Difundimos aquí el documento de la Asamblea "No a la Mina " de Esquel, leído
en público en ocasión del X Aniversario del Plebiscito.
¡Buenas tardes, vecinos y vecinas!
23 de Marzo hoy, 24 de Marzo mañana.
Quizá porqué estén en nuestro pueblo estas dos fechas así ubicadas en el calendario.
Una, la de hoy, nos recuerda un plebiscito histórico, fruto
de la participación democrática y la lucha de nuestro pueblo. Una fecha
luminosa.
La de mañana nos recuerda la fecha de inicio de la dictadura
más sangrienta. Lo que sucede cuando se le arrancan al pueblo sus derechos
humanos más elementales.
30000 hermanos desaparecidos.
Un país desbastado.
Una fecha oscura para no olvidar.
Quizá podamos ofrecer desde nuestros corazones este festejo
de hoy a aquellos luchadores populares que ya no están, porque de alguna manera
retomamos su posta. Que esta plaza de hoy sirva como homenaje de la vida a la
que ellos dieron por su causa.
Hoy estamos aquí nuevamente luego de 10 largos años. En esta
plaza, en estas calles nuevamente, siempre los mismos y siempre nuevos.
Renovados en las miradas de nuestros hijos más pequeños y de los jóvenes.
Perseverantes y firmes en los pasos de los amigos y vecinos que somos más
viejos…
Estos son días entre otras cosas, de memoria… y hace diez
años, a estas horas, estábamos abriendo las urnas… y nos íbamos dando cuenta de
lo que estaba ocurriendo…
Por cada 100 votos que salían, 81 decían: ¡NO A LA MINA !!!
¡Ganábamos, vecinos! Después de meses de asambleas, calle,
pintadas por las noches, concejales saltando por las ventanas, gobernadores
ignorantes, intendentes ausentes, patotas, amenazas, clases, charlas en barrios
y escuelas… folletos y más folletos,
Estábamos ganando!!!!!
11065 votos por el NO que parecen sólo una cifra, pero que
son cada uno una historia, como dijo la murga. Historias de compromiso, de
dudas, de cambio, de discusiones y acuerdos, vivencias que fueron creciendo
juntas y se dieron fuerza entre ellas, cuando hubo momentos de incertidumbre,
temores o angustia, pero que también supieron y aún saben, darse un abrazo y
compartir sonrisas.
Recordamos esta plaza llena de nosotros mismos, cantando y
llorando de alegría, alzando a nuestros hijos, esos mismos que ahora enarbolan
banderas y van al frente de las marchas.
Recordamos a los amigos y vecinos que estaban y que hoy nos
dan su apoyo desde otros horizontes o desde otras alturas… A ellos gracias!
Si, vecinos, nos acordamos. Nos acordamos de nosotros mismos,
porque tenemos memoria.
Recordamos en especial a aquellos hombres y mujeres que aún
sin tener el pan para llevar a la mesa de sus hijos, plantaron su NO contra la
compra de voluntades, la trampa de la desocupación fomentada desde el
gobierno, el abuso y las mentiras.
Recordamos y reconocemos a aquellos que sostuvieron la
antorcha de la lucha aún cuando parecía que todo estaba terminado, aún con la
llama muy pequeñita, pero nunca apagada. A ellos, a ellas, ¡gracias!
Recordamos hoy a los que salieron a la calle aún bajo la
nieve y la lluvia, con carritos de bebé, en silla de ruedas, con paso lento, o
como sea, para poder dar su testimonio y su compromiso.
Tenemos una memoria viva, una memoria que crece porque la
hacemos entre todos, y se enriquece. Una memoria que permite que este sea un
dia de fiesta, y no tan sólo una fecha convertida en estatua.
Esta fue y sigue siendo una lucha de todos, la lucha de un
pueblo por ser escuchado y respetado durante diez largos años, ya que no bastó
con arrancarles aquel plebiscito y ganarlo por el 82 % de los votos, sino que
hubo y aún hay que estar defendiendo aquella victoria cada día como si todos
los días fueran un 23 de Marzo.
Creemos que la verdadera democracia es esta, la que
construímos cada día comprometidos de verdad con nuestra propia historia y no
participando un domingo cada tanto en un ritual electoral con el que algunos
consiguen llegar a un puesto de poder con el que hacen lo que se les antoja,
como si nuestros votos los convirtieran de repente en condes y marqueses de la
política.
Señores funcionarios: ¡Su único titulo nobiliario debería
ser el de servir al pueblo, y no a los poderes económicos de turno!
Esta es una larga marcha que no empieza con nosotros, sino
mucho antes y de la que somos solamente un paso. Una marcha que acá seguimos 4
tras 4, asamblea tras asamblea, calle tras calle, vecinos unos con otros, en
una larga peregrinación de la vida hacia la justicia, el amor y el futuro.
Y caminamos hoy junto a tantos pueblos hermanos del Chubut,
de la Patagonia
entera, de la Argentina
y del Mundo, que creen que la naturaleza tiene por sí misma derecho a existir,
pues sin ella nada existiría.
Caminamos junto a los que piensan que hay modelos de
producción a escala humana, respetuosas de la vida, y para beneficio de las
comunidades y en fuentes de trabajo verdaderamente sustentables y solidarias.
Todos nosotros vamos en una alegre marcha delante de las
estatuas ciegas de la codicia y de la estupidez humana.
Caminamos delante de los vendidos, los venales, los que
aceptan ser pagados para ponerse en contra de la mayor parte de un pueblo, para
torcer su voluntad, confundirlo, y engañarlo.
Caminamos delante de aquellos que ven este hermoso mundo
solamente como una fuente de recursos materiales, esperando ser explotados.
Caminamos delante de aquellos que ven a las comunidades que
se organizan, que autogestionan, que proponen, que aprenden, que enseñan, que
salen a las calles, como una amenaza al orden establecido.
Caminamos delante de aquellos que enjuician por un trazo
negro en la chapa de un auto a un adolescente, pero que nada hacen cuando la
violencia se descarga sobre los cuerpos del adversario.
Caminamos delante de los patriarcas de la ley
antiterrorista.
No nos olvidamos de todo lo que hemos hecho en estos 10
años… pero tampoco nos olvidamos de los que han hecho y lo que no han hecho
ustedes.
Cuando el nuevo Papa Francisco, en su asunción, insistia una
y otra vez, en que había que cuidar a la naturaleza, porque era un mandato de
Dios, los gobernantes del mundo asentían con sus cabezas y lloraban de emoción…
¿o de culpa?
Tal vez se estaban dando cuenta que de cuidar, ¡nada! Y que
más que respetar a ningún Dios, estaban respetando los mandatos de las empresas, las
promesas del gran capital y las Biblias del neo desarrollismo progresista…
SEÑORES del desarrollo perpetuo, que creen que el futuro es
sólo sacarle más y más a esta Tierra, sacarle más y más a los pueblos que
conviven en armonía con ella, o directamente sacar a los pueblos…
Si. ¡Señores del perforar!
¡Señores del fracturar!…
¡Del explotar, del dinamitar!
!Señores del fumigar y del exterminar…!
¡Si no cuidamos este mundo no habrá más mundo para nadie!
Así que paradójicamente a ustedes también y a sus hijos los
estamos protegiendo, porque más allá de sus fantásticas ilusiones de mundos
infinitos y recursos inagotables, del desarrollo y progreso eternos, nosotros,
todos estos que somos, los locos, los fanáticos, los idealistas, nosotros, sabemos
que no hay otro planeta más que este para vivir, no hay otras aguas para beber,
ni otros aires que respirar.
Descubrimos hace 10 años que detrás de los cantos de sirena
de aquella Meridian Gold, como de esta Yamaha, detrás de las mentiras del
cianuro, de los controles técnicos, del trabajo para todos, solo había codicia
de oro… la misma codicia que envenenó pueblos, masacró culturas, y dio
nacimiento a este capitalismo salvaje que parece querer devorar el planeta.
Descubrimos también que hay políticos, jueces, comunicadores
sociales, funcionarios, profesionales, que creen que los ricos y poderosos
amos del mundo les están dando un lugar a su lado… ¿son ustedes ingenuos o
insensatos?!
Jamás estarán en las mesas de sus banquetes, jamás, más que
para sacarse fotos, o levantar las sobras del poder que caigan al piso.
Los que estamos en esta plaza tenemos otras ilusiones,
otros sueños.
Creemos en la nobleza de los seres humanos, en el amor al
prójimo, al vecino, al compañero, a la compañera…
Creemos en que los pueblos organizados desde sí mismos
tienen mucho que enseñar y que aprender y al ver lo que hemos podido hacer
hasta ahora no parece que hayamos sido tan ilusos y poco realistas… Sino ¿qué
es este día?
¿No es el día de la dignidad, vecinos?
¿No es el día que
recuerda como un pueblo con mayoría de desocupados, en un lugar lejano de la
cordillera, le dijo no al soborno falso de fuentes de trabajo y de riqueza ?
La dignidad existe señores, y también es un derecho humano.
Y esa dignidad, vecinos de Esquel, es la misma que tiene la
montaña a nuestras espaldas, cuidándonos silenciosa y también cuidada por
nosotros, en las calles.
¡¡¡NO ES NO!!!
¡¡¡NO A LA
MINA !!!
¡NO PASARÁN!
¡NO PASARÁN!
¡NO PASARÁN!
Esquel, 21 de marzo de 2012
Fuente:
"La dignidad es un derecho humano", 24/03/13, ComAmbiental.
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