Diputado nacional de mandato cumplido, presidió en los
últimos ocho años la Comisión
de Ambiente y Recursos Naturales desde donde impulsó las leyes de Bosques
(contra la sojización) y de Glaciares (contra la megaminería). En esta
entrevista con ComAmbiental, habló de su nuevo libro El mal. El modelo K y la Barrick Gold , el rol
del ambientalismo, la
Ley Antiterrorista , los medios de comunicación, el
progresismo en Latinoamérica y lo que vendrá en la Argentina.
Comencemos por un pasaje del libro. En él decía que no se
consideraba un ambientalista pero que “la lucha por los recursos naturales y la
preservación del ambiente es la versión actual de la lucha contra el
imperialismo”. ¿Podría desarrollar esa idea?
Así es. Hay un nexo entre lo que podríamos llamar la
oligarquía norteamericana –los Bush son un buen ejemplo– y la oligarquía
argentina –los Soldati, los Martínez de Hoz, por ejemplo– que a su vez
influencia no solo sobre un gobierno manifiestamente conservador, reaccionario
como fue el de Menem, sino lo que es más grave, sobre un gobierno “progresista”
como es el de Cristina Fernández de Kirchner.
Entre los ’60 y ’70 utilizaron las dictaduras militares y en
los ’90 vinieron por las empresas nacionales para privatizarlas; ahora vienen
directamente por el territorio, los recursos naturales, el agua. El peligro que
señalo en El mal no es solo que se queden con el oro -que ya el saqueo sería
grave en sí mismo–, sino que además para lixiviarlos utilizan cantidades
tremendas de agua que compiten con otros mecanismos productivos y además las
dejan contaminadas.
Por eso José María Aznar, el expresidente de España, dice
que los ambientalistas son los comunistas, los subversivos, los terroristas de
esta época. A mí en San Juan ya me bautizaron “el ecoterrorista Bonasso”.
Eso nos remite ala Ley Antiterrorista.. .
Eso nos remite a
Esa ley es una porquería. Ya hay más de 2.000 militantes
procesados. No sé cuántos habrá con la ley antiterrorista. Pero esto es una
seria amenaza para las organizaciones populares que no quieran aceptar las
condiciones del programa económico y social.
Volviendo a la cuestión más general del modelo: ¿Sucede lo
mismo con otros gobiernos progresistas en América Latina?
Sí, el de Rafael Correa en Ecuador creo que está en curso.
En Perú, si no está en curso con Ollanta Humala es porque hubo una movilización
muy grande del pueblo directamente afectado que es lo único que puede parar
estos planes. El que no lo conoce puede decir “Bonasso exagera”, pero el que ya
lo vivió como el ciudadano chileno del Valle de Huasco que hace 10 años tiene
megaminería dijo “no van a circular camiones con cianuro por acá, que circulen
en Argentina”.
Y estamos viendo que el cianuro provisto por Dupont –una
empresa que se hizo millonaria vendiendo dinamita en la Guerra de Secesión tanto al
Norte como al Sur- desembarca en el Puerto de San Lorenzo, en Santa Fe, y
recorre 1.200 km terrestres, con custodia de gendarmería nacional, atravesando
cualquier cantidad de poblados. La ruta del cianuro es uno de los secretos que
mejor guarda la Barrick.
Las uniones regionales en América Latina ¿facilitan el
proyecto IIRSA?
Creo que los presidentes de América Latina y en particular
de América del Sur efectivamente deben propender a la integración de nuestros
países, nuestras economías, nuestros pueblos. Por ejemplo el Banco del Sur es
una iniciativa muy buena; pero no deben hacerlo desde la lógica de las
corporaciones transnacionales como el tratado minero binacional
argentino-chileno que fue hecho inclusive para un proyecto concreto: el
Pascua-Lama. Eso es una vergüenza, una inmoralidad, es ilegal y además va en
contra del espíritu de la integración. Que no sea pan para hoy y hambre para
mañana.
Esta visión ambientalista y de lucha anti-imperialista ¿se
aplicaría también a los agronegocios, que se relacionan a su vez con la Ley de Bosques?
Por supuesto. Acá hay un modelo perverso. Discutí con
militantes kirchneristas y de La
Cámpora y lo que dicen es: “Eh Miguel, pero es la minería,
una política en particular. No podés negar todo lo que se ha hecho con la Asignación Universal
por Hijo y otras medidas sociales”. Y las que son correctas las he votado.
Ahora, esto no es anecdótico, es un modelo que implica:
- En la cordillera, la megaminería a cielo abierto con cianuro que destruyen los glaciares que son los que regulan los recursos hídricos.
- En el territorio, la expansión agropecuaria que es puramente sojera. En perjuicio de los bosques nativos, las junglas que nos quedan, que son vitales para equilibrar el clima y combatir o mitigar el cambio climático. En beneficio de Monsanto, la soja transgénica, el maíz para el biodiesel en lugar de asegurar la soberanía alimentaria.
- En el mar epicontinental, la explotación de petróleo offshore acordada entre compañías piratas británicas que operan en torno a las Malvinas lo cual va en contra de la ley que dice que las que operan en las islas no pueden hacerlo en territorio argentino.
Yo rompí con los Kirchner, como cuento en el libro, porque
con la Ley de
Bosques tardaron un año y medio en reglamentarla –cuando la propia ley daba 90
días– y que fue al día siguiente de la segunda tragedia de Tartagal que se veía
venir. Tampoco creo que robar sea progresista. Y si además veta la Ley de Glaciares, no es mi
Presidenta. Ahí el conflicto estalló y logramos restaurar la ley. Creo que es
una derrota histórica, aunque como ustedes saben no la están cumpliendo. Y si
el nuevo Congreso intenta modificarla va a haber resistencia social.
¿Cómo reflexiona sobre el proceso de acuerdo con el senador
Filmus por la Ley
de Glaciares?
En el debate público Filmus perdió porque si no al día
siguiente no me hubiese llamado para buscar un acuerdo. Accedí pero con la
condición de que no sea menos protectora y que sea a la luz pública explicando
las razones. En algunas cosas hasta mejoró ciertos aspectos técnicos. Cuando
propongo el proyecto en la
Cámara de Diputados, veo que el bloque oficialista vuelve a
plantear la prórroga como me lo habían hecho con la de Bosques. Pero Filmus
mantiene el acuerdo.
¿Y cómo le pareció la votación dividida en el Senado?
Gioja viajó con Juan Pablo Milana que primero dijo que había
48 glaciares sobre la zona de Veladero y después que solo eran cuerpos de hielo.
Gioja lo llevó luego a una de las audiencias en el Congreso. Javier Rodríguez
Pardo lo denunció a Milana incluso en su libro Vienen por el oro, vienen por
todo. Cual escena de El padrino, Milana estaba paradito al lado de Gioja. Esto
demuestra cómo la Barrick
compra gente, tiene una renta extraordinaria y es absolutamente inmoral.
¿Tuvo conocimiento de lo que pasó con los Manuales de
Educación Ambiental?
Era una contradicción muy grosera, si está arreglando con la Barrick , cómo iba a sacar
manuales con esa crítica desde la estructura educativa. Por eso Gioja es un
servidor leal de la Barrick ,
que reprime a sangre y fuego cualquier crítica a la megaminería.
Por otro lado, en muchas cuestiones de recursos naturales
también están afectados los derechos de los más vulnerables: los pueblos
originarios, campesinos...
Cuando se discutía la
Ley de Bosques vinieron a verme algunos diputados del
oficialismo para que sacara el concepto de Emergencia Forestal y el de
Comunidades Campesinas y de Pueblos Originarios.
¿Con qué excusa “progresista” el oficialismo pretendería
sacar a los campesinos?
Con la misma con que por un lado combatía teóricamente a la Argentina sojera y por
el otro le daba un subsidio a los seis grandes exportadores de aceite de soja
como la aceitera General Dehesa, Bunge y Born, etc. Es permanente el doble
discurso.
Sino, no podría haber esta ofensiva criminal contra el
MOCASE, o la gente de San Juan que es crítica de la Barrick esté
permanentemente controlada por inteligencia de la empresa con Rubén Osvaldo
Bufano, que es un exrepresor del Batallón 601. Y acá Estela de Carlotto de
Abuelas de Plaza de Mayo me genera una gran confusión cuando va a San Juan, le
dice a la gente que cuide a Gioja porque es un buen gobernador, acepta que el
gobierno de la provincia le ponga 100.000 pesos en una biografía filmada de
ella y no se le ocurre preguntarle a Gioja: “¿Qué hace el señor Bufano acá?”.
El represor Bufano está acusado de la masacre de Fátima y el
secuestro y desaparición de Haroldo Conti que es el nombre que lleva el Museo
de la Memoria
en la ex ESMA. Ni el Secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, ni
Hebe de Bonafini de Madres de Plaza de Mayo han dicho una sola palabra respecto
de este genocida que debería estar preso y condenado a cadena perpetua.
Página/12 podría publicar lo de Bufano por la causa de
violación de derechos humanos y sin embargo no lo ha hecho...
Es que yo estoy censurado en Página/12. No me publican nada.
En ese sentido, ¿cómo ve la actualidad de los medios en
relación con estas cuestiones ambientales?
Muy peligrosa. Con la excusa de combatir al oligopolio –es
decir a Clarín–, están construyendo un nuevo oligopolio casi monolítico. Si uno
mira la alineación de América 24, C5N, Telefé y la TV Pública con 678, se
ve una ofensiva enorme que creo que ya tiene mayor poder de fuego que Clarín.
Hay que ver qué pasa en el cable con esta ofensiva de Cablevisión. Y en segundo
lugar el diario que había nacido con sentido crítico y en contra de las
corporaciones, que es Página/12, se ha convertido en un boletín oficial de la
presidencia. Entonces las expresiones críticas están muy limitadas, estamos
marginados.
Por eso me interesa mucho lo que se puede hacer desde las páginas
independientes y las redes sociales para expandir. Por ejemplo, este libro me
interesa que pueda ser usado como un instrumento por jóvenes, activistas, más
allá de mis opiniones que pueden ser tan cuestionables como las de cualquiera.
Que se pregunten: “¿Es cierto que como dice en el libro, Eduardo Jorge Millón,
director de Recursos Hídricos de San Juan, trabajó antes para la Barrick e hizo el Informe
de Impacto Ambiental que luego aprobó como funcionario público?”.
A 10 años del 2001 ¿cree que fue una gesta incompleta?
Sí, desgraciadamente. Un exdiputado de Méjico, Héctor
Sandler, me dijo: “la
Argentina tiene una gran energía política pero una escasa
cultura política”, me pareció muy precisa para lo que pasó el 20 de diciembre.
Nosotros no pudimos construir una gran fuerza de izquierda que creí podría
hacerse en ese momento a partir de la
CTA , del prestigio que había ganado como sindicalismo
independiente.
Claro que no estamos como en 2001 pero me refiero a lo que
va a producir este modelo. Pronto se van a empezar a percibir los primeros
efectos macroeconómicos peligrosos. Cristina y Néstor utilizaron una gigantesca
caja de 400 mil millones de dólares durante ocho años para mantener la
estructura clientelar del PJ: importó más mantener planes que hacer obras de
infraestructura que permitiesen un desarrollo cuidadoso del ambiente.
¿Por qué decidió no renovar su banca?
Me voy muy satisfecho y seguiré dando mi lucha desde otra
trinchera, la de los libros y la investigación periodística. Creo que es una
función necesaria. Por otro lado, no quise entrar en las discusiones por
posiciones electorales que se dieron en los espacios de izquierda y
centro-izquierda. Soy partidario de que haya una unidad de izquierda que aspire
al poder. Pino (Solanas) tiene razón: esto que decimos de la minería no está en la agenda de Binner.
Acá hay que construir una fuerza que no quede reducida a un
gueto, que utilice un lenguaje que pueda ser asumido por los jóvenes, por la
sociedad de cómo puede cambiar su vida cotidiana. Mi experiencia demuestra que
un diputado solo, en un monobloque, pudo imponer una Ley de Bosques y una de
Glaciares. Entonces ¿qué no se podría lograr si nos unimos? Tenemos una
concepción similar antimonopólica, anti-imperialista, defensora del medio ambiente,
de los recursos naturales, de los intereses nacionales.
Quizá la mejor estructura sea un Frente con un partido verde
adentro como uno de los motores. Peleamos por una segunda emancipación, porque
no cabe duda de que esta forma de producción extractivista, de primarización de
la economía, nos retrotrae a la etapa del saqueo colonial, opresiva de los
pueblos originarios y de los criollos. Estamos en una situación de
pre-independencia. Sigo creyendo que la revolución es necesaria, por supuesto
que no es en los términos de cuando milité en los ’70 con la lucha armada. El
instrumento ahora creo que es una democracia realmente participativa y que
debemos luchar por formas cada vez más participativas.
El mal. El modelo K y la Barrick Gold.
De Miguel Bonasso
Periodismo y Actualidad
Páginas: 496 páginas
ISBN: 9789504927273
Formato: 15 x 23
cm .
Editorial Planeta
Precio: $ 109.00
La entrevista fue realizada en diciembre de 2011.
La entrevista fue realizada en diciembre de 2011.
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