Villa Lago Epecuén fue engullida por las aguas el 10 de noviembre de 1985. Esta pequeña ciudad, que llegó a albergar a más de 25.000 turistas cada verano y contaba con decenas de comercios y hoteles, fue sepultada de la noche a la mañana tras la rotura de un terraplén que inundó sus calles con más de cuatro metros de agua. Durante más de veinte años, la ciudad ha permanecido bajo las aguas del lago, sumergida a más de diez metros de profundidad, hasta que la sequía ha ido poniéndola al descubierto. Este año el proceso parece haber culminado y el fantasma de la vieja Villa Lago Epecuén ha emergido por completo. Escombros, paredes caídas, árboles muertos...
La alta salinidad de la laguna Epecuén ha dejado una capa blanca sobre las ruinas, que le añade un toque fantasmagórico. Aquí y allá pueden contemplarse algunos restos de la vida en la ciudad: botellas, sanitarios y un paseo que lleva hacia un lugar donde todo está podrido y muerto. Recordemos que no se trató de una catástrofe natural, sino que fue provocada por la incapacidad de las autoridades para dar solución a un problema que hacía años se venía anunciando.
La alta salinidad de la laguna Epecuén ha dejado una capa blanca sobre las ruinas, que le añade un toque fantasmagórico. Aquí y allá pueden contemplarse algunos restos de la vida en la ciudad: botellas, sanitarios y un paseo que lleva hacia un lugar donde todo está podrido y muerto. Recordemos que no se trató de una catástrofe natural, sino que fue provocada por la incapacidad de las autoridades para dar solución a un problema que hacía años se venía anunciando.
Última actualización de esta entrada 31/03/12
Trabajo impecable. Felicitaciones.
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