sábado, 31 de julio de 2010

¿Por qué se inunda Embalse? (primera parte)

En nuestra localidad la lluvia es sólo un elemento disparador de una inundación, pero no explica por si misma su causa. Las inundaciones se producen por la confluencia fatídica de numerosos factores, tales como la falta de regulación del uso del suelo, desagües insuficientes, y otros.

Un fenómeno climatológico se puede clasificar en extraordinario o recurrente. Veamos la definición que dá el diccionario de estos términos:

extraordinario: fuera del orden o regla natural o común.
recurrente: que vuelve a ocurrir o a aparecer, especialmente después de un intervalo.

Si una lluvia es extraordinaria, no se puede prever y la Municipalidad no es responsable -legal, moral y políticamente- de los daños ocasionados por la tormenta. En otras palabras, las autoridades "no tienen la culpa" por tratarse de un caso fortuito (1). Por el contrario, si una lluvia es recurrente la responsabilidad recae en la Municipalidad. En este orden de ideas, se entiende porque después de una catástrofe, los funcionarios políticos enfatizan los factores naturales como clave explicativa de lo ocurrido. Entonces hablan de "lluvias extraordinarias" o "fuertes precipitaciones", desviando la atención de la sociedad de las severas deficiencias en infraestructura y la creciente degradación ambiental. En el análisis de la cuestión se entiende relevante responder la siguiente pregunta:

¿La lluvia ocurrida en Embalse cuando se produjo el siniestro hídrico fue extraordinaria o recurrente?
Para responderla nos remitiremos al hietograma (2) con la secuencia de precipitaciones del 23 y 24 de noviembre de 2009, que reproducimos en la figura de abajo:


Las barras verticales representan las precipitaciones medidas en milímetros, mientras que en el eje horizontal se indican los horarios correspondientes. Vemos que las precipitaciones estuvieron distribuidas en un período de tiempo algo mayor de 24 horas. Además se concentraron en dos eventos, las primeras precipitaciones recargaron y saturaron el suelo. Mientras que las precipitaciones posteriores ocurridas alrededor de la hora 1:30 del 24 de noviembre de 2009, se convirtieron en escurrimientos superficiales que desencadenaron el alud que asoló la zona urbana.

El Estudio Hidrológico de Embalse (3), página 42, indica: "Un acumulado de casi 100 mm en un día y medio de duración del fenómeno climatológico." Además en la página 47 del citado estudio se lee: "Los resultados de la modelación hidrológica, para esta secuencia de precipitaciones y para el escenario de uso del suelo actual, son asimilables a los generados por la lluvia con período de retorno asociado levemente superior a los 5 años." Esto quiere decir que la lluvia ocurrida en Embalse cuando se produjo el siniestro hídrico fue un fenómeno recurrente.

Concluimos que las causas de las inundaciones en Embalse no se reducen a las lluvias. Nuestra localidad sufre desde hace unos 30 años, un proceso de agravamiento del entorno ambiental urbano y rural, cuya consecuencia es el impacto creciente de las inundaciones para una misma precipitación.

  1. Código Civil, Artículo 541: caso fortuito es el que no ha podido preverse, o que previsto, no ha podido evitarse.
  2. Un hietograma es un gráfico de la intensidad de la lluvia en función del tiempo.
  3. "Estudio Hidrológico de la Cuenca de Aporte de los Excesos Hídricos a la Zona Central de la Localidad de Embalse, Departamento Calamuchita, Córdoba", realizado por el ingeniero Javier Eduardo Piccolo M.P. 4489/X

No hay comentarios:

Publicar un comentario