Sea por vía judicial o por un acuerdo político, la Atómica funcionaría un año
más en la Capital. La
Nación se comprometió a mudarla y remediar el sitio.
Ya sea por vía judicial o por acuerdo político, todo parece
indicar que la planta Dioxitek reanudará sus actividades pronto y seguirá
funcionado por un año más en Alta Córdoba.
El 99 % de la fábrica pertenece a la Comisión Nacional
de Energía Atómica (Cnea).
Es lo que le manifestó el ministro de Planificación de la Nación , Julio De Vido, al
intendente Ramón Mestre, en una reunión que tuvo lugar el jueves pasado. El funcionario nacional le pidió que facilitara la
reapertura de la fábrica y le diera 365 días de plazo para su traslado fuera de
la ciudad de Córdoba.
Mientras tanto, ayer la Justicia Federal
aceptó analizar el amparo que presentó Dioxitek para que se levante la clausura
municipal de su planta. El recurso había sido presentado días atrás.
Ahora, el juez federal Alejandro Sánchez Freytes -subrogante
de Ricardo Bustos Fierro- admitió el análisis del recurso que, según el pedido
de la firma Dioxitek, debe hacerse con celeridad.
Desde el municipio avizoran una derrota en la Justicia , por lo que
intentan negociarlo políticamente a cambio de que la Nación les envíe los fondos
de las obras prometidas para la ciudad durante la intendencia de Daniel
Giacomino.
Además de la planta, en el sitio hay 56 mil toneladas de
residuos radiactivos aunque de baja peligrosidad.
El tema es complejo por la fuerte presión de vecinos y
organizaciones ambientales, tanto en el propio barrio como en el sitio a donde
se traslade.
De hecho, este es el quinto intento de mudanza en las dos
décadas de funcionamiento que tiene la planta. En 1985, una ordenanza prohibió
la instalación de este tipo de fábricas en el ejido municipal. En 1995, se
acuerda el primer traslado al que le siguieron otros en 1998, 2004 y 2007.
Todos fracasaron.
En cada uno de los anuncios, los municipios a donde se iba a
mudar la planta sancionaron ordenanzas para prohibir su instalación.
Contexto mundial y nacional. En la actualidad, el contexto
es más negativo para la industria nuclear tras el desastre de Fukushima luego
del tsunami de marzo de 2011. Varios países anunciaron el fin de sus planes
nucleares.
Sin embargo, la
Nación continúa con el programa de reactivación de esta
tecnología. A mediados de 2013 estará en pleno funcionamiento Atucha II.
También quieren extender la vida útil de la Central de Embalse por 30 años, la iniciativa más
cuestionada por los grupos ambientalistas.
Además, el gobierno anunció la construcción de dos centrales
más (Atucha III y Carem) y la reactivación de otras actividades vitales para
completar el ciclo de la industria nuclear, desde la minería de uranio hasta la
construcción de centrales nucleares nacionales.
En Dioxitek comienza el circuito nuclear nacional. Esta
industria procesa uranio que se importa de Kazajistán. El producto final sirve
para fabricar la pilas que se colocan en el núcleo de los reactores de Embalse
y Atucha I. En teoría estas centrales tienen stock de combustible para dos
meses y ya pasaron 30 días del cierre.
Varios intentos de mudanza
1982. Empieza a funcionar la fábrica en Alta Córdoba.
1985. Se sanciona la ordenanza que prohíbe la instalación de
este tipo de fábricas dentro del ejido municipal.
1994. La
Municipalidad pide a la Cnea la relocalización de la planta.
1995. Se acuerda el traslado. Entre los posibles destinos,
se nombra a Falda del Carmen.
1997. Dioxitek se hace cargo de la fábrica. Es una sociedad
anónima, propiedad en un 99 % de la Cnea y el resto, de la provincia de Mendoza.
1998. Se anuncia que el traslado de la planta será a fines
de 1999. El destino elegido es Despeñaderos, pero los habitantes rechazan la
localización.
2001. Vence una ordenanza que obligaba a cerrar la fábrica,
pero se cae la posibilidad de relocalización.
2004. Se retoma la posibilidad de traslado. En esta
oportunidad, el destino era San Rafael, Mendoza.
2006. Ese municipio rechaza la instalación. Se anuncia que la Nación analizará la
relocalización de Dioxitek. El Gobierno kirchnerista anuncia la reactivación
nuclear del país.
2007. Se firma un convenio para que la UTN contemple lugares para la
relocalización. La planta debía mudarse antes de 2011.
2012. La
Municipalidad clausura la planta.
56 mil toneladas de residuos de baja radiactividad
Dentro de la planta también hay un depósito de residuos
radiactivos. Su peligrosidad es baja, pero hay que remediar el sitio.
El “chichón” de la planta de Dioxitek contiene 56 mil
toneladas de materiales con radiactividad baja. Esto significa que no tiene
efectos al contacto con la piel, pero sí es peligroso si se absorbe por las
vías respiratorias o por la digestiva.
Se diferencia de la radiación que puede emitir una central
nuclear dañada, la cual recorre largas distancias, y el sitio contaminado por
esta debe aislarse con hormigón y plomo.
La radiación puede producir daños en el ADN, y de esta
manera llevar a la formación de células cancerosas.
A su vez, en el “chichón” fueron detectados niveles de
metales pesados por encima de los valores guías para calidad de suelo que fija la Ley Nacional de
Residuos Peligrosos, 24.051.
Fuentes:
Dioxitek seguiría otro año en Alta Córdoba, 27/10/12, La Voz del Interior. Consultado 27/10/12.
56 mil toneladas de residuos de baja radiactividad, 27/10/12, La Voz del Interior. Consultado 27/10/12.
El " chichón" no es de dioxitek, no está en el predio de Dioxitek, y no fue generado por Dioxitek, existe desde antes que se estableciera Dioxitek ( se debería informar con más precisiones, ya que se confunde a la gente, y no es el único caso, por lo menos es este tema de Dioxitek).
ResponderEliminarDeberías aclarar entonces quién generó el "chcichón". Como se menciona Dioxitek se hizo cargo en 1997. Antes el lugar dependía de la CNEA, que es la dueña de Dioxitek.
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