dando lugar a una crisis humanitaria y a un accidente nuclear que, junto al de Chernóbil (Ucrania), es el peor de la historia mundial.

Desde entonces, los operarios de TEPCO han intentado enfriar la central nuclear bombeando agua hacia sus instalaciones y depurándola después con unos sistemas especiales para garantizar la seguridad ambiental.

Hallan contaminación radiactiva en piscinas infantiles de Fukushima

Cesio radioactivo que emite más de 100.000 becquereles por kilo fue hallado en los sedimentos de las aguas de las piscinas de dos escuelas cerca la ciudad de Fukushima, en Japón. En una tercera escuela hallaron sedimentos que emitía al menos 8.000 becquereles por kilo. 

El agua, que no fue cambiada desde el accidente, bloqueó la emisión, señalan especialistas; la contaminación nuclear del aire en estas escuelas está dentro de las normas. “El cieno bajo el agua, aun si está muy contaminado, no representa un peligro antes de ser sacado del agua”, comenta Kunikazu Noguchi, profesor de la Universidad de Nihon. 

Tras el accidente nuclear en la Central Nuclear Fukushima en 2011, el gobierno local está obligado a retirar las sustancias que emitan más de 8.000 becquereles.

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