El agua arruinó la mercadería de muchos comercios. Fue en varias manzanas de los alrededores de Cabildo, entre Monroe y Olazábal. Los comerciantes se vieron obligados a malvender ropa y accesorios para salvar algo. En protesta cortaron el tránsito.
El panorama en la Avenida Cabildo era desolador. La imagen reflejaba una realidad que había empezado a vivirse durante la mañana del domingo, cuando los comerciantes de la zona decidieron abrir sus locales para ver cuáles habían sido efectos por la inundación. El resultado fue devastador: la mayor parte de la mercadería se había arruinado, y por eso decidieron liquidar todo.
Es que los casi 70 mm de agua que cayeron en la madrugada del domingo afectaron a muchos barrios de la ciudad, y Belgrano era la muestra de que las lluvias habían dejado su huella.
Lo que se encontraron los dueños de los distintos locales cuando abrieron fue 'un desastre absoluto'. La mayoría de los negocios del barrio estaban completamente inundados y la mercadería arruinada. Por eso es que muchos eligieron la opción de poner en liquidación todo lo que pudieron salvar. Así lo mostraban sus vidrieras, donde los carteles de 'liquidación por inundación' habían reemplazado a los de descuentos y promociones.
Lo que se encontraron los dueños de los distintos locales cuando abrieron fue 'un desastre absoluto'. La mayoría de los negocios del barrio estaban completamente inundados y la mercadería arruinada. Por eso es que muchos eligieron la opción de poner en liquidación todo lo que pudieron salvar. Así lo mostraban sus vidrieras, donde los carteles de 'liquidación por inundación' habían reemplazado a los de descuentos y promociones.
"Cuando el domingo a la mañana nos enteramos que la cuadra estaba inundada decidimos venir a ver con que nos encontrábamos, y la imagen fue la peor: el piso flotante nadaba, junto con todos nuestros zapatos, en los más de 50 cm de agua que había adentro", recordó Martín Corzo, de la zapatería Marta Sixto, en Cabildo al 2400.
Pero a pesar de que el domingo solo hubo lugar para las lágrimas y el desconsuelo, el comienzo de la semana los encontró a todos en una misma postura: intentar recuperar aunque sea algo de todo lo que habían perdido.
Muchos eligieron anunciarlo, otros directamente prefirieron amontonar toda la mercadería en cajas, colocarlas en la vereda, y que la gente eligiera lo que deseaba llevarse. Eso mismo hizo Mariela Hug con las cosas que pudo salvar de Suaya, su local en Blanco Escalada al 2400. Allí era posible llevarse por $ 20 un piyama que horas atrás valía $ 120. Claro que primero había que encontrarlo en la caja y escurrirlo. "Nosotros hace rato que sufrimos las inundaciones, como la del año pasado, pero esta fue terrible", explicó Hug con los ojos llenos de lágrimas. "Podemos reacondicionar algunas cosas pero otras se arruinaron. El agua que entró era muy sucia, así que además de mojar las cosas las manchó. Esto es un desastre", contó mientras recibía, de un cliente, $ 10 a cambio de una remera que llegó a valer $ 60.
Esta imagen se repetía prácticamente en todos los locales del barrio. El precario sistema hidráulico porteño no resistió los 61 mm que cayeron entre las 3:30 y las 4 de la madrugada del domingo. Y la ciudad colapsó. La peor parte la llevaron los barrios de Palermo, Villa Crespo, Núñez y Belgrano. De hecho en este último, además de los locales de ropa, se inundaron muchas casas, oficinas y cocheras. Justamente, en una de ellas quedaron atrapados 14 autos, y un hombre que aún continúan buscando.
Ninguno de los comerciantes se animó a aventurar cuánto habían perdido a manos del agua. Sin embargo todos saben que se trata de mucho dinero. "El local vamos a tener que reconstruirlo. Es como si tuviéramos que empezar de cero, abriendo uno nuevo", explicó Corzo mientras envolvía, entre lamentos, unos zapatos de cuero negro. "Estos salían $ 250, y ahora los tengo que largar por $ 50. Es una locura lo que estamos viendo", fue la frase con la que despidió al oportunista de turno.
Además de rematar todo lo que pudieron, la mayoría de los vecinos se preparan para tramitar el subsidio que el Gobierno de la Ciudad otorga ante estas situaciones. Claro que saben que no es una tarea sencilla. Todos aseguran que presentaron los papeles correspondientes luego de la inundación del 15 de febrero del año pasado, y que todavía ninguno pudo cobrarlo. Alrededor de las 8 de la noche de ayer, los vecinos y comerciantes de Belgrano, tal como habían advertido, se reunieron y cortaron totalmente el tránsito en Cabildo. La consigna: exigirle al gobierno porteño una solución al problema de las inundaciones y al incumplimiento del pago de las indemnizaciones.
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Clarín, 22/02/2011, Por las inundaciones, en Belgrano liquidaron todo.
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