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por Laura Kenyon
El desastre nuclear de Fukushima, que comenzó el 11 de marzo de 2011 fue un momento de terror para el mundo entero. Algunos informes iniciales advirtieron incluso que la radiación podía ser transportada por el viento hasta las costas occidentales de los EE.UU. y Canadá, y muchas empresas internacionales retiraron a su personal fuera de Japón. En los intentos dramáticos para enfriar los reactores, los militares japoneses arrojaron toneladas de agua de mar desde helicópteros.
Para la mayoría de nosotros, la urgencia de estos momentos ha desaparecido hace mucho tiempo, pero muchas cosas sucedieron en estos dos años transcurridos. El desastre nuclear de Fukushima nunca realmente terminó. Aunque muchas cosas de Fukushima son increíbles e injustas, aquí algunas de las más impactantes que usted debe tener en cuenta:
1. Ex empleados de General Electric e Hitachi denunciaron irregularidades, exponiendo las fallas de diseño y de producción en algunas partes de los reactores de Fukushima.
Ya en la década de 1970, un ex empleado de General Electric, Dale Bridenbaugh, hizo pública fallas de diseño en los reactores que GE estaba usando para construir Fukushima. A continuación, tras el desastre de Chernobyl en 1986, un ex ingeniero nuclear de Hitachi, Mitsuhiko Tanaka, expuso el encubrimiento ilegal de un problema de construcción en uno de los recipientes a presión construidos por Hitachi, "Cuando lo que está en juego tiene tal magnitud, una empresa no va a elegir lo que es seguro y legal".
Esa es la naturaleza de la industria nuclear y la historia de Tanaka es otro ejemplo muy tenebroso de hasta qué punto las empresas nucleares antepondrán sus propios beneficios a la seguridad.
2. La
Cruz Roja llamó a la catástrofe de Fukushima una "crisis
humanitaria".
Imaginate que te obliguen a salir de tu casa tan rápido que
tenés que abandonar tus mascotas. Luego imaginate que te digan que no podés volver por varias décadas. Incluso recuperar algunas de tus cosas puede ser difícil, ya que es peligroso para vos estar dentro de tu casa durante prolongados períodos de tiempo, porque estarías expuesto
a demasiada radiación. Vos esperaste dos años, pero durante este tiempo nunca
recibiste una compensación suficiente para reconstruir completamente tu vida en
algún lugar seguro.
Esa es la realidad actual de unas 160.000 personas que se
vieron obligadas a evacuar sus hogares. Dos años después, muchas de estas
personas aún viven en viviendas temporales, han perdido sus empleos y están
separados de sus comunidades y familias.
3. El dinero de la indemnización para los evacuados de
Fukushima puede venir con condiciones
Los evacuados han estado viviendo en el limbo durante dos
años ya, ahora hay que añadir que el dinero de la indemnización puede
tener condiciones no deseadas. Algunos evacuados que aceptaron ciertas
cantidades de compensación, porque estaban embarazadas o tenían hijos pequeños
en el momento de la catástrofe nuclear, tomando el dinero pueden haber sacrificado su derecho de
demandar por daños y perjuicios adicionales. Las autoridades
de Tokyo Electric Power Company (TEPCO), responsable de fijar los términos de
compensación, expresaron que la gente no puede reclamar futuras
compensaciones por enfermedades causadas por el accidente, a continuación, en
otra ocasión, las mismas autoridades dijeron que no descartan futuras
reclamaciones (más detalles en Fukushima Fallout).
Las condiciones que vienen con el dinero de la indemnización
no están claras para los evacuados de Fukushima, causando confusión y añadiendo estrés. Mientras que ellos deben llenar un formulario de reclamo de compensación de 60
páginas, y esperar a ver cuanto vale la destrucción de sus anteriores formas de vida- las ganancias de las empresas nucleares
involucrados, como General Electric, Hitachi y Toshiba, se mantienen intactas.
4. Dos de los fabricantes de reactores de Fukushima: Toshiba
e Hitachi, ahora están haciendo dinero con el desastre en el proceso de
limpieza.
Toshiba e Hitachi, en efecto, se ofrecieron a limpiar su propia suciedad nuclear. Así es, estas empresas han hecho dinero con Fukushima dos
veces, primero desde la construcción y el mantenimiento de los reactores, y
luego nuevamente con la limpieza después que esos reactores fallaron. Lo que un modelo
de negocio interesante.
¿Cómo pueden estas empresas salirse con la suya?
Están protegidos por las polvorientas y viejas leyes de responsabilidad por daños nucleares establecidas en la década de 1950, que imponen la carga de pagar por los desastres nucleares a los operadores de las centrales nucleares (en este caso TEPCO), mientras que las empresas que diseñaron o suministraron los
reactores nucleares están exentas de pagar, no
importa cuáles sean las circunstancias en las cuales estuvieron involucradas. Después de
Fukushima, TEPCO no pudo pagar el costo del desastre nuclear y fue
nacionalizada, pasando la mayor parte de los gastos al gobierno, y por lo
tanto el público japonés. Esta es la situación en Japón y las leyes de
responsabilidad por daños nucleares son las mismas en casi todos los demás
países.
Cuando las empresas nucleares no son responsables por los enormes costos del riesgo nuclear, ¿Qué incentivo tienen para evitarlo?
Ninguno.
Esta injusta situación puede cambiar. India creó una ley de fuerte responsabilidad nuclear en 2010, la cual otorga responsabilidad a las empresas
proveedoras nucleares, por los daños de un desastre nuclear. La semana pasada,
el CEO de General Electric, admitió que mientras la ley esté vigente, General Electricse quedará fuera del negocio nuclear en la India. Cuando se ven obligados a admitirlo, la
mayoría de las empresas nucleares llegan a la misma conclusión- el costo del
riesgo nuclear es demasiado alto.
Un paso importante para que las empresas sean responsables
de los desastres nucleares nucleares, es que el público conozca y comprenda
esta situación injusta- vos puodés ayudar.
Laura Kenyon pertenece a Greenpeace InternacionalFuente:
Laura Kenyon, Cuatro cosas que usted debe saber sobre el desastre nuclear de Fukushima, 28/02/13, Greenpeace Internacional. Consultado 02/03/13.

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