Villa María: que no nos pase lo de las sierras

por Luis Tuninetti, presidente de EcoSitio

Actualmente las Sierras Chicas y el Departamento Punilla están sufriendo una fuerte crisis hídrica, con cortes programados, desabastecimiento y la incertidumbre anual si tendrán agua potable o si los ríos y lagos tendrán suficiente caudal como para no perjudicar la temporada. Esto no es nada nuevo, año a año se viene repitiendo y también acentuando, con causas como la deforestación y la urbanización descontrolada como exponentes principales.

En Villa María no tenemos esos problemas, pero hay otros que merecen nuestra absoluta atención. Hace tiempo se viene discutiendo y mostrando diversos puntos de vista en referencia a la problemática de los recursos hídricos, principalmente en dos aspectos: la extracción de agua para ser enviada a otras localidades y la presencia de arsénico en el agua de red; la realidad todavía es más compleja cuando se piensa en el río Ctalamochita y se analiza todo el recorrido del mismo.

Desde EcoSitio venimos alertando que el cuidado de los recursos hídricos locales sin lugar a dudas es factor prioritario para el futuro de nuestra localidad.

Posiciones encontradas

En el año 2009 EcoSitio juntamente con el auditor General, Ricardo Borsato, cursamos un pedido de informes a la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia, la respuesta (por cierto escueta) se podría resumir en "no se preocupen". Esas palabras son repetidas constantemente por personal técnico de la Subsecretaría y por directivos de la COTAC. Lamentablemente hasta el momento no se ha podido acceder a ningún documento técnico que certifique que nuestra cuenca puede abastecer de agua a tantas localidades sin poner en riesgo la propia provisión de agua potable en el largo plazo.

Por otro lado resulta más que preocupante que sea la propia Subsecretaría de Recursos Hídricos que se niegue constantemente a dialogar con las partes aduciendo que no es necesario, que los recursos son de la provincia, etcétera.

La misma dependencia provincial que hasta el momento no puede solucionar el problema de crisis hídrica en nuestras sierras. La pregunta es ¿se podrá confiar simplemente? La realidad es que la Cooperativa 15 de Mayo tiene que ir cada vez más profundo en sus perforaciones para encontrar agua de calidad aceptable y que la COTAC, con un negocio totalmente legal, extrae agua de nuestra cuenca para decenas de localidades, con proyectos incluso para llegar a Santa Fe sin que podamos saber siquiera cuánta es la cantidad diaria que exporta la Cooperativa.

Una vista panorámica del problema

Coincidimos plenamente con el intendente municipal cuando reclama la participación de los municipios en el control y operación de extracción de agua, pero vamos un poco más allá:

• En primer término debería formarse el comité de cuenca, aspecto esencial si se quiere abordar seriamente el problema.
• Participación de todos los actores, incluidos los productores agropecuarios que con sus sistemas de riego también hacen uso intensivo y excesivo del agua.
• Análisis de parámetros del río Ctalamochita. ¿Hay presencia de metales pesados, agroquímicos, etcétera? Hasta el momento no se sabe.
• Análisis periódico y sistemático del arsénico en agua de red con metodologías más precisas que la legal. Cuestión que fue acordada en su momento y que dejó de efectivizarse.
• Controles estrictos a las empresas que viertan sus líquidos tratados al sistema cloacal para que los parámetros de volcamiento a la red esté dentro de los límites legales vigentes.
• Resulta imperiosamente necesario la realización de un estudio hidrogeológico de la cuenca hídrica de manera independiente con el fin de proyectar el futuro de la ciudad en torno a los recursos hídricos.
• Finalmente asegurar un verdadero acceso a la información pública ambiental (Ley 25.831) cuestión poco respetada hasta el momento por la provincia.

Realmente esperamos que nuestros gobernantes actúen a tiempo, con verdadera conciencia y sin una visión cortoplasista; pero por sobre todas las cosas esperamos que no nos suceda lo que ocurre en las Sierras Chicas donde la inacción del Estado termina como corolario en un corte de servicio.

Fuente:

• EcoSitio 09/10/2011