Fue creada para albergar a los trabajadores que construyeron
la represa durante seis años. Sus pobladores se han vuelto a encontrar gracias
a la magia de Internet. Del pueblo, hoy sólo queda el abandono.
Las ruinas de lo que fue Villa Alicurá yacen
hoy detrás de una loma a orillas de la
Ruta 237 entre Piedra del Águila y Bariloche. Allí, durante
la construcción de la represa entre 1979 y 1985, hubo miles de habitantes.
Tenía escuela, canchas, cine, hospital, talleres, etc; y gente que nació y
vivió parte de su vida. Fue desmantelada a medida que terminaron la obra,
dejando todo tipo de recuerdos para quienes la habitaron.
La magia de las comunicaciones reunió en el ciberespacio a quienes vivieron allí, que coinciden en lo imborrable de los recuerdos, los fuertes sentimientos que despierta el nombre.
La magia de las comunicaciones reunió en el ciberespacio a quienes vivieron allí, que coinciden en lo imborrable de los recuerdos, los fuertes sentimientos que despierta el nombre.
Julio Rojos, uno de sus pobladores acercó su testimonio:
"En la década del setenta con 20 años cumplidos, en mi pueblo natal,
Monteros provincia de Tucumán, obligado por lo económico, pero mucho más por el
afán de aventura, tomé la decisión de echarme a andar caminos. El destino me
llevó a la ciudad de Neuquén e inmediatamente me informaron de las obras del
complejo El Chocón- Cerros Colorados. Empecé trabajando en Planicie Banderita un
tiempo, luego, después de finalizar esta obra me encontré en la majestuosa
Alicurá, en una zona totalmente aislada.
Una experiencia muy distinta a todo lo experimentado hasta
este momento. Pronto descubrí la importancia de hacer patria en un lugar tan
lejano a mi terruño, mi familia y todos mis afectos.
Por un tiempo sufrí los efectos de desarraigo, la soledad,
pero al mismo tiempo empecé a descubrir las bondades del lugar. Teníamos
viviendas dignas, en esa época mi estado civil "soltero", por lo
tanto compartía habitación con un señor de Cutral Co de apellido Mieres en el
pabellón 4 habitación 4 a
la par de la lavandería.
Los obreros casados de todas las provincias y también
extranjeros tenían viviendas totalmente amobladas y a sus familias con ellos.
Todo llegó a transformarse en una hermosa e inolvidable pequeña ciudad con
todos los servicios. Es de destacar la solidaridad, compañerismo y amistad que
se manifestaba en todo momento.
Trabajábamos de 10
a 12 horas diarias, en las horas de descanso teníamos
distracciones como el salón de cine, el club de obreros con mesas de villar y
un acogedor bar donde compartíamos lindos momentos. Otra posibilidad el club de
empleados donde solíamos concurrir los sábados para cenar y bailar, también el
SUM (salón de usos múltiples) donde teníamos cancha de básquet, podíamos
practicar fútbol 5 y otras posibilidades sociales.
Los domingos, en mi caso en particular, compartía el día en
casa de algunos amigos que cordialmente me brindaban sus familias, por ejemplo
Ramón Medina y su familia (tucumanos), el señor Vargas y familia. Sería largo
recordar a todos. También conocí a la familia de Eduardo Celmer y sus hijas. Mi
puesto de trabajo era carpintería metálica, recuerdo al señor Edmundo Basques a
cargo del sector, Rusty López, Norberto Cosia, Juan Marinato, un señor de
apellido Escudero y tantos otros que formaron parte de mi vida en ese hermoso
lugar al cual aprendimos a quererlo profundamente, a pesar de estar aislados
del mundo y su inhóspito clima".
La anécdota
Miguel Cuello, el creador del blog, recuerda que una tarde a
la edad de 9 ó 10 años, "mi papá trabajaba en la obra y mi mamá en la
lavandería, habíamos salido a jugar un grupito de unos 6 chicos. Jugábamos, oh
casualidad, a hacer represas en un arroyito que llegaba al Limay. Era la siesta
y estuvimos un rato largo jugando entre todos, y cuando menos nos dimos cuenta
no nos veíamos del barro que cargábamos. ¡Qué desesperación! La ropa, las
zapatillas, ¡todos llenos de barro! Uno de los chicos tuvo la idea de ir a su
casa a lavar la ropa, a su mamá le habían regalado un secarropas. Allá fuimos
todos. Primero a buscar ropa limpia, luego a lavar y secar, y finalmente cada
uno a sus casa. Me acuerdo qué alivio fue ponerme de nuevo mi ropa limpia sin
que mi mamá se enterara de nuestra travesura.
¡Qué alegría cuando llegaban las nevadas! Hubo una muy
grande en el ''83 que dejó a la villa incomunicada. Recuerdo como si fuera ayer
al director de la escuela hablando en la tele (había una estación repetidora)
anunciando que se suspendían las clases hasta nuevo aviso. Al día siguiente las
calles llenas de chicos jugando, tirándonos desde la ladera de la montaña en lo
que tuviéramos, a falta de trineos usábamos hasta bolsas de nylon.
A cada uno se nos identificaba por nuestro lugar de origen:
el mendocino, el cordobés, el uruguayo, el tano..."
Los recuerdos de la piedra blanca ahora relucen.
“Nos marcó para el resto de nuestras vidas”
por Alfredo Bacci
Hay un grupo en Facebook, llamado Alicurá, que lo formamos
los que ahora andamos en el entorno de los 40 años. Hay cientos de fotografías,
y anécdotas que no alcanzaría el diario para escribir. Puedo decir sí con
certeza la fecha que empezó a desmantelarse, que fue en el año 1986. Ese año yo
estaba cursando quinto año del secundario, y ya se había empezado a trasladar
personal de la obra para Piedra del Águila, por lo que no nos dejaron el Secundario.
Así que viajábamos todos los días desde Alicurá a Piedra, en 3 colectivos, en
uno iban primer y segundo año, en otro terceros y cuarto y en un colectivo más
chico íbamos los de quinto. Salíamos a las 6:30 de la mañana desde enfrente a
lo que fue el secundario en Alicurá y llegábamos a las 8:15 aproximadamente a
Piedra, donde nos esperaban para desayunar en el club de empleados. Y a las
8:45 empezaban las clases, a mediodía nos llevaban a almorzar y como a las
15:30 emprendíamos el regreso, llegando más o menos 17:30 a Alicurá.
A medida que avanzaba el año, cada vez éramos menos
viajando, porque a los padres les iban entregando las casas y nos íbamos
mudando, recuerdo que yo me mudé en julio del 1986. Esa fue una buena
experiencia, hubo días que no pudimos salir por nieve, por hielos en la ruta,
etc. Viajábamos todos los días, de lunes a viernes, fue un sacrificio, pero que
a esa edad no se toma como tal. Ésta puede ser una buena anécdota, al igual que
la increíble nevada de 1984 donde quedamos totalmente aislados.
Fue una etapa
maravillosa de nuestras vidas, los años vividos en las obras, si se ven los
grupos en Facebook (Alicurá, en los ´80 se vivió en la villa Piedra del Águila
y Casa de Piedra) se verán los testimonios de los chicos, es impresionante la
forma en que nos marcó para el resto de nuestras vidas.
Volví para Uruguay en marzo del ´90 y nunca más volví por
esos lados maravillosos, es algo pendiente, que si Dios quiere lo haré a la
brevedad.
“No existía la delincuencia”
por Gustavo Gonzalo Vargas
Qué puedo decir sobre Villa Alicurá. Fueron los años más
felices de mi niñez. Viví tres años en esa hermosa Villa.
Siempre recuerdo los momentos con amigos. Vivíamos
prácticamente en la calle, jugando al fútbol, en el lago (recuerdo que buscábamos
cucharitas bajo el agua que habían quedado presas entre las ramas), en el SUM
(gimnasio de deporte), el cine. Ir al Instituto privado de Hidronor (Escuela),
era una alegría tremenda; se disfruta cada momento.
Anécdotas existen muchas. Una que me viene a la mente es que
todas las casas tenían extintores de incendio, porque las casas eran todas
prefabricadas, y como en esa época no existía la delincuencia, no se conocía lo
que era robar, etc. Mi mamá me dejó solo un día, ella tuvo que viajar por un día,
no recuerdo donde. Lo que sí es que estábamos con los amigos en casa y a uno se
le ocurre bromear con el matafuego y se disparó todo ese polvo químico dentro
de la casa. ¡Fue un desastre! Todos ayudándome a limpiar antes de que llegue mi
mamá.
En fin, creo que todos los que vivimos ahí durante la niñez
saben y comprenden de lo que estoy contando.
Hoy por mi situación laboral vivo en Brasil. Hace dos en el
período de mis vacaciones fuimos a
Bariloche con mi familia y pase a visitar lo que queda de lo que fue Villa
Alicurá. ¡Me dio una nostalgia inmensa!
Gracias a todas los que integraron esa muy bella villa,
gracias a las lindas personas que conocí allí y mis más profundo sentimientos
de afecto para todos.
El creador de un blog nostálgico
por Miguel Cuello
Viví en Villa Alicurá entre los años 1980 y 85. Cuando me
fui junto a mi familia, casi cumplía los 11 años de edad.
La idea del blog nació casi sin querer. Desde el año 1998,
he buscado en Internet datos, fotos, lo que sea de Alicurá. Se había convertido
en un recuerdo colectivo de cuatro o cinco personas: mi familia. Ocasionalmente
era tema de conversación y así volvían a nosotros todos esos recuerdos de mi
niñez. Mientras planeaba mi boda, en 2006, y elegimos Bariloche como destino
para nuestra luna de miel, ya sabía que estaría "obligado" a pasar
por mi querida villa y, si podía, bajaría a recorrerla. Pude cumplir mi sueño.
Al volver a casa, en Córdoba, descubrí un día la facilidad de hacer un blog, de
subir algunas fotos y redactar algún texto corto. Lo hice y no pasó nada...
Nadie visitaba mi blog (entraba nada más para ver el contador de visitas). Y un
buen día empezó, entró el primero, que le contó a un amigo, y éste a su
familia; y pasaron a ser muchas visitas y saludos, mails de diferentes lugares
del mundo, y luego el grupo de Facebook, etc, etc. Éramos un montón los que
teníamos recuerdos imborrables de ese lugar tan pequeñito llamado Villa
Alicurá. Amigos que nos volvimos a encontrar, anécdotas que volvieron a nuestra
mente, alguna que otra lágrima y muchas alegrías.
Siempre pensé que mi visión distorsionada de niño me impedía
tener malos recuerdos, pero ya de grande y hablando con gente que trabajó allí
pude ver que el recuerdo es grato para todos. Gente que no llegó a vivir dos
años en Alicurá la recuerda aún con cariño. He recibido mails de italianos
emocionados por volver a ver de nuevo lo que alguna vez fue su hogar, e incluso
uno de ellos se vino a pasear hace unos meses y visitó Alicurá, por supuesto
que no se fue sin antes sacarse una foto desde el mirador de la ruta.
Aún hoy recuerdo con una tristeza enorme el día en que nos
fuimos de la villa. A mi papá lo trasladaban a la represa de Yacyretá,
Corrientes. Estábamos jugando con mi grupo de amigos y al volver a casa estaba
casi toda mi familia arriba del auto. Recuerdo haberlos saludado como si nos
fuéramos a ver al día siguiente. A algunos de ellos los volví a
"encontrar" 24 años después, con toda esta movida del blog y
Facebook.
Nunca supe cuánto de lo que fue mi vida se lo debo a Villa
Alicurá.
Fuentes:
La Mañana de Neuquén, 14/11/10, Villa Alicurá, el pueblo fantasma lleno de recuerdos.
Alicurá Hoy, blog de Miguel cuello.
Ex Alumnos Planicie Banderita y Villa Alicurá.
Grupo de facebook Alicurá.
Viaje en el pasado: 17.02.2010 regreso a Alicura.
ResponderEliminarEl regreso a Alicurá, donde he vivido y trabajado treinta (30) años atras, comenzando en coche desde Bariloche, a través de El Valle Encantado, el Anfiteatro, Confluencia, Estancia Chacabuco, etc, fue una experiencia particularmente importante y emozionante.
En este largo viaje, me acompañó mi compañera Cristina, que compartí mis emociones. Deseaba tanto que hubo también mis hijos Bárbara y Davide para ver y recordar el lugar donde también ellos vivieron y estudiaron durante dos años; me seria tambien gustado que mis nietos Giulia Filippo y Oscar habían sido capaz de ver donde su abuelo había trabajado muchos años atrás.
Finalmente llegamos a Villa Alicura o lo que queda de ella.
Este lugar, aun siendo un pueblo fantasma de propriedad privada y sin posibilidad de ingresar, nos trasmite una infinidad de recuerdos y sensaciones. Es y sera siempre un memorial para aquellos que aqui han vivido y trabayado. Una experiencia de un solo día, pero inolvidable. No hay palabras para describir sentimientos y emociones. A continuación nos detuvimos durante dos días en Bariloche para admirar el maravilloso paisaje. http://barbo.jimdo.com/estero-1/diga-di-alicura/17-02-2010-il-ritorno/
Giuliano Barbonaglia - Varallo - VC - Italia
Hola fui maestra en alicura. Gloria Alvarez. 1978. Mi esposo fue el encargado de la usina. Solay Oscar.
ResponderEliminarDonde puedo ver fotos de alicura.
ResponderEliminarRecuerdo a la familia Cuello.
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