viernes, 6 de agosto de 2010

Los incendios forestales vuelven a despertar el fantasma nuclear de Chernobyl

El humo de los incendios forestales cubre la Plaza Roja de Moscú. Foto: AP

El Gobierno de Rusia ha advertido de que los incendios forestales que está sufriendo el país, los peores en casi cuatro décadas, implican una amenaza nuclear si no son contenidos. Mientras, el número de víctimas continúa aumentando.

El ministro de Emergencias Sergei Shoigu ha indicado que el calor de las llamas en la región de Bryansk -que ya padece contaminación nuclear desde la catástrofe de Chernobyl hace más de 20 años- podría liberar a la atmósfera partículas radiactivas dañinas. "Los radionucleidos podrían alcanzar [el aire] junto con una combustión de partículas, lo que derivaría en una zona contaminada", explicó el funcionario.

Varios ciudadanos de Bryansk expresaron su preocupación en Internet. "Me empecé a sentir mal cuando oí que en el bosque se utilizan robots para apagar el fuego y que ya no dejan que se acerquen personas", apuntó el bloguero Doc. Su ciudad, con más de 400.000 habitantes, está ubicada al suroeste de Moscú y a unos 300 kilómetros de Chernobyl.

Nube de humo
Por otro lado, cerca al centro de investigación nuclear de Zarov, al este de la capital rusa, sigue habiendo dos focos activos. Sin embargo, la situación aquí está bajo control, pese a que la densidad del humo dificulta los trabajos. Más de 1.000 efectivos y un centenar de vehículos trabajan para retirar todo el material explosivo y radiactivo de una de las instalaciones estratégicas más importantes del país.

En la capital, por otro lado, varios soldados intentaban impedir que el fuego alcanzase algunos depósitos de municiones. Los efectivos pusieron a buen resguardo misiles y otros proyectiles de artillería. La capital amaneció este viernes sumida en una nube de humo. En el aeropuerto se registraron decenas de retrasos debido a la escasa visión.

Los incendios forestales se han cobrado la vida ya de 50 personas, arrasado más de 700.000 hectáreas de bosques y destruido más de 10 millones de hectáreas de cultivos, por lo que el Gobierno anunció la suspensión de las exportaciones de grano. Está previsto que la peor ola de calor que afectó a la nación euroasiática en un siglo pueda intensificarse el viernes, con temperaturas récord de 40 grados centígrados, y continuar la semana próxima.

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